Considerado generalmente como el mayor conflicto bélico en la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial se alargó durante seis años y en el desarrollo de la contienda se vieron implicadas todas las potencias de la época, así como una buena parte del resto de naciones del mundo, dejando como resultado millones de muertos y una nueva configuración política del planeta.
La Segunda Guerra Mundial es probablemente también el episodio histórico más analizado y estudiado de todos. El resultado del conflicto y sus consecuencias todos los niveles, tanto económicas como políticas y sociales, configuraron el desarrollo del mundo durante las siguientes décadas.
Hacemos un repaso por unas cuantas curiosidades de la Segunda Guerra Mundial, por lo general muy poco conocidas, y que pueden servir también para entender un poco mejor lo sucedido durante aquellos años, o al menos para conocer anécdotas y extraños proyectos que se produjeron en aquellos años y que rara vez aparecen en los libros de texto.
HMS Habbakuk, el portaaviones de hielo
Uno de los factores que definió a la Segunda Guerra Mundial, es que fue una época durante la que muchos científicos desarrollaron nuevas armas y otros equipamientos militares para contribuir en los esfuerzos para ganar la guerra, si bien es cierto que muchas de estas ideas no llegaron a concretarse y en muchos caso no pasaron ni de las fases de diseño.
Entre los proyectos más curiosos, se encuentra la idea de desarrollar un portaaviones de hielo, que se encuadraba dentro del Proyecto Habbakuk, llamado así por el científico Geoffrey Pyke por el nombre de un profeta del Antiguo Testamento.
La idea del proyecto se basaba en que, debido a que el hielo era insumergible, los barcos de hielo debían ser por tanto prácticamente invulnerables a los ataques con bombas y torpedos, ya que teóricamente se repararían fácilmente vertiendo agua en los agujeros y congelándola posteriormente.
Las proporciones colosales que hubiera tenido este portaaviones de hielo de llegar a construirse eran sencillamente impresionantes. El HMS Habbakuk podía alcanzar los 1.200 metros de eslora, 180 metros de manga, 50 metros de calado y un tener un desplazamiento total de 2.000.000 de toneladas (por comparación, un portaaviones de la clase Essex desplaza 35.000 toneladas). Incluso se llegó a establecer Canadá cono el lugar donde se construiría este gigantesco portaaviones, utilizando para ello 280.000 bloques de hielo en un material compuesto de serrín y hielo llamado pykrete.
En el verano de 1943 comenzaron los trabajos de construcción de un pequeño modelo a escala del portaaviones, con un tamaño de 18 metros de largo por 9 de ancho, 1.000 toneladas de desplazamiento y un sencillo motor de 1 cv. de potencia para mantener la congelación. Los trabajos continuaron durante todo el año 1943, pero para principios de 1944, el proyecto acabó siendo abandonado. El único prototipo construido de este portaaviones de hielo se encontraba en el Lago Patricia (Alberta, Canadá), fue desmantelado y hundido poco después.
Cuando alemanes y americanos lucharon juntos
Acabando la Segunda Guerra Mundial y pocos días después del suicidio de Hitler en el Führerbunker (el bunker de Hitler), se producía en Itter, un pequeño pueblo de Austria, la que es considerada la batalla más extraña de toda la Segunda Guerra Mundial. La toma del Castillo de Itter pasó a la historia por ser la única batalla en la que americanos, franceses y soldados alemanes de la Wehrmacht lucharon juntos durante todo el conflicto.
El castillo estaba siendo utilizado como lugar para encarcelar a importantes prisioneros franceses. Tras la caída de Berlín, los guardias nazis huyeron y los prisioneros se hicieron con el control del Castillo. Sin embargo una división de las SS se dirigía inmediatamente al castillo para retomarlo y ejecutar a los prisioneros.
