Los gigantes han formado parte del
mito, la leyenda y el folclore popular desde la antigüedad. Durante siglos, algunos arqueólogos han intentado encontrar evidencias de la existencia de una
raza de gigantes, produciéndose
curiosos casos como el del
gigante de Castelanau, en el que un antropólogo francés aseguró haber encontrado los
restos fósiles de un supuesto ser humano que llegó a alcanzar los 3,5 metros de altura.

Ninguno de los hallazgos de supuestos
hombres gigantes han sido confirmados por la ciencia, y esta supuesta raza de gran tamaño, fuerza y apariencia humana, seguirá formando parte de la
mitología.
Lo que sí ha podido confirmar y medir la ciencia en numerosas ocasiones, son las increíbles dimensiones de algunas de
las personas más altas del mundo.
Auténticos gigantes en realidad si los comparamos con el tamaño medio de cualquier otro ser humano, que llegan a superar los dos metros y medio de altura.
Entre las
personas más altas que han quedado documentadas por la ciencia, y confirmadas también por el
Libro Guinness de los Récords, destacan
Zeng Jinlian, una mujer china que alcanzó los 2,48 metros de altura, siendo por ello
la mujer más alta que ha existido jamás; y
Robert Wadlow, que con sus increíbles 2,72 metros de altura es
la persona más alta de la historia.
La mujer más alta de la historia
Una de las primeras mujeres que se han podido documentar como
la mujer más alta de la historia, fue
Anna Haining Bates, una
gigantesca mujer canadiense que vivió en la segunda mitad del siglo XIX, que mantuvo el récord durante varias décadas.
Hija de inmigrantes escoceses,
Anna Swan pesó 7,2 kilogramos al nacer, comenzando a crecer muy rápidamente desde entonces. Cuando contaba con cuatro ya tenía una estatura de 137 centímetros de altura; a los once años medía 188 centímetros; y cuando cumplió los 15 años se volvió a medir, superando ya los dos metros.

Su altura máxima, que convertiría a Anna en
la mujer más alta del mundo, la alcanzó a los 18 años, cuando se documentó que
medía 2,43 metros (2,41 según algunas fuentes). Su peso habitualmente solía estar entre los 150 y los 170 kg.
Anna sobresalió en literatura y música, siendo considerada una mujer muy inteligente. También destacó en sus estudios de actuación, piano y voz. En una visita a un circo de Halifax, conoció a
Martin Van Buren Bates, otro gigante de la época conocido como el "
Gigante de Kentucky", debido a su altura de 2,32 metros, algo más bajo que Anna. Ambos se enamoraron y se casaron en 1871 en Londres.
La pareja
construyó una casa a medida para ellos, con techos que superaban los cuatro metros de altura. El primer hijo del matrimonio fue una niña que murió al nacer. El segundo hijo nació en enero de 1879, y aunque solamente sobrevivió once horas,
fue el recién nacido más grande jamás registrado, con 10,7 kilogramos de peso y casi 75 centímetros de alto. Fue reconocido así por el
Libro Guinness de los Récords a título póstumo.
Anna Haining Bates (Anna Swan) murió finalmente mientras dormía en su casa, el 5 de agosto de 1888, justo un día antes de cumplir 42 años.

Dos décadas después se conocía el caso de
Jane Bunford, otra conocida "
Giganta" que estuvo cerca de arrebatar el
récord de la mujer más alta del mundo a Anna. Jane era una joven alta y delgada para su edad, pero con un crecimiento normal, midiendo 1,52 metros a la edad de once años.
Todo cambió en 1906, cuando Jane tuvo un accidente con su bicicleta y se golpeó con la cabeza en el pavimento. El golpe dañó permanentemente su
glándula pituitaria (
hipófisis), liberando un exceso de hormonas de crecimiento que la hizo
aumentar su estatura de manera descontrolada. La lesión sería también a la postre la causa de su muerte.
A la edad de 13 años
Jane Bunford medía ya 1,98 metros de altura, y con 19 años alcanzó una estatura de 2,33 metros. Cuando cumplió 21 años, Jane se midió de nuevo, dando como resultado la
altura máxima que alcanzaría, 2,39 metros.
Bunford rechazó varias oportunidades para beneficiarse económicamente de su tamaño y apariencia. Al final de su vida sentía un gran dolor debido a los
problemas en las articulaciones y otras enfermedades, su columna vertebral tenía una curvatura severa. Debido a esto, no pudo mantenerse completamente erguida en sus últimos años de vida. Poco antes de su muerte, Jane Bunford se midió en 2,31 metros de altura. Se estimó que
habría llegado a alcanzar los 2,41 metros si no hubiera desarrollado la curvatura de la columna vertebral.
Jane Bunford murió en su casa el 1 de abril de 1922 debido a su
hiperpituitarismo y
gigantismo, y no llegó a superar el
récord de Anna Swan, que se mantendría durante varias décadas más.

Sería en la década de los años 80 cuando finalmente alguien rompería el récord. Nacida el 26 de junio de 1964,
Zeng Jinlian es
la mujer más alta de la historia que la ciencia ha podido documentar. Debido a su increíble crecimiento, a Zeng Jinlian se le hicieron varias mediciones de su altura, mostrando que a la edad de 4 años ya medía 1,56 metros, y con 13 años alcanzaba unos sorprendentes 2,17 metros de estatura.
Cuando cumplió los 16 años, Zeng Jinlian alcanzó los 2,40 metros de altura, y aún crecería más.
Zeng Jinlian llegó a alcanzar una estatura máxima de 2,48 metros a la edad de 17 años, con un peso en esos momentos de 138 kg. Sufría de la
curvatura de la columna vertebral y no podía soportar su altura manteniéndose totalmente erguida, muriendo prematuramente a la temprana edad de 17 años.
Zeng Jinlian fue confirmada por el
Libro Guinness de los récords como
la mujer más alta de la historia. Es también la persona china más alta registrada, y la única mujer documentada que ha conseguido llegar a los
8 pies de altura (2,43 metros).
El hombre más alto de la historia
Entre los casos más tempranos del
hombre más alto del mundo que se han registrado, se encuentra
Patrick Cotter O'Brien, un irlandés que
alcanzó los 2,46 metros de altura, y era conocido como el "
Gigante de Bristol". Cuando O'Brien murió en 1806 no se pudo encontrar ningún coche fúnebre que fuera capaz de llevar su enorme ataúd, por lo que fue transportando por catorce hombres hasta la tumba.
En su testamento dejó indicaciones para ser sepultado bajo varios metros de roca sólida, con el objetivo de evitar una futura exhumación para
investigaciones científicas o médicas. Sin embargo, los
restos de Patrick Cotter O'Brien fueron examinados en 1972 por un equipo médico, que confirmó su altura de 2,46 metros, siendo la
primera persona en la historia documentada que superaba los 8 pies de altura.

El
récord de la persona más alta del mundo lo mantuvo O'Brien durante casi un siglo, hasta que se midió al estadounidense
John Rogan a finales del siglo XIX, quien se convertiría a la postre en
el segundo hombre más alto de la historia.
John William Bud Rogan fue un antiguo esclavo nacido en Tennessee en febrero de 1868. A la edad de 13 años comenzó a crecer muy rápidamente, lo que condujo a padecer
anquilosis, una
rigidez anormal de las articulaciones que le daban además una
apariencia esquelética.
Debido a su enfermedad, con catorce años
apenas podía caminar aunque seguía creciendo a un ritmo vertiginoso. En 1899 comenzó a aparecer habitualmente en los periódicos, siendo conocido como el "
Gigante negro". En ese momento
John Rogan había alcanzado su