El 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa atacaba la base naval de Estados Unidos de Pearl Harbour, en el archipiélago de Hawái. Cuatro días después, Alemania, como aliado de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, declaraba oficialmente la guerra a Estados Unidos.
Hasta entonces los norteamericanos se habían mantenido hasta cierto punto al margen del conflicto, facilitando armamento y suministros a sus aliados británicos pero sin participar de forma activa en las batallas y en una posición técnicamente neutral, al menos de forma oficial. Sin embargo, estos dos hechos propiciaron la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, teniendo que combatir en dos frentes con el coste astronómico que eso suponía.
En Washington se analizaron los posibles costes y se estimó que ganar la guerra le costaría a Estados Unidos cerca de 300.000 millones de dólares de la época (4,4 billones actuales), una cantidad ingente de dinero que al Gobierno americano no le sería fácil afrontar. Se decidió por tanto que para poder financiar su participación en la guerra, la mitad se recaudaría mediante impuestos y los otros 150.000 millones se financiarían con Bonos de Guerra (War Bonds) que los ciudadanos americanos comprarían para ayudar a su país.
En aquella época la situación económica de las familias estadounidenses no era especialmente boyante, los ingresos medios familiares eran de 2.000 dólares al año y el país no se había terminado de recuperar económicamente del Crack del 29 y sus consecuencias. Tras iniciarse la Segunda Guerra Mundial en 1939 en Europa, Estados Unidos emitió los llamados Bonos de Defensa (Defense Bonds) para reducir la inflación en el país. Con la entrada en el conflicto estos Bonos pasaron a llamarse Bonos de Guerra para apelar al espíritu patriótico y que servirían para financiar al país.
Debido en parte al auténtico shock que supuso para la población el ataque a Pearl Harbour, las ganas de vengar la afrenta recibida y sobre todo a una espectacular campaña mediática, la venta de los "War Bonds" fueron un rotundo éxito, superando incluso las previsiones más optimistas. La venta de Bonos de Guerra de Estados Unidos fue probablemente la mayor campaña de publicidad y de financiación de la Historia.
El 1 de mayo de 1941 se pusieron en circulación la primera Serie E de Bonos de Defensa que poco después se denominarían Bonos de Guerra. El presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt fue el primero en adquirirlos en un acto público. Los Bonos eran nominales y se podían adquirir en participaciones de 25$, 50$, 75$, 100$, 200$, 500$, 1.000$, 5.000$ y 10.000$. Aunque se podían recuperar a los dos meses, no generaban intereses hasta pasado un año desde su compra. Se lanzaron también sellos a un precio de 10 centavos para quien no pudiese adquirir un Bono completo, éstos se coleccionaban en álbumes de sellos aprobados por el Tesoro hasta que se acumularan suficientes sellos para completar un Bono de Guerra.
Se realizó por toda Norteamérica una gigantesca campaña de publicidad apelando al deber moral y espíritu patriótico de los 134 millones de estadounidenses para que compraran Bonos y ayudar así a financiar a su país en el esfuerzo bélico. La campaña se inició con anuncios en radio, prensa y carteles publicitarios, contratándose a los mejores publicistas de la época procedentes de Nueva York con el objetivo de que la gente conociera lo antes posible la existencia de estos Bonos de Guerra.
La ola de patriotismo se extendió rápidamente y poco después se sumaron a la campaña numerosas empresas privadas y organizaciones que también incluían en sus anuncios publicitarios algún mensaje sobre la necesaria compra de Bonos de Guerra.
Además se unieron un buen número de artistas famosos, políticos e incluso algunos creadores de cómics, contratados por el Gobierno para ayudar a promocionar los "War Bonds" a través de sus historias y personajes. Como consecuencia, por ejemplo los cortometrajes animados de Superman de los años 40 están además claramente influenciados por la propaganda bélica.
La campaña comenzó con un gran éxito, en menos de un mes las encuestas realizadas para comprobar el impacto de la campaña entre la ciudadanía indicaban que el 90% de los encuestados conocía la existencia de los Bonos.
Uno de los grandes apoyos a esta gigantesca campaña de publicidad vino de Hollywood. Más de 300 estrellas de cine, entre las que se encontraban algunas de las grandes divas del Hollywood clásico, como Bette Davis, Judy Garland o Rita Hayworth realizaron giras por todo el país para promover la venta de Bonos de Guerra en una gira global llamada "Stars Over America".
Además de diversas campañas de publicidad y promoción, participaron en varias presentaciones de películas a las que se podía asistir exclusivamente con la compra de un Bono de Guerra como entrada y grandes mítines como los que realizaron varias estrellas en Chicago donde vendieron 15 millones de dólares en Bonos. Las estrellas de Cine de Hollywood no defraudaron y consiguieron recaudar con su campaña más de 800 millones de dólares, muy por encima de lo previsto.
Durante toda la guerra se siguieron realizando actos y campañas publicitarias para promocionar la venta de Bonos. La conocida cadena de Televisión CBS (Columbia Broadcasting System) organizó un maratón televisivo durante 16 horas consiguiendo recaudar más de 40 millones de dólares. Warner Brothers por su parte produjo en 1942 un corto de animación protagonizado por Bugs Bunny con el título de Any Bonds Today? (link al video) donde se animaba a comprar bonos a la población. El famoso compositor Irving Berlin (autor de God Bless America) escribió una canción con el mismo título, Any Bonds Today? que se hizo muy popular y se utilizó de forma mediática por el Departamento del Tesoro para el programa de Bonos.
El artista Norman Rockwell, pintó para la ocasión cuatro pinturas al óleo denominadas The Four Freedoms (Las 4 libertades) que se publicaron durante varias semanas en la revista The Saturday Evening Post siendo un gran éxito, organizándose a la vez una exposición itinerante de las pinturas que recaudó 132 millones de dólares.
La NFL participó también en la causa donando parte de sus ingresos de varios partidos de exhibición y en 1942 muchos de sus jugadores realizaron giras o dieron mítines para vender Bonos, consiguiendo recaudar más de 4 millones de dólares.
El 26 de junio de 1944 se celebró en Nueva York un original partido de beisbol de seis entradas entre los equipos New York Giants, Brooklyn Dodgers y los New York Yankees para recaudar fondos para los Bonos de Guerra. Asistieron más de 50.000 personas y el resultado final fue Dodgers 5, Yankees 1, Giants 0. Se consiguió recaudar más de 56 millones de dólares en venta de Bonos.
Toda esta campaña mediática se tradujo en un éxito de recaudación sin precedentes. Al final de la Segunda Guerra Mundial, 85 millones de estadounidenses habían comprado Bonos de Guerra sumando una cantidad total de 185.000 millones de dólares, muy por encima de las previsiones más optimistas del Gobierno norteamericano. Una suma de dinero increíble para ayudar a financiar la guerra que no ha podido ser aún igualada en la historia.
La Serie E de Bonos se continuó vendiendo hasta 1980 cuando fueron reemplazados por la nueva Serie EE. Según los últimos informes, se cree que a día de hoy existen todavía miles de millones de dólares en Bonos de Guerra que nunca fueron reclamados.
Hasta entonces los norteamericanos se habían mantenido hasta cierto punto al margen del conflicto, facilitando armamento y suministros a sus aliados británicos pero sin participar de forma activa en las batallas y en una posición técnicamente neutral, al menos de forma oficial. Sin embargo, estos dos hechos propiciaron la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, teniendo que combatir en dos frentes con el coste astronómico que eso suponía.
En Washington se analizaron los posibles costes y se estimó que ganar la guerra le costaría a Estados Unidos cerca de 300.000 millones de dólares de la época (4,4 billones actuales), una cantidad ingente de dinero que al Gobierno americano no le sería fácil afrontar. Se decidió por tanto que para poder financiar su participación en la guerra, la mitad se recaudaría mediante impuestos y los otros 150.000 millones se financiarían con Bonos de Guerra (War Bonds) que los ciudadanos americanos comprarían para ayudar a su país.
En aquella época la situación económica de las familias estadounidenses no era especialmente boyante, los ingresos medios familiares eran de 2.000 dólares al año y el país no se había terminado de recuperar económicamente del Crack del 29 y sus consecuencias. Tras iniciarse la Segunda Guerra Mundial en 1939 en Europa, Estados Unidos emitió los llamados Bonos de Defensa (Defense Bonds) para reducir la inflación en el país. Con la entrada en el conflicto estos Bonos pasaron a llamarse Bonos de Guerra para apelar al espíritu patriótico y que servirían para financiar al país.
Debido en parte al auténtico shock que supuso para la población el ataque a Pearl Harbour, las ganas de vengar la afrenta recibida y sobre todo a una espectacular campaña mediática, la venta de los "War Bonds" fueron un rotundo éxito, superando incluso las previsiones más optimistas. La venta de Bonos de Guerra de Estados Unidos fue probablemente la mayor campaña de publicidad y de financiación de la Historia.
El 1 de mayo de 1941 se pusieron en circulación la primera Serie E de Bonos de Defensa que poco después se denominarían Bonos de Guerra. El presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt fue el primero en adquirirlos en un acto público. Los Bonos eran nominales y se podían adquirir en participaciones de 25$, 50$, 75$, 100$, 200$, 500$, 1.000$, 5.000$ y 10.000$. Aunque se podían recuperar a los dos meses, no generaban intereses hasta pasado un año desde su compra. Se lanzaron también sellos a un precio de 10 centavos para quien no pudiese adquirir un Bono completo, éstos se coleccionaban en álbumes de sellos aprobados por el Tesoro hasta que se acumularan suficientes sellos para completar un Bono de Guerra.
Se realizó por toda Norteamérica una gigantesca campaña de publicidad apelando al deber moral y espíritu patriótico de los 134 millones de estadounidenses para que compraran Bonos y ayudar así a financiar a su país en el esfuerzo bélico. La campaña se inició con anuncios en radio, prensa y carteles publicitarios, contratándose a los mejores publicistas de la época procedentes de Nueva York con el objetivo de que la gente conociera lo antes posible la existencia de estos Bonos de Guerra.
La ola de patriotismo se extendió rápidamente y poco después se sumaron a la campaña numerosas empresas privadas y organizaciones que también incluían en sus anuncios publicitarios algún mensaje sobre la necesaria compra de Bonos de Guerra.
Además se unieron un buen número de artistas famosos, políticos e incluso algunos creadores de cómics, contratados por el Gobierno para ayudar a promocionar los "War Bonds" a través de sus historias y personajes. Como consecuencia, por ejemplo los cortometrajes animados de Superman de los años 40 están además claramente influenciados por la propaganda bélica.
La campaña comenzó con un gran éxito, en menos de un mes las encuestas realizadas para comprobar el impacto de la campaña entre la ciudadanía indicaban que el 90% de los encuestados conocía la existencia de los Bonos.
Uno de los grandes apoyos a esta gigantesca campaña de publicidad vino de Hollywood. Más de 300 estrellas de cine, entre las que se encontraban algunas de las grandes divas del Hollywood clásico, como Bette Davis, Judy Garland o Rita Hayworth realizaron giras por todo el país para promover la venta de Bonos de Guerra en una gira global llamada "Stars Over America".
Además de diversas campañas de publicidad y promoción, participaron en varias presentaciones de películas a las que se podía asistir exclusivamente con la compra de un Bono de Guerra como entrada y grandes mítines como los que realizaron varias estrellas en Chicago donde vendieron 15 millones de dólares en Bonos. Las estrellas de Cine de Hollywood no defraudaron y consiguieron recaudar con su campaña más de 800 millones de dólares, muy por encima de lo previsto.
Durante toda la guerra se siguieron realizando actos y campañas publicitarias para promocionar la venta de Bonos. La conocida cadena de Televisión CBS (Columbia Broadcasting System) organizó un maratón televisivo durante 16 horas consiguiendo recaudar más de 40 millones de dólares. Warner Brothers por su parte produjo en 1942 un corto de animación protagonizado por Bugs Bunny con el título de Any Bonds Today? (link al video) donde se animaba a comprar bonos a la población. El famoso compositor Irving Berlin (autor de God Bless America) escribió una canción con el mismo título, Any Bonds Today? que se hizo muy popular y se utilizó de forma mediática por el Departamento del Tesoro para el programa de Bonos.
El artista Norman Rockwell, pintó para la ocasión cuatro pinturas al óleo denominadas The Four Freedoms (Las 4 libertades) que se publicaron durante varias semanas en la revista The Saturday Evening Post siendo un gran éxito, organizándose a la vez una exposición itinerante de las pinturas que recaudó 132 millones de dólares.
La NFL participó también en la causa donando parte de sus ingresos de varios partidos de exhibición y en 1942 muchos de sus jugadores realizaron giras o dieron mítines para vender Bonos, consiguiendo recaudar más de 4 millones de dólares.
El 26 de junio de 1944 se celebró en Nueva York un original partido de beisbol de seis entradas entre los equipos New York Giants, Brooklyn Dodgers y los New York Yankees para recaudar fondos para los Bonos de Guerra. Asistieron más de 50.000 personas y el resultado final fue Dodgers 5, Yankees 1, Giants 0. Se consiguió recaudar más de 56 millones de dólares en venta de Bonos.
Toda esta campaña mediática se tradujo en un éxito de recaudación sin precedentes. Al final de la Segunda Guerra Mundial, 85 millones de estadounidenses habían comprado Bonos de Guerra sumando una cantidad total de 185.000 millones de dólares, muy por encima de las previsiones más optimistas del Gobierno norteamericano. Una suma de dinero increíble para ayudar a financiar la guerra que no ha podido ser aún igualada en la historia.
La Serie E de Bonos se continuó vendiendo hasta 1980 cuando fueron reemplazados por la nueva Serie EE. Según los últimos informes, se cree que a día de hoy existen todavía miles de millones de dólares en Bonos de Guerra que nunca fueron reclamados.