En ayuda de los franceses acudió una división de infantería estadounidense a la que se unió una unidad alemana de la Wehrmacht. Se dio un hecho insólito ya que alemanes, americanos y franceses lucharon juntos codo con codo para defender el castillo frente al ataque nazi. La llegada de más refuerzos americanos finalmente les dio la victoria a los aliados en esta extraña batalla.
Aquí puedes leer la curiosa historia de la batalla de Itter en detalle: La batalla en la que alemanes y americanos lucharon juntos en la Segunda Guerra Mundial
Venta de bonos y sellos para financiar la guerra
En 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbour y la posterior declaración de guerra por parte de Alemania, los Estados Unidos entraban oficialmente en la Segunda Guerra Mundial. Los altos mandos estimaron que el coste de la guerra supondrían 300.000 millones de dólares, una cifra astronómica que no sería fácil de afrontar.
Para poder financiarse, se inició una gigantesca campaña mediática por todo el país con el objetivo de animar a los ciudadanos americanos a comprar Bonos de Guerra y sellos que ayudarían a financiar el coste de la Guerra. El objetivo era conseguir que el pueblo americano financiara la mitad del coste total, es decir, se deberían conseguir 150.000 millones de dólares por esta vía.
La campaña mediática fue probablemente la mayor campaña de publicidad de la historia y se hizo por todos los medios posibles, incluyendo carteles, radio, prensa, televisión, películas, documentales e incluso cómics. En la campaña participaron además toda clase de personajes prominentes de la política, conocidos deportistas de la época o estrellas de Hollywood, quienes organizaron eventos de recaudación por todo el país.
Cuando acabó la guerra en 1945, la campaña de venta de Bonos había sido un absoluto éxito. Se consiguió reunir 185.000 millones de dólares, más de lo previsto inicialmente. Aquí tienes más información: War Bonds, la mayor campaña de financiación de la historia
Supertanques alemanes
El gigantesco tamaño del Tanque Panzer VIII Maus (el tanque más pesado que jamás se ha construido) queda lejos de otros proyectos de super-tanques colosales de la Alemania nazi, como el Landkreuzer P. 1000 Ratte o el Landkreuzer P 1500 Monster.
El Landkreuzer P. 1000 Ratte fue un prototipo de vehículo blindado superpesado alemán que nunca llegó a ser construido. El Ratte hubiera tenido unas dimensiones gigantescas: 35 metros de largo, 14 metros de ancho y 11 metros de altura. Su peso rondaría las 1.000 toneladas (cinco veces más pesado que el Panzer VIII Maus).
Para mover esta gigantesca máquina se iba a incorporar un motor diésel Daimler-Benz MB 501 de 17.000 cv. de potencia (usado en los submarinos alemanes), hubiera necesitado una tripulación de 20 personas, estimando que podía alcanzar hasta los 40 km/h de velocidad con una autonomía de 190 kilómetros.
Aún más impresionante podía haber sido el Landkreuzer P 1500 Monster, con sus 42 metros de longitud, 18 metros de altura y 1.500 toneladas de peso. Hubiera necesitado 100 hombres de tripulación para manejarlo y llevaría incorporado un gigantesco cañón de 800mm.
Ambos supertanques se encuadraban dentro de los proyectos Wunderwaffe (armas maravillosas) que la Alemania Nazi intentó desarrollar durante la guerra para dar un gran golpe de efecto a la contienda. Pero al igual que muchos otros de estos proyectos, los supertanques alemanes Landkreuzer nunca se llegaron a construir y se quedaron como meras ideas.
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Cambio de perspectiva con el paso del tiempo
Un curioso dato final que nos muestra como el tiempo, y seguramente también la publicidad y el cine, pueden cambiar la perspectiva y opinión de la gente sobre cómo se desarrolló realmente la Segunda Guerra Mundial. En Francia se realizó la misma encuesta en los años 1945, 1994 y 2004, sobre quiénes pensaban los franceses que había sido la nación más decisiva para derrotar a la Alemania nazi. Los resultados han variado notablemente con el paso del tiempo: