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Antiguos imperios y civilizaciones de África

África es un continente con una rica historia y una gran diversidad cultural, hogar de muchas civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde el antiguo Egipto hasta la civilización de Kush o el reino de Aksum, África ha producido algunos notables logros en la historia humana. Estas civilizaciones han dejado un legado duradero a través de sus monumentos, artefactos y avances en diversas áreas, como la arquitectura, la ciencia y la religión. 

Estos son algunos de los antiguos imperios y civilizaciones más destacadas en la historia de África. Como sucede también con muchos mitos y leyendas de África, la mayoría de estas antiguas civilizaciones son por lo general bastante desconocidas, a pesar de su gran importancia gracias a sus logros a lo largo de los siglos.

Egipto

Conocida como la "civilización del Nilo", Egipto fue una de las primeras grandes civilizaciones del mundo. Sus logros incluyen la construcción de las pirámides, el desarrollo de un sistema de escritura jeroglífica y la creación de una religión politeísta. Los egipcios dejaron una huella duradera en el mundo, tanto en el arte como en la arquitectura, la ciencia y la religión. 

Los faraones egipcios gobernaron durante más de 3.000 años, desde el año 3150 a.C. hasta el 332 a.C., cuando Egipto fue conquistado por Alejandro Magno. Durante este tiempo, los egipcios construyeron algunos de los monumentos más impresionantes del mundo, incluyendo las famosas pirámides de Giza y el Templo de Karnak. Además de desarrollar un sistema de escritura, hicieron importantes contribuciones en campos como la medicina y las matemáticas.

El antiguo Egipto


Reino de Kush

El Reino de Kush fue una civilización africana que se desarrolló en la región que actualmente ocupan Sudán y Egipto. Se cree que se estableció alrededor del año 2000 a.C. y se convirtió en un poderoso imperio que controlaba gran parte de Egipto durante varios siglos. Los kushitas fueron conocidos por sus habilidades en la metalurgia y la minería, y también fueron importantes comerciantes y artistas. 

Aunque a menudo eclipsado por sus vecinos egipcios del norte, el Reino de Kush se mantuvo como una potencia regional en África durante más de mil años. Casi todo lo que se sabe sobre Kush proviene de fuentes egipcias, que indican que era un centro económico que operaba un lucrativo mercado de marfil, incienso, hierro y especialmente oro. 

El reino era tanto un socio comercial como un rival militar de Egipto, incluso gobernó Egipto como la Dinastía XXV, y adoptó muchas de las costumbres de sus vecinos. Los kushitas adoraban a algunos de los dioses egipcios, momificaban a sus muertos, construían sus propios tipos de pirámides (pirámides de Kush) y entre sus monumentos más destacados se encuentra el Templo de Amón en Napata y sus obeliscos.

Las pirámides de Meroe, reino de Kush


Reino de Axum

El Reino de Axum (Aksum), fundado en torno al año 100 a.C. y que floreció en lo que hoy es Etiopía, es conocido por sus avances en la arquitectura y la religión. Fueron considerados una de las cuatro grandes potencias de su tiempo junto con China, Roma y Persia. Los aksumitas erigieron varias estelas (losas de piedra y madera que actuaban como monumentos en la época precristiana) durante su reinado y erigieron templos dedicados a sus dioses, incluyendo la famosa Torre de María y el Obelisco de Axum

Aksum también fue el hogar de una de las primeras iglesias cristianas de África y es conocida por su influencia en la expansión del cristianismo en el continente. Una de las más espectaculares (y también de más difícil acceso) del país es la iglesia Abuna Yemata Guh, tallada en roca hace aproximadamente 1.500 años. 

Obelisco de Axum en Etiopía


Imperio de Ghana

Ghana (conocido también como Wagadu) fue una antigua civilización situada en lo que hoy es Mauritania y Malí. Se cree que se estableció alrededor del año 300 d.C. y se convirtió en un importante centro comercial y político en la región. Aunque se dice que su ciudad capital cambió varias veces, una de ellas, Koumbi Saleh, fue la ciudad más grande al sur del desierto del Sahara. En su apogeo, fue el hogar de entre 15.000 y 20.000 personas, una considerable población en la época para una ciudad que tenía un suministro de agua limitado. 

Los ghaneses fueron conocidos por su habilidad para el comercio y la minería, y establecieron relaciones comerciales con otras civilizaciones de África y el mundo árabe. También fueron importantes patrocinadores del arte y la arquitectura, y dejaron una huella duradera en la región a través de sus monumentos y edificios.

Entre las construcciones y monumentos más destacados del Imperio de Ghana se suelen incluir las ciudades fortificadas, ya que los ghaneses eran expertos en la construcción de ciudades fortificadas para protegerse de los ataques enemigos y se cree que construyeron varias ciudades fortificadas a lo largo de su territorio, utilizando piedra y adobe para crear murallas y torres de defensa; los palacios y casas de nobles, debido a que se trataba de una sociedad muy jerarquizada; los templos y santuarios, ya que contaban con una religión compleja y desarrollaron sus propios templos y santuarios para sus dioses y diosas; así como mercados y centros comerciales dada su gran habilidad para el comercio y la minería.

Ruinas de Koumbi Saleh, antigua capital del imperio de Ghana


Imperio de Malí

Mali fue una antigua civilización que floreció en lo que hoy es Malí y Senegal. Se cree que se estableció alrededor del año 800 d.C. y se convirtió en un importante centro comercial y cultural en la región. El imperio fue fundado por Sundiata Keïta y era conocido por su generosidad y la riqueza de sus gobernantes, en especial Mansa Kankan Musa I, considerada habitualmente como la persona más rica de la historia

Los malineses dejaron una huella duradera en la región a través de sus monumentos y ciudades, como Tombuctú (Timbuktu), una ciudad situada en el camino que unía el Imperio de Mali con el norte de África y el mundo árabe, lo que la convirtió en un importante punto de intercambio de bienes y servicios. Además, Timbuktu fue un importante centro de aprendizaje y cultura durante la época del Imperio de Mali, albergando varias madrasas y bibliotecas.

El antiguo imperio de Malí


Imperio Songhai

Considerado uno de los estados más grandes de la historia en el continente africano, el Imperio Songhai heredó en el siglo XV una de las ciudades más destacadas del imperio de Malí: Tombuctú, uno de los centros de aprendizaje más importantes de la región. El Imperio Songhai surgió del declive del Imperio de Malí y fue responsable de expandir y controlar varias rutas comerciales transaharianas importantes en ese momento. Sería también durante el gobierno Songhai cuando se erigió la espectacular Gran Mezquita de barro de Djenné por primera vez. 

El imperio disfrutó de un período de prosperidad gracias a políticas comerciales vigorosas y un sofisticado sistema burocrático que separó sus vastas posesiones en diferentes provincias, cada una gobernada por su propio gobernador. Alcanzó su apogeo a principios del siglo XVI bajo el gobierno del devoto rey Muhammad I Askia, quien conquistó nuevas tierras, forjó una alianza con el califa musulmán de Egipto y estableció cientos de escuelas islámicas en Tombuctú. 

Si bien el Imperio Songhai fue una vez uno de los estados más poderosos del mundo, más tarde se derrumbó a finales del siglo XVI después de un período de guerra civil y conflictos internos que lo dejó abierto a una invasión del sultán de Marruecos.

El imperio de Songhai


Reino de Zimbabue

La fama actual del Reino de Zimbabue proviene principalmente de su capital, Gran Zimbabue, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad fue el hogar de unas 18.000 personas en su apogeo y se extendía a lo largo de un área de 7 kilómetros cuadrados. Si bien el apogeo del reino fue alrededor del año 1200, los arqueólogos estiman que la fundación del reino fue en el siglo XI. 

Esta civilización tenía el monopolio del comercio de oro y marfil desde la costa sureste del continente hacia el interior y eran afamados mineros especializados en minerales como el cobre, el hierro y el oro. La desaparición del Gran Zimbabue se produjo en torno al siglo XV, por circunstancias desconocidas, y se declive llevó al surgimiento del Imperio Mutapa.

Restos de Gran Zimbabue


Reino de Mutapa

El Imperio Mutapa (conocido también como Monomotapa) abarcó una porción verdaderamente asombrosa del sur de África, desde los ríos Limpopo y Zambeze hasta la costa del Océano Índico. Su territorio era tan grande que, si existiera hoy en día, se extendería por partes de seis naciones del sur de África. 

Cuenta la leyenda que un príncipe guerrero del Reino de Zimbabue estableció el Reino de Mutapa. En una generación, Mutapa eclipsó la gloria que era Gran Zimbabue y sus alrededores. Los portugueses, sin darse cuenta, se convirtieron en intermediarios entre la India y los reinos más pequeños de Mutapa en su intento por controlar el comercio en la región. Este interés también fue alimentado por los rumores de que las minas bíblicas del rey Salomón estaban en manos del gobernante de Mutapa.

El declive del reino comenzó a principios del siglo XVII debido a las luchas internas entre facciones, lo que le dio la oportunidad perfecta a los portugueses para convertir Mutapa en un estado vasallo.

Mapa del imperio Mutapa


La tierra de Punt

Pocas civilizaciones africanas son tan misteriosas como Punt. Los relatos históricos del reino datan de alrededor del año 2500 a. C., cuando aparece en los registros egipcios como una "Tierra de los dioses" rica en ébano, oro, mirra y animales exóticos como monos y leopardos. Se sabe que los egipcios enviaron enormes caravanas y flotillas en misiones comerciales a Punt, sobre todo durante el siglo XV a.C. reinado de la reina Hatshepsut, pero nunca identificaron dónde estaba ubicado. 

El sitio del reino legendario es aún hoy un tema muy debatido entre los historiadores. Varios lugares del continente africano han sido propuestos como candidatos potenciales, pero la mayoría cree que existió en algún lugar de la costa del Mar Rojo en África Oriental.

Relive de una expedición egipcia a la Tierra de Punt


Cartago

Conocida históricamente como el rival de la antigua Roma en las Guerras Púnicas, Cartago fue un centro comercial del norte de África que floreció durante más de 500 años. La ciudad-estado comenzó su vida en el siglo VIII o IX a.C. como un asentamiento fenicio en lo que ahora es Túnez, pero luego se convirtió en un imperio marítimo en expansión que dominó el comercio de textiles, oro, plata y cobre. 

En su apogeo, su ciudad capital contaba con casi medio millón de habitantes e incluía un puerto protegido equipado con bahías de atraque para 220 barcos. La influencia de Cartago finalmente se extendió desde el norte de África hasta España y partes del Mediterráneo, pero su sed de expansión llevó a una mayor fricción con la floreciente República romana. 

A partir del 264 a. C., las antiguas superpotencias se enfrentaron en las tres sangrientas Guerras Púnicas, la última de las cuales finalizó en el 146 a. C. con la destrucción casi total de Cartago. Hoy, casi todo lo que queda del otrora poderoso imperio son una serie de ruinas en la ciudad de Túnez.

Restos de la ciudad de Cartago

El cementerio de barcos más grande del mundo

En Mauritania, en el noroeste de África, se encuentra la ciudad de Nouadhibou (Nuadibú), una de las ciudades más importantes del país, fundada a principios del siglo XX por los franceses con el nombre de Port-Étienne.  

A pesar de ser la segunda ciudad más grande de Mauritania, se trata de una ciudad relativamente pequeña, de apenas 100.000 habitantes, pero que ofrece a los turistas diversas atracciones, como varios característicos mercados de productos locales, la posibilidad de ver manadas de focas monje en sus costa, y el que es considerado el cementerio de barcos más grande del mundo

La bahía de Nouadhibou se ha convertido desde hace décadas en el último lugar de descanso de centenares de barcos, buques y embarcaciones de todo tipo. A diferencia de otros enormes cementerios de barcos del planeta, como el de Mallows Bay en Maryland (Estados Unidos), donde quedaron los restos de barcos y naufragios de la Primera Guerra Mundial, en Nouadhibou el número de embarcaciones no ha dejado de crecer a lo largo de los años, sumando ya más de 300 restos y pecios de barcos desperdigados por la orilla y las aguas del océano Atlántico que bañan sus costas. 

El motivo principal por el que esta pequeña ciudad de Mauritania se ha convertido en el mayor cementerio de barcos del planeta es principalmente debido a la corrupción, ya que muchos funcionarios aceptan sobornos de los propietarios de los barcos para poder abandonar sus embarcaciones en la zona, y cobrar así en muchos caso el seguro. En todo caso, también es un lugar único y una de las mayores atracciones turísticas de la zona. 

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Nuadibú, el cementerio de barcos más grande del mundo

Gran Marruecos, el movimiento nacionalista y expansionista marroquí

Gran Marruecos es un concepto utilizado por diversos líderes nacionalistas marroquíes, con el objetivo de promover un expansionismo territorial del país para recuperar los territorios que consideran históricamente asociados al reino de Marruecos, basándose en las diferentes dinastías que gobernaron Marruecos desde los tiempos de los almorávides (Siglos XI y XII). 

Mapa del Gran MarruecosLas reivindicaciones territoriales de este Gran Marruecos comprenderían el actual reino de Marruecos, todo el Sáhara Occidental, el oeste de Argelia (Sáhara argelino), el norte de Mali, toda Mauritania, las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, así como las denominadas "Plazas de soberanía españolas" (el resto de los territorios españoles en el norte de África como las islas Chafarinas o el peñón de Vélez de la Gomera). En las corrientes nacionalistas más extremistas también se han llegado a incluir las Islas Canarias.  

El término Gran Marruecos se originó en los años 40, creado por el partido Istiqlal (Partido nacionalista marroquí) como una forma de protesta y propaganda política frente al dominio colonial de Francia y España, y de países fronterizos como Argelia. 

Tras conseguir Marruecos la independencia en 1956 de Francia y España, el rey Hassan II llegó al poder en 1961, retomando el concepto de Gran Marruecos para continuar con la política independentista del país y expandir sus territorios a los conseguidos por antiguas dinastías y sultanes, como el imperio Almorávide, el imperio Almohade, el sultanato Saadí o la dinastía Alauí en el siglo XVIII (la dinastía actualmente reinante en Marruecos). 

Como parte de este proceso de recuperación de territorios, Marruecos ya había conseguido con el anterior rey, Mohamed V (padre de Hassan II), recuperar varios territorios bajo el protectorado español. Tras la guerra de Ifni en 1958, conocida también como "la guerra olvidada", Marruecos recuperó la región de Tarfaya (Cabo Juby) y España mantuvo las colonias de Sidi Ifni y el Sahara español, aunque las perdería también unos años después.

El movimiento expansionista de Marruecos continuaría con Hassan II, y en octubre de 1963, comenzaba la "Guerra de las Arenas", un conflicto territorial entre Argelia y Marruecos para recuperar los territorios que Marruecos había perdido durante la época colonial, el denominado Sáhara argelino

Reunión de Fidel Castro con miembros del gobierno de Argelia en 1963El conflicto entre Marruecos y Argelia se acabó internacionalizando. En plena época de la guerra fría, países como Estados Unidos y Francia se posicionaron a favor de Marruecos frente al bloque argelino apoyado por la Unión Soviética o Cuba, lo que llevó a un estancamiento. Finalmente, la Organización para la Unidad Africana (OUA) medió en el conflicto y logró un alto el fuego, dejando finalmente las fronteras sin cambios. 

Durante los años 60, líderes políticos como Allal Al-Fasi, miembro del partido nacionalista marroquí Istiqlal, mantuvieron su discurso sobre continuar con la expansión territorial para conseguir el Gran Marruecos. La propuesta gozó de cierta popularidad en el parlamento y como consecuencia directa, Marruecos no reconocería la independencia de Mauritania hasta 1969. 

Aunque Hassan II no llegó a apoyar públicamente estas propuestas, Marruecos continuó su expansión territorial, recuperando parte del territorio cercano a Ceuta y Melilla y consiguiendo la devolución del territorio del Ifni en 1969 por parte de España. También influyó en esta decisión la presión internacional y la resolución 2072 de las Naciones Unidas de 1965, donde se solicitaba a España el cese de la "dominación colonial". 

En 1970, la ONU aprobó la resolución 2711 para realizar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental y decidir así el futuro de este territorio. Aunque España se opuso inicialmente a esta resolución, finalmente accedió a que se celebrase el referéndum en 1975. Mientras tanto, en 1973 se había fundado el Frente Polisario, un movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental para luchar contra la dominación colonial sobre el pueblo saharaui

Apoyados por Argelia, los guerrilleros del Frente Polisario comenzaron una guerra con España para conseguir su independencia, mientras Marruecos se oponía frontalmente a la consulta de autodeterminación mediante un referéndum, paralizando el proceso en los tribunales internacionales. 

Fotografía de la Marcha Verde sobre el Sáhara OccidentalEn un momento de situación política muy compleja para ambos países, con el rey Hassan II de Marruecos sufriendo una fuerte crisis interna que amenazaba su gobierno tras varios intentos de golpes de estado, y el gobierno de España paralizado por la inminente muerte del dictador Francisco Franco, el 6 de noviembre de 1975 comenzaba la denominada "Marcha verde", penetrando miles de civiles marroquíes en el territorio del Sáhara español. 

Junto a los miles de civiles marroquíes que acamparon en territorio español durante la Marcha verde, se unieron también soldados de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos, provocando el repliegue de las tropas españolas. Esta acción marroquí provocó el rechazo inmediato del Frente Polisario y del Consejo de Seguridad de la ONU, que dictó una resolución para que Marruecos se retirara de inmediato del Sáhara Occidental, considerando que esta región no forma parte de la "integridad territorial de Marruecos". Sin embargo, la ocupación de Marruecos contó con el respaldo de Estados Unidos y Francia. 

Pocos días después, el 14 de noviembre de 1975, se firmaban entre España, Marruecos y Mauritania los Acuerdos de Madrid (Acuerdo Tripartito de Madrid), por los que España se retiraría finalmente del Sáhara Occidental, cediendo la administración del territorio a estos dos países. 

El Frente Polisario comenzó inmediatamente una guerra contra Marruecos y Mauritania por el territorio del Sáhara Occidental. Mientras en febrero de 1976 las tropas españolas se retiraban definitivamente de la zona, en 1978 Mauritania renunciaba formalmente a hacerse cargo del territorio, anexionándoselo rápidamente Marruecos.

Manifestación del partido nacionalista marroquí IstiqlalDécadas después, la cuestión del Sáhara Occidental sigue sin resolverse. A pesar de haberse retirado del territorio, España es considerada por el derecho internacional como la potencia administradora del Sáhara Occidental debido a que los Acuerdos de Madrid no se consideran válidos. Un territorio ocupado actualmente por Marruecos mientras el pueblo saharaui sigue esperando a que finalmente se realice el referéndum de autodeterminación como dictaminó la ONU.

Aunque la idea del Gran Marruecos aparentemente se había diluido tras esta serie de conflictos, la relación de Marruecos con España o con otros países fronterizos como Argelia (país que ha acogido miles de refugiados saharauis y donde tiene su base el Frente Polisario) es compleja. 

Incidentes como el ocurrido en la isla español de Perejil en 2002 o el incidente del peñón de Vélez de la Gomera en agosto de 2012, con la ocupación de territorio español en el norte de África por parte de activistas e incluso de tropas marroquíes, es para muchos una muestra de que este concepto expansionista y nacionalista del Gran Marruecos sigue vigente. 

Mapa del Sáhara Occidental


La historia de Mansa Musa, la persona más rica de la historia

El sultán Musa I de Mali, conocido popularmente como Mansa Musa, fue un gobernante que expandió a base de conquistas el territorio de Mali (África) durante el siglo XIV, floreciendo el imperio tanto culturalmente como económicamente durante su reinado. 

Mansa Musa, la persona más rica de la historiaAdemás de una figura histórica y un mecenas para las ciencias, las artes, la literatura o la arquitectura, Mansa Musa es considerado el hombre más rico de la Edad Media y para muchos historiadores fue probablemente también la persona más rica de la historia

La forma de ascender al trono de Musa fue un tanto peculiar. Según los antiguos escritos del historiador árabe Ibn-Khaldun (Ibn Jaldún), el abuelo de Musa fue el visir Abu Bakr Keita (Manding Bory), quien a su vez era hermano de Sundiata Keita, el histórico fundador del imperio de Mali.

A principios del siglo XIV, cuando Musa contaba con apenas 30 años, fue nombrado como diputado heredero de Abubakari Keita II, el rey por aquella época. Se trataba de una práctica común que se realizaba cuando un rey realizaba un peregrinaje a la Meca o alguna expedición larga, asegurando así la línea sucesoria en caso de no regresar. 

El rey Abubakari Keita II se embarcó en una expedición para explorar los límites del Océano Atlántico, ya que al parecer el gobernante creía que podía llegar hasta su extremo. Una idea que en realidad no era original, como demuestran las supuestas expediciones a América anteriores a Colón, y que el emperador de Mali por entonces quiso realizar adelantándose casi dos siglos a Cristobal Colón. 

Para ello organizó una expedición con cientos de barcas llenas de hombres, con víveres y agua para poder aguantar la travesía durante varios años, una buena cantidad de oro como objeto valioso para cualquier imprevisto, y la orden de no regresar hasta que consiguieran llegar al extremo del Océano

Representación del sultán Musa I de Mali en un texto antiguoNadie regresó jamás de esta expedición oceánica, incluyendo al propio rey Abubakari Keita II, por lo que tras un año sin noticias, en torno al año 1312 Musa se convirtió en el emperador de Mali, pasando a conocerse con el tiempo como Mansa Musa, ya que "Mansa" significa literalmente "emperador", "conquistador" o "sultán". 

El gobernante sería conocido también por muchos otros nombres y apodos a lo largo de los años, gracias principalmente a sus conquistas, como "Kankou Musa", "Musa Keita I", "Mali-Koy Kankan Musa", "Gonga Musa", "el León de Mali", "Señor de las minas de Wangara" o "Conquistador de Ghanata".

Tras el ascenso de Mansa Musa al trono, se convirtió en uno de los primeros musulmanes devotos en gobernar el imperio de Mali, e intentó convertir el islam en la fe dominante entre la nobleza, si bien siguió la tradición imperial de no imponer la fe islámica al pueblo. 

Musa I de Mali conquistó 24 ciudades y sus distritos circundantes durante su reinado, expandiendo los territorios del imperio al conquistado antiguo imperio de Ghana y otras tierras que forman parte de la actual Mauritania. 

En todo caso, sus conquistas no fueron siempre militares. Musa sabía leer y escribir árabe y se interesó por la erudita ciudad de Tombuctú, que anexó pacíficamente en 1324, convirtiéndose en la capital intelectual y espiritual del islam en toda África durante los siguientes siglos. 

El imperio de Mali fue realmente próspero tanto cultural como económicamente, gracias en gran parte a su ingente cantidad de oro, ya que en aquella época fue probablemente el mayor productor de oro del mundo

Peregrinación de Mansa Musa a La MecaLa riqueza de Mali y por extensión de su emperador, Mansa Musa, se convirtió en legendaria, y buen ejemplo de ello fue la histórica peregrinación a La Meca que realizó entre 1324 y 1326, por lo que se hizo conocido en el norte de África y en Oriente Medio. 

Como musulmán devoto, Musa organizó una ostentosa peregrinación a La Meca que quedó registrada por varias fuentes y testigos presenciales de la época, que observaron asombrados la inmensa riqueza del gobernante y el nutrido séquito que lo acompañaban. Aunque los datos varían, todas las fuentes señalan que la riqueza mostrada y longitud de la procesión a su paso fue algo único. 

Al parecer Musa emprendió el viaje de peregrinación a La Meca acompañado de una guardia personal de 500 hombres y más de 12.000 esclavos, además del resto del séquito, formando una procesión compuesta en total por 60.000 personas, la mayoría de ellas vestidas con brocados y sedas persas. 

Los esclavos portaban cada uno lingotes de casi dos kilos de oro, que se sumaba a los lingotes y polvo de oro que llevaban los caballos y camellos que llevaron durante la procesión (algunas fuentes indican que también les acompañaron elefantes para poder cargar todo el oro). 

Como muestra de su generosidad, Mansa Musa fue repartiendo oro a todos los pobres que se encontró durante su viaje, haciendo también generosas donaciones a algunas ciudades que se encontró en su ruta, como El Cairo y Medina

Gastó tanto oro comprando objetos y recuerdos (con parte de su séquito comprando también esclavas turcas y etíopes) y repartió tanto oro en limosnas, que el valor del oro se depreció durante más de diez años en Egipto y Arabia, creando una recesión masiva de este metal y provocando una inflación en los precios del resto de bienes y mercancías. 

Atlas catalán de 1375El derroche de oro del emperador Musa I de Mali durante su peregrinación a la Meca tuvo un considerable impacto en el mundo islámico y cristiano de la época, y como consecuencia, tanto el imperio de Mali como la ciudad de Tombuctú aparecieron en los mapas del mundo del siglo XIV, como el Atlas catalán de 1375, uno de los mapamundis más importantes de la Edad Media

En su camino de regreso de La Meca, el gobernante acabó pidiendo grandes préstamos de oro a prestamistas de El Cairo, aunque no se sabe exactamente si lo hizo para corregir la depreciación del oro que había provocado, o simplemente si se quedó sin oro para el viaje de vuelta debido a su gasto desmedido. 

Lejos de afectar a su economía, Mali seguía siendo un imperio inmensamente rico, y Mansa Musa emprendió un programa de construcción en diversas ciudades, convirtiéndose en un mecenas para la cultura y la ciencia, mientras seguía conquistando nuevos territorios. 

Llevó a Mali a estudiosos y arquitectos árabes, que llegaron incluso de lugares tan lejanos como El Cairo o Andalucía (Al-Ándalus), para trabajar en su programa de construcción y embellecer las ciudades. Construyó mezquitas, palacios y escuelas (Madrasas) en ciudades como Gao, Tombuctú o Niani, donde se construyó un suntuoso Palacio Real

En Tombuctú edificó la grandiosa Gran Mezquita, y levantó además la Universidad de Sankore, un enorme centro de estudio que tenía capacidad para albergar a 25.000 estudiantes y contaba con una de las bibliotecas más grandes del mundo. Con más de un millón de manuscritos, la biblioteca de la Universidad de Sankore tuvo la colección de libros más importante de África desde los tiempos de la Biblioteca de Alejandría. 

El imperio de Mali en la época de Mansa MusaTombuctú se convirtió en una importante enclave comercial, pero también de la cultura islámica gracias a su Universidad. Para extender el estudio del Islam por el imperio, también se construyeron otras Universidades en lugares como Ségou y Djenné. Esta última, una ciudad ya conocida en la época por su impresionante mezquita de barro.  

Gracias a su obra, durante el reinado de Mansa Musa se produjo un considerable avance en el nivel de vida en las ciudades que formaban parte del imperio de Mali, llegando durante su apogeo a contar con cerca de 400 ciudades. 

Las noticias de la riqueza y el esplendor del imperio de Mali se extendieron rápidamente por el norte de África y por el Mediterráneo, estableciéndose varias rutas comerciales para intercambiar sus productos por oro. 

Mansa Musa moriría en el año 1337 dejando el imperio de Mali en su máximo apogeo a su hijo, Mansa Maghan Keita I, quien gobernaría unos pocos años y sería sustituido en 1341 en el trono por el hermano de Musa, Souleyman Keita

El Imperio de Malí consiguió tener una profunda influencia en la cultura del África Occidental, a lo largo del río Níger, durante los siguientes siglos, gracias en gran parte al reinado de Mansa Musa. Este histórico gobernante fue indudablemente el más rico de su tiempo y, aunque es difícil calcular con exactitud su fortuna, ajustando su patrimonio a la inflación, para la mayoría de historiadores fue la persona más rica de la historia

El histórico sultán Mansa Musa I, emperador de Mali

Grillo gigante africano

Conocido por diversos nombres como saltamontes americanos blindados, grillos de tierra blindados, grillos de arbustos blindados o grillos de maíz, el grillo gigante africano (Acanthoplus discoidalis) es una especie de Bradyporinae (insectos ortópteros) que forma parte de la familia de los saltamontes, destacando por su enorme tamaño, siendo una de las especies de grillo o saltamontes más grande del mundo.

Grillo gigante africano - Acanthoplus discoidalisEstos gigantescos insectos son nativos de países como Angola, Namibia, Botsuana, Zimbabue o Sudáfrica, y a pesar de su nombre, en realidad la especie no está directamente relacionada con los verdaderos grillos, que pertenecen a una familia diferente, los Gryllidae (gríllidos).

La especie Acanthoplus discoidalis o Grillo gigante africano es una especie no voladora de cuerpo ancho que normalmente crece hasta una longitud corporal de unos cinco centímetros, aunque puede ser incluso aún más grande, rivalizando casi en tamaño con los impresionantes insectos prehistóricos gigantes, extintos hace millones de años.

Las mandíbulas de este insecto son especialmente fuertes, capaces de infligir una dolorosa mordida, lo que permite también al animal alimentarse de hierba dura o incluso de carroña. El grillo gigante africano es un insecto omnívoro, por lo que se alimenta de forma oportunista de una gran variedad de alimentos, lo que incluye también a los miembros de su propia especie, convirtiéndose en un animal caníbal en ocasiones.

Cuando la población de esta especie alcanza su punto máximo, normalmente en otoño y se forman grandes concentraciones de animales en una determinada zona, muchos de estos insectos acaban vagando por el terreno atravesando carreteras y siendo aplastados por los coches. Una ocasión para alimentarse que sus congéneres no desaprovechan alimentándose de los cadáveres para completar su dieta ante la falta de alimentos.

Grillo gigante africano alimentándose de las cosechasAdemás de contar con un fuerte exoesqueleto blindado, la especie tiene un curioso sistema de defensa contra los depredadores basado en el "sangrado reflejo" o "autohemorragia", consistente en que los insectos arrojan hemolinfa por los poros de su exoesqueleto, alcanzando un rango de unos pocos centímetros.

Después de utilizar esta autohemorragia como sistema de defensa, los insectos se limpian meticulosamente, según creen los investigadores, debido a que esta acción reduce la probabilidad de que otros miembros de la especie los ataquen de forma caníbal.

La forma de reproducción del Acanthoplus discoidalis es un proceso especialmente lento pero efectivo. El cortejo y el apareamiento comienza habitualmente al atardecer y generalmente se completa al amanecer. Sin embargo, la especie se reproduce muy exitosamente en determinadas épocas del año, creando enormes plagas que causan auténticos problemas en los cultivos.

A pesar de que los grillos gigantes africanos no pueden volar y las plagas se pueden controlar relativamente fácil gracias a los insecticidas o simplemente construyendo vallas y cercas o cavando zanjas, en los años especialmente exitosos para la especie pueden provocar la pérdida de hasta un 40% de los cultivos.

Especie Acanthoplus discoidalis

Abuna Yemata Guh en Etiopía, la iglesia más inaccesible del mundo

En el distrito de Hawzen (región de Tigray) en Etiopía, se encuentra la iglesia de Abuna Yemata Guh, una antigua iglesia monolítica enclavada en un enorme risco, cuya única forma de acceder hasta ella es escalando las escarpadas paredes de roca.

La iglesia de Abuna Yemata Guh en EtiopíaEl difícil camino hasta su interior ofrece a cambio su premio a los visitantes o feligreses que consiguen llegar. Abuna Yemata Guh es popularmente conocida por ser la iglesia más inaccesible del mundo, pero no es su único atractivo, ya que este histórico templo cuenta con pinturas murales de cerca de 1.500 años de antigüedad y una sorprendente arquitectura en roca.

La origen de la iglesia de Abuna Yemata Guh en Etiopía no se sabe con exactitud. Según las leyendas locales, este templo fue excavado en la roca en torno al siglo V o principios del siglo VI, siendo dedicado a Abuna Yemata (Abba Yem'ata), uno de los denominados "Nueve Santos". En la tradición del cristianismo ortodoxo, estos Nueve Santos son un grupo de misioneros que fueron fundamentales en el crecimiento inicial del cristianismo en lo que hoy es Etiopía a finales del siglo V. Se cree que provenían de Siria, Constantinopla y Roma.

El mito nos cuenta que la iglesia lleva el nombre del padre Yemata por el sacerdote que se dedicó a tallar el templo en el acantilado hace 1.500 años. Algunos dicen que eligió esta peligrosa ubicación en lo alto del risco para escapar de los enemigos, mientras que otros creen que fue un intento de encontrar la verdadera divinidad.

La iglesia de Abuna Yemata Guh está situada en la zona de Gere-alta, en el distrito o "Woreda" de Hawzen, como parte de la Región de Tigray, en el norte de Etiopía. Forma parte de un conjunto único de 35 iglesias excavadas en roca que se puede encontrar por toda esta región del país, siendo la más destacada de todas ellas.

Escalando a la iglesia de Abuna Yemata Guh en EtiopíaPara llegar hasta la entrada de la iglesia es necesario hacer un peligroso ascenso por un empinado camino en la roca, con tramos en los que hay que escalar por una pared de roca casi vertical, existiendo únicamente algunos pequeños puntos de apoyo como ayuda. Los visitantes tienen que cruzar además un puente de piedra natural, con una caída de aproximadamente 250 metros a cada lado, y luego atravesar una estrecha pasarela de madera.

El desvencijado puente de madera comunica con una repisa con zonas de apenas 50 centímetros de ancho, que recorre la roca junto a un acantilado de más de 300 metros de altura, y que lleva finalmente al visitante hasta la entrada de Abuna Yemata Guh, y a una vista espectacular de todo el valle.

A un ritmo normal de escalada se tarda aproximadamente 45 minutos en llegar desde la base del risco hasta la entrada de la iglesia. Un recorrido que increíblemente también realizan los lugareños cuando llevan a los recién nacidos hasta Abuna Yemata Guh para ser bautizados.

En los alrededores se pueden ver también las tumbas donde yacen los monjes del lugar fallecidos, con la particularidad de que son tumbas abiertas llenas de restos óseos (se dice que ningún sacerdote ha muerto por caerse del acantilado).

Pinturas en el interior de la iglesia Abuna Yemata Guh en EtiopíaLas pinturas y frescos en el interior de la iglesia se remontan a la llegada del cristianismo a Etiopía, en torno al siglo V.

La mayoría están inspiradas en los Nueve Santos y los Doce Apóstoles, predominando las figuras del Antiguo Testamento sobre las del Nuevo Testamento, y es probable que se utilizaran también durante siglos como una forma de "educar" a la población analfabeta de la época. En su interior la iglesia contiene además una Biblia ortodoxa con coloridas hojas hechas de piel de cabra.

A pesar de su antigüedad, tanto las pinturas en las paredes como en el techo y las cúpulas de la iglesia se conservan en muy buen estado. La razón de su excelente conservación se cree que se debe al clima de la región, donde es característico el aire seco y la falta de humedad, preservando estos frescos casi en su estado original.

La entrada a la iglesia Abuna Yemata Guh

Los riscos donde se encuentra la iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

Un tramo del peligroso ascenso hasta la iglesia Abuna Yemata Guh

Pinturas del techo - Iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

Interior de la Iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

Biblia de la iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

Una de las ventanas de la iglesia Abuna Yemata Guh

Monje en la puerta de la Iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

Vista aérea de la iglesia Abuna Yemata Guh en Etiopía

El San Pedro de África, la Basílica de Yamusukro

En Yamusukro, capital de Costa de Marfil, encontramos la Basílica de Nuestra Señora de la Paz, uno de los templos católicos más grandes del mundo, conocido popularmente como el "San Pedro de África" debido a que fue construido imitando la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Basílica de Yamusukro, el San Pedro de ÁfricaFélix Houphouët-Boigny, antiguo presidente de Costa de Marfil y artífice de su independencia en 1960, fue quien encargó la construcción de esta enorme basílica al arquitecto libanés Pierre Fakhoury. Antes de comenzar las obras, el Papa Juan Pablo II bendijo la primera piedra de esta iglesia en agosto de 1985, colocándose la primera piedra de la Basílica en febrero de 1986 y comenzado así oficialmente los trabajos.

La construcción de la Basílica de Yamusukro se alargó durante tres años, hasta septiembre de 1989, y tuvo un coste aproximado de 300 millones de dólares que al parecer pagó de su propio bolsillo el por entonces presidente de Costa de Marfil Félix Houphouët-Boigny. En realidad no se sabe con certeza su coste final, que según algunas estimaciones podría haber alcanzado los 600 millones de dólares.

Ubicada en las afueras de la ciudad de Yamusukro, fue levantada a imagen y semejanza de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, y aunque no es una réplica perfecta, las dimensiones de la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamusukro son enormes. Está construida en mármol importado de Italia, con una longitud de 195 metros y 150 metros de ancho, además de contar con una gigantesca cúpula cuya altura es de 158 metros.

Interior de la Basílica de Nuestra Señora de la Paz - Costa de MarfilEn su interior abundan las columnas, y está decorada con 7.000 metros cuadrados de vidrieras importadas desde Francia. Los 7.000 bancos de madera disponibles para sentarse los feligreses se construyeron con madera de Iroko.

Debido a su colosal tamaño se trata de una de las iglesias más grandes del mundo, capaz de albergar a 18.000 personas en su interior, y a cerca de 300.000 más en su explanada exterior, cubriendo en total un área de 30.000 metros cuadrados.

Curiosamente, la ostentosidad del edificio no sentó nada bien en el Vaticano, y la Santa Sede inicialmente se negó a consagrarla y aceptarla como parte de la iglesia católica. Finalmente se llegó a un acuerdo entre los obispos locales africanos y la Santa Sede. El "San Pedro de África" fue consagrado como templo católico por el Papa Juan Pablo II en septiembre de 1990 con la condición de que se construyera un hospital cerca del lugar, que tras años de obras y retrasos finalmente fue inaugurado en 2015.

Basílica de Nuestra Señora de la Paz - Costa de Marfil

Mitos y leyendas de África

La mitología africana es una de las grandes desconocidas para el mundo occidental. Con más de 1.200 millones de habitantes, en África se hablan más de 1.000 idiomas, y hay una gran variedad de religiones étnicas.

Mitos y leyendas de ÁfricaEn la mayoría de las culturas africanas, su historia y sus creencias han sido explicadas y transmitidas a través de las tradiciones orales y la narración de historias, creando un rico folclore popular.

Muchos de los mitos y leyendas de África tratan conceptos comunes como la vida después de la muerte o el origen del universo, pero también se incluye la creencia en la magia, los espíritus ancestrales, seres celestiales, o curiosas leyendas sobre los animales.

A diferencia de gran parte del mundo occidental, donde estas historias populares han pasado a formar parte del pasado, en África los mitos y leyendas han perdurado con el paso del tiempo, y siguen formando parte integral de la vida cotidiana de muchos africanos.

Kaang


Los bosquimanos (hombres del bosque), conocidos también como pueblo San, Basarawa, Sho o Kung, son expertos en encontrar agua en casi cualquier sitio por inhóspito que sea, siendo conocidos habitualmente como los nómadas de África. En las últimas décadas, muchos se han convertido en agricultores debido a los peligros que nuestra vida moderna representa para su estilo de vida tradicional de cazadores-recolectores. En el pasado, ocupaban un extenso territorio que se extendía desde el sur de África hasta Kenia.

Bosquimanos alrededor de una hogueraSegún sus creencias, el dios supremo Kaang creó el mundo, y todos los animales y seres humanos vivían juntos en paz, cada criatura comprendía a todos los demás y ninguna criatura quería nada. Satisfecho con su creación, Kaang convocó a todas las personas y animales bajo el gran árbol para indicarles las leyes del nuevo mundo. Dirigiéndose a los humanos, dijo "Bajo ninguna circunstancia debes hacer fuego; hacer tal cosa sería traer un gran mal sobre este hermoso mundo".

Sin embargo, un día el sol desapareció del horizonte, y los humanos atemorizados por la oscuridad y el frío, desobedecieron a Kaang y encendieron un fuego. Los animales huyeron aterrorizados por el fuego, y aunque sus amigos los humanos les llamaban para que volvieran, éstos ya no podían entenderles. Al romper la promesa a Kaang, también habían roto el entendimiento entre humanos y animales para siempre.

En otra de sus historias más populares, la esposa de Kaang dio a luz a un eland (el antílope africano). El dios alimentó al animal, pero sus dos hijos lo mataron por error. Kaang exigió que se hirviera la sangre del eland, y como resultado, sus restos se dispersaron por todo el paisaje, convirtiéndose a su vez en otro antílope y en más animales. De esta manera, Kaang proporcionó la carne que toda su gente caza, mata y come hasta el día de hoy.

Los Biloko


Conocidos también como Eloko, los Biloko son una especie de criatura enana diabólica que, según el mito, deambula por las zonas más remotas del centro de África. Se cree que son los espíritus de los antepasados ​​de las personas que viven allí.

La leyenda dice que cazan en el bosque por su rencor con los vivos, siendo considerados entidades malvadas. Los Biloko viven en la parte más densa y oscura de la selva tropical de Zaire, y guardan celosamente sus tesoros. Solo los cazadores más intrépidos se adentran en el bosque profundo y sobreviven, porque para tener éxito, los cazadores deben poseer una magia fuerte. Hay muchas historias sobre esposas que insisten en unirse a sus maridos en el bosque solo para desmayarse tan pronto como ven su primer Eloko.

Representación de un Eloko - BilokoLos Biloko viven en árboles huecos y van vestidos solo con hojas, no tienen cabello, y solo la hierba crece en sus cuerpos. Tienen ojos penetrantes, hocicos con bocas que se pueden abrir lo suficiente como engullir un cuerpo humano, vivo o muerto, y garras largas y afiladas. Poseen pequeñas campanas, que, en África Central, se cree que pueden hechizar a los humanos, por lo que es recomendable llevar un amuleto o un fetiche que pueda ofrecer protección contra este tipo de magia.

Una de las leyendas más conocidas sobre los Biloko, narra un día en que un cazador llevó a su esposa, ante su insistencia, al bosque, donde tenía una choza con una empalizada alrededor. Cuando salió a inspeccionar sus trampas, le dijo: "Cuando oigas una campana, no te muevas. Si lo haces, ¡morirás!". Poco después de que él se fuera, oyó el encantador sonido de una pequeña campana acercándose.

Una voz amable, como la de un niño, le pidió que lo dejaran entrar a su habitación. La mujer abrió la puerta y apareció un Eloko, que olía como el bosque, se veía pequeño e inocente. Ella le ofreció puré de plátano con pescado frito, pero el Eloko se negó: "Comemos solo carne humana. No he comido durante mucho tiempo. Dame un pedazo de tu brazo". Finalmente, la mujer, bajo el hechizo del Eloko, accedió a su petición. Esa noche, el esposo solo encontró los huesos de la mujer al regresar a la choza.

Adu Ogyinae


Según la mitología Asante o pueblo Ashanti, un grupo étnico de Ghana, Adu Ogyinae es considerado el primer hombre, existiendo varias historias sobre el origen del hombre. Tal como cuenta la leyenda, todos los humanos vivían en lo más profundo de la tierra. Un día, siete hombres, cinco mujeres, un leopardo y un perro se arrastraron por un agujero hecho por un enorme gusano para ver que había en el exterior.

Tribu de los AsanteTras llegar a la superficie, miraron a su alrededor, y todos quedaron aterrorizados ante lo que vieron, excepto Adu Ogyinae, el primer hombre en subir a la superficie. Adu Ogyinae parecía entender el mundo y sus maravillas, así que se erigió como el líder, los calmó y les dio fuerza al ponerles las manos encima. Agrupó a la gente en equipos de trabajo, y coordinó la construcción de sus primeros refugios hasta que un árbol que estaba talando cayó y lo mató.

Entonces el perro fue enviado en busca de fuego. La carne se cocinó con la llama que trajo y se le alimentó para probar si era segura. Cuando el perro no mostró signos de enfermedad, todos los demás comenzaron a comer. Nyame, dios de la creación, se encontró con uno de los miembros del grupo y lo convirtió en su asistente. Manteniendo la tradición, cada año los Ashanti celebran ceremonias en el bosque para conmemorar a los primeros seres humanos.

Kileken


Como una tribu seminómada (no viven en solo lugar, ya que migran con sus casas y sus pertenencias en busca de tierra y alimento), la tribu de los masáis vive entre Kenia meridional y Tanzania septentrional.

Masái observando KilekenAunque muchos de ellos hablan ya inglés y se han ido convirtiendo al cristianismo, la mayoría hablan lenguas tradicionales como el maa o el suajili, y mantienen su religión tradicional y sus costumbres. Entre las leyendas masái, destaca Kileken o Kileghen, el mito de los masáis sobre el planeta Venus.

Según el mito, el planeta Venus se llama Kileken y visita la Tierra en forma de un niño pequeño. El niño se hace amigo de un viejo granjero y cuida su ganado, mientras el hombre acepta dejar que el niño conserve lo único que tiene, el secreto de su origen.

Cuando el hombre traiciona su confianza y espía a Kileken, el niño desaparece en una luz brillante y vuelve a los cielos. Es la forma de explicar mediante el mito por qué se ve el planeta Venus durante la mañana y la noche.

Al igual que en otras sociedades, los maasai creían que Venus era dos cuerpos separados cuando se veían por la mañana y por la tarde. Kileken era la apariencia de la "estrella de la mañana". Cuando se podía ver y los hombres aún no habían regresado de la cacería, las mujeres rezaban por su seguridad. La "estrella de la tarde" era conocida como Leken y su aparición anunciaba el nacimiento de la luna.

La reina de la lluvia


Para la tribu de los Balobedu (Lobedu) en Sudáfrica, la reina de las lluvias es una parte fundamental de su cultura e historia. Conocida como Modjadji, se dice que la reina es una encarnación viviente de la diosa de la lluvia, que se va heredando de generación en generación de madre a hija.

Makobo Modjadji, la última reina de la lluviaSe cree que su origen proviene de un antiguo jefe en Monomotapa (sureste de Zimbabue) en el siglo XVI, a quien sus antepasados le dijeron que al fecundar a su hija Dzugundini, la hija resultante, Modjadji, tendría habilidades para hacer llover cuando quisiera.

Debido a que Modjadji es la encarnación de la lluvia, incluso su estado de ánimo influye en el clima. También se cree que puede enviar tormentas para destruir a los enemigos de los Balobedu, o enviar una lluvia suave para nutrir a sus amigos. Los visitantes de otras tribus de la zona siempre traían sus regalos y tributos, incluido el ganado y sus hijas como esposas, para apaciguarla y llevar la lluvia a sus poblados.

Cada año, los poderes de la Reina de la lluvia se muestran en el asentamiento Ga-Modjadji durante la ceremonia de la lluvia. Se espera que todas las reinas se suiciden con veneno a la edad de 60 años. Ese día, todos los ingredientes de la reina para la lluvia, los objetos preciados y los encantamientos mantenidos en secreto durante su reinado, pasan a su sucesora.

Kalunga


Los Ambundu o Mbundu de Angola, un pueblo perteneciente a los Bantú, cuentan entre sus mitos con Kalunga, una palabra que asocian tanto a la muerte, como al propio inframundo o a su Rey, como también al Rey del mar, llamado en ocasiones "Kalunga Ngombe". Otras tribus como Ndonga y los Kwanyama, al sur de Angola, usan este nombre para su Dios Supremo.

Arraigado en el folclore popular de estos pueblos bantú se narra la leyenda del Rey Kitamba kia Shiba. Kitamba era un gran jefe que vivía en Kasanji, y perdió a su esposa, la reina Muhungu (Muhongo), llorando por ella durante días. No solo se lamentaba a sí mismo, sino que insistía en que su gente compartiera su dolor. "

El inframundo de KalungaOtros jefes protestaron, pero Kitamba se mantuvo en su obstinación y ordenó que no hablaría ni comería ni permitiría que nadie lo hiciera hasta que le devolvieran su reina. Los jefes se reunieron y llamaron a un curandero (kimbanda). Tras recibir el pago por su trabajo, un arma y una vaca, escuchó a Kitamba y le dijo que lo resolvería, y traería a la reina de las garras de Kalunga (el reino de los muertos).

Recogió hierbas y preparó una infusión, con la que debían lavarse tanto el rey Kitamba como toda su gente. Cavaron una tumba en la choza del curandero, donde se metió junto a su hijo, para descender ambos a la tierra de los muertos. Allí pronto se encontró con la reina, quien le mostró a Kalunga-ngombe, el señor del inframundo, y le explicó que al final acaba devorando a todos y nadie puede escapar.

La reina le señaló también una figura sombría encadenada, el espíritu del Jefe Kitamba, que estaba destinado a morir pronto. Dándole un brazalete funerario como prueba de su encuentro, la reina devolvió al curandero al mundo de los vivos, diciéndole que nadie que entrara en Kalunga podría irse nunca y que no debería comer nada de comida o hablar de la inminente muerte de Kitamba. De lo contrario, él y su hijo serían forzados a permanecer en el inframundo. Cuando regresó, le presentó a Kitamba el brazalete, y el rey confirmó que efectivamente era el de Muhungu.

Anansi


En África occidental, Anansi es uno de los personajes más importantes de las leyendas y cuentos populares, transmitiéndose las historias de forma oral durante generaciones.

El mito de AnansiConocido también como Ananse, Kwaku Ananse y Anancy, habitualmente toma la forma de una araña y es considerado el espíritu del conocimiento en las historias, intentando engañar a los humanos para que hagan algo inmoral que los beneficiaría, pero que normalmente acaban en fracaso, enseñando a los oyentes una importante lección para la vida.

La leyenda popular más conocida sobre Anansi, nos cuenta su intento de atesorar la sabiduría de todo el mundo en una olla. Cuando finalmente la araña tuvo éxito, intentó esconder la olla en la cima de un árbol donde nadie podría encontrarla.

Ató la olla y trató de trepar al árbol, pero el avance era muy lento mientra. Su hijo, que lo había seguido, le preguntó por qué no se ataba la olla a la espalda para poder escalar más fácilmente. Al darse cuenta del ingenio de su hijo, la olla se resbaló y cayó al suelo. La sabiduría se desvaneció y una repentina tormenta la arrastró al río y de allí a las aguas del océano, por lo que todos en el mundo ahora poseen un poco de esa sabiduría.

Las historias de Anansi cruzaron el océano debido a la trata de esclavos, asentándose este mito africano en varias zonas del Caribe, donde es conocido como Nancy, Aunt Nancy, o Sister Nancy. Se celebra como un símbolo de la resistencia y la supervivencia de los esclavos, ya que Anansi es capaz de cambiar las tornas sobre sus poderosos opresores utilizando su astucia y engaño.

Mitología de África