Según la mitología Griega, Hiperbórea era una supuesta tierra perfecta donde el sol brillaba 24 horas al día, situada en el norte, en una región aún por descubrir. Para los antiguos griegos, los hiperbóreos eran personas míticas que vivían "más allá del norte" (Hyper Boreas) o "más allá del viento del norte", atribuyéndoles la inmortalidad y describiéndoles casi como dioses. Según su mitología, Boreas (Dios del viento del norte que traía el invierno), vivía en Tracia (una región situada al norte de Grecia, en la actual Bulgaria y la Turquía europea), y situaban más al norte a la mítica Hiperbórea y sus habitantes.
Aunque es considerado un lugar de leyenda, diversas hipótesis y teorías sugieren que puede existir una realidad detrás del mito, refiriéndose los griegos con Hiperbórea a un lugar físico real que aún no conocían, aunque mezclándolo con elementos típicos de fábulas y leyendas, habituales en la mitología griega. Algunas de las localizaciones posibles para este mítico lugar incluyen Asia Central, las islas británicas, Europa Central, los países escandinavos o incluso el Círculo Polar Ártico.
La fuente más antigua que se conoce que menciona Hiperbórea en detalle, es en la obra "Historias" de Heródoto, un importante documento histórico escrito por Heródoto de Halicarnaso en torno al año 450 a. C., en su libro IV, capítulos 32-36 (The History of Herodotus).
No obstante, el historiador griego también registra otras fuentes anteriores que supuestamente mencionaron a los hiperbóreos, nombrando entre ellos a Hesíodo y a Homero (siglos VIII y VII a.C.). Heródoto también menciona que el poeta griego Aristeas (Aristeas de Proconeso), escribió sobre Hiperborea en su obra "Arimaspea", donde narra su viaje a la tierra de los Issedones (en Asia Central, actual Kazajstán), viviendo los hiperbóreos más al norte de este pueblo. Debido a ello, Heródoto suponía que Hiperbórea estaba situada en algún lugar del noreste de Asia. Para Homero sin embargo, el "Anemoi" o Dios del viento Boreas vivía en Tracia, y en su opinión "Hyper Borea" estaba en Dacia (cerca de los Montes Cárpatos, al norte del Danubio).
Otros historiadores y poetas contemporáneos de Heródoto, del siglo V a.C., como Simónides de Ceos, Píndaro (Pindaros) y Helánico de Lesbos (Hellanicus de Lesbos), también mencionan brevemente en sus obras a los habitantes de Hiperbórea.
Para la mayoría de los antiguos historiadores griegos, los hiperbóreos vivían más al norte de los Montes Ripeos, un lugar mencionado en numerosas ocasiones en los textos antiguos pero cuya localización real se desconoce. Escritores como Sófocles en su obra "Antígona", Esquilo en "Agamenón", Simónides de Ceos y Calímaco, también pensaban que Boreas vivía en Tracia, sin embargo otros escritores e historiadores de la antigua Grecia afirmaban que la casa de Boreas y los Montes Ripeos estaban en lugares diferentes.
Según Hecateo de Mileto los Montes Ripeos se situaban adyacentes al Mar Negro. Para Píndaro, tanto la casa de Boreas, como los Montes Ripeos e Hiperbórea estaban sin embargo cerca del Danubio. Heráclides Póntico (discípulo de Aristóteles) y Antimachus por su parte, identificaban los Montes Ripeos con los Alpes, considerando a los hiperbóreos a la tribu celta de los Helvecios. Para Aristóteles, los Montes Ripeos estaban localizados en la frontera de la región de Escitia (probablemente en los Montes Urales), y lo mítica Hiperbórea más al norte.
Algunos filósofos e historiadores como Hecateo de Abdera, creyeron que Hiperbórea era Gran Bretaña. Según Hecateus (Hecateo), en una región más al norte de la tierra de los celtas se encuentra en el Océano una isla habitada por los hiperbóreos, más allá de donde sopla el viento del norte, con un recinto sagrado dedicado a Apolo y un templo de forma esférica. El templo se cree que podría hacer referencia a Stonehenge.
Posteriormente, las fuentes griegas y romanas cambiaron continuamente de lugar la posible localización tanto de Hiperbórea como de los Montes Ripeos, aunque la mayoría de ellas coincidían en que se encontraba en una región más al norte de Grecia.
En el siglo III a.C. Simmias de Rodas conectó a los hiperbóreos con los masagetas (pueblo nómada que vivía al norte del Mar Caspio), mientras Posidonio en el siglo I a.C. los identificó con los pueblos celtas. Para el geógrafo romano Pomponio Mela (Pomponius Mela), Hiperbórea estaba situado más al norte, en las proximidades del Ártico.
Strabo, geógrafo e historiador griego del siglo I, la legendaria Hiperbórea era una peninsula o isla situada más allá de la actual Francia, probablemente haciendo referencia a las Islas Británicas. Poco después, Plutarco hacía referencia también en sus obras a sus míticos habitantes, identificando a los hiperbóreos con los galos que habían saqueado Roma en el siglo IV a.C. El conocido matemático, astrónomo, geógrafo y científico Ptolomeo, en su obra "Geographia", situaba a Hiperbórea en el Mar del Norte, denominado como "Océano Hiperbórico".
Al igual que Tule (Thule o Tile, un supuesto lugar mitológico, probablemente Escandinavia), Hiperbórea era otra de las denominadas "terra incognita" (tierra desconocida) para los antiguos griegos.
Autores como Plinio, Píndaro, Heródoto, Virgilio o Cicerón, consideraban a los hiperbóreos como seres casi inmortales que podían vivir hasta mil años, disfrutando de una vida de completa felicidad. En Hiperbórea, el sol únicamente se ponía una vez al año, lo que situaría este mítico lugar al norte del Círculo Polar Ártico o en las regiones polares árticas.
Curiosamente, si interpretamos las descripciones antiguas de la legendaria Hiperbórea con el conocimiento moderno, se pueden dar hipótesis razonables que explicarían parte del mito. Por encima del Círculo Polar Ártico, desde el equinoccio de primavera hasta el equinoccio de otoño el sol puede brillar durante 24 horas al día. En algunas regiones, no llega a ponerse nada más que una vez al año, pudiendo llevar a la errónea conclusión de que un día para esas personas equivale a un año, y por tanto, vivir mil días sería como vivir mil años.
Si seguimos la interpretación de Heródoto, situando Hiperbórea más al norte de Asia Central, es posible que su localización real fuese Siberia. Alguno historiadores modernos como Carl A. P. Ruck, han seguido esta hipótesis y han sugerido que los hiperbóreos eran en realidad algún antiguo pueblo chino.
Otra de las hipótesis habituales es asociar a Hiperbórea con Escandinavia. Los europeos del norte (escandinavos) suponían un gran contraste con la clásica cultura greco-romana del Mediterráneo y algunas zonas de la península escandinava es atravesada por el Círculo Polar Ártico. Sin embargo esta teoría parece chocar con la clásica interpretación que se ha dado a Hiperbórea, una tierra más allá del norte siempre soleada.
También interesante hipótesis que intenta explicar la realidad tras el mito de Hiperbórea, es la que desarrolló John G. Bennett en su obra "El Origen Hiperbóreo de la Cultura Indoeuropea", donde señala que esta mítica región era la patria original de los indoeuropeos, en la zona más al norte de Europa.
Si bien parece muy probable que el mito de Hiperbórea esté basado en buena parte en un lugar real aunque desconocido para los griegos, más de 2.500 años de que fuera mencionada por primera vez en los antiguos textos griegos, su localización real no se ha podido determinar, quedando Hiperbórea como parte de la mitología griega. Como curiosidad de cómo se ha adaptado el término con el paso del tiempo, las lenguas nativas utilizadas por los pueblos que viven en las regiones árticas como los inuits, se las conoce como "lenguas hiperbóreas".
Aunque es considerado un lugar de leyenda, diversas hipótesis y teorías sugieren que puede existir una realidad detrás del mito, refiriéndose los griegos con Hiperbórea a un lugar físico real que aún no conocían, aunque mezclándolo con elementos típicos de fábulas y leyendas, habituales en la mitología griega. Algunas de las localizaciones posibles para este mítico lugar incluyen Asia Central, las islas británicas, Europa Central, los países escandinavos o incluso el Círculo Polar Ártico.
La fuente más antigua que se conoce que menciona Hiperbórea en detalle, es en la obra "Historias" de Heródoto, un importante documento histórico escrito por Heródoto de Halicarnaso en torno al año 450 a. C., en su libro IV, capítulos 32-36 (The History of Herodotus).
No obstante, el historiador griego también registra otras fuentes anteriores que supuestamente mencionaron a los hiperbóreos, nombrando entre ellos a Hesíodo y a Homero (siglos VIII y VII a.C.). Heródoto también menciona que el poeta griego Aristeas (Aristeas de Proconeso), escribió sobre Hiperborea en su obra "Arimaspea", donde narra su viaje a la tierra de los Issedones (en Asia Central, actual Kazajstán), viviendo los hiperbóreos más al norte de este pueblo. Debido a ello, Heródoto suponía que Hiperbórea estaba situada en algún lugar del noreste de Asia. Para Homero sin embargo, el "Anemoi" o Dios del viento Boreas vivía en Tracia, y en su opinión "Hyper Borea" estaba en Dacia (cerca de los Montes Cárpatos, al norte del Danubio).
Otros historiadores y poetas contemporáneos de Heródoto, del siglo V a.C., como Simónides de Ceos, Píndaro (Pindaros) y Helánico de Lesbos (Hellanicus de Lesbos), también mencionan brevemente en sus obras a los habitantes de Hiperbórea.
Para la mayoría de los antiguos historiadores griegos, los hiperbóreos vivían más al norte de los Montes Ripeos, un lugar mencionado en numerosas ocasiones en los textos antiguos pero cuya localización real se desconoce. Escritores como Sófocles en su obra "Antígona", Esquilo en "Agamenón", Simónides de Ceos y Calímaco, también pensaban que Boreas vivía en Tracia, sin embargo otros escritores e historiadores de la antigua Grecia afirmaban que la casa de Boreas y los Montes Ripeos estaban en lugares diferentes.
Según Hecateo de Mileto los Montes Ripeos se situaban adyacentes al Mar Negro. Para Píndaro, tanto la casa de Boreas, como los Montes Ripeos e Hiperbórea estaban sin embargo cerca del Danubio. Heráclides Póntico (discípulo de Aristóteles) y Antimachus por su parte, identificaban los Montes Ripeos con los Alpes, considerando a los hiperbóreos a la tribu celta de los Helvecios. Para Aristóteles, los Montes Ripeos estaban localizados en la frontera de la región de Escitia (probablemente en los Montes Urales), y lo mítica Hiperbórea más al norte.
Algunos filósofos e historiadores como Hecateo de Abdera, creyeron que Hiperbórea era Gran Bretaña. Según Hecateus (Hecateo), en una región más al norte de la tierra de los celtas se encuentra en el Océano una isla habitada por los hiperbóreos, más allá de donde sopla el viento del norte, con un recinto sagrado dedicado a Apolo y un templo de forma esférica. El templo se cree que podría hacer referencia a Stonehenge.
Posteriormente, las fuentes griegas y romanas cambiaron continuamente de lugar la posible localización tanto de Hiperbórea como de los Montes Ripeos, aunque la mayoría de ellas coincidían en que se encontraba en una región más al norte de Grecia.
En el siglo III a.C. Simmias de Rodas conectó a los hiperbóreos con los masagetas (pueblo nómada que vivía al norte del Mar Caspio), mientras Posidonio en el siglo I a.C. los identificó con los pueblos celtas. Para el geógrafo romano Pomponio Mela (Pomponius Mela), Hiperbórea estaba situado más al norte, en las proximidades del Ártico.
Strabo, geógrafo e historiador griego del siglo I, la legendaria Hiperbórea era una peninsula o isla situada más allá de la actual Francia, probablemente haciendo referencia a las Islas Británicas. Poco después, Plutarco hacía referencia también en sus obras a sus míticos habitantes, identificando a los hiperbóreos con los galos que habían saqueado Roma en el siglo IV a.C. El conocido matemático, astrónomo, geógrafo y científico Ptolomeo, en su obra "Geographia", situaba a Hiperbórea en el Mar del Norte, denominado como "Océano Hiperbórico".
Al igual que Tule (Thule o Tile, un supuesto lugar mitológico, probablemente Escandinavia), Hiperbórea era otra de las denominadas "terra incognita" (tierra desconocida) para los antiguos griegos.
Autores como Plinio, Píndaro, Heródoto, Virgilio o Cicerón, consideraban a los hiperbóreos como seres casi inmortales que podían vivir hasta mil años, disfrutando de una vida de completa felicidad. En Hiperbórea, el sol únicamente se ponía una vez al año, lo que situaría este mítico lugar al norte del Círculo Polar Ártico o en las regiones polares árticas.
Curiosamente, si interpretamos las descripciones antiguas de la legendaria Hiperbórea con el conocimiento moderno, se pueden dar hipótesis razonables que explicarían parte del mito. Por encima del Círculo Polar Ártico, desde el equinoccio de primavera hasta el equinoccio de otoño el sol puede brillar durante 24 horas al día. En algunas regiones, no llega a ponerse nada más que una vez al año, pudiendo llevar a la errónea conclusión de que un día para esas personas equivale a un año, y por tanto, vivir mil días sería como vivir mil años.
Si seguimos la interpretación de Heródoto, situando Hiperbórea más al norte de Asia Central, es posible que su localización real fuese Siberia. Alguno historiadores modernos como Carl A. P. Ruck, han seguido esta hipótesis y han sugerido que los hiperbóreos eran en realidad algún antiguo pueblo chino.
Otra de las hipótesis habituales es asociar a Hiperbórea con Escandinavia. Los europeos del norte (escandinavos) suponían un gran contraste con la clásica cultura greco-romana del Mediterráneo y algunas zonas de la península escandinava es atravesada por el Círculo Polar Ártico. Sin embargo esta teoría parece chocar con la clásica interpretación que se ha dado a Hiperbórea, una tierra más allá del norte siempre soleada.
También interesante hipótesis que intenta explicar la realidad tras el mito de Hiperbórea, es la que desarrolló John G. Bennett en su obra "El Origen Hiperbóreo de la Cultura Indoeuropea", donde señala que esta mítica región era la patria original de los indoeuropeos, en la zona más al norte de Europa.
Si bien parece muy probable que el mito de Hiperbórea esté basado en buena parte en un lugar real aunque desconocido para los griegos, más de 2.500 años de que fuera mencionada por primera vez en los antiguos textos griegos, su localización real no se ha podido determinar, quedando Hiperbórea como parte de la mitología griega. Como curiosidad de cómo se ha adaptado el término con el paso del tiempo, las lenguas nativas utilizadas por los pueblos que viven en las regiones árticas como los inuits, se las conoce como "lenguas hiperbóreas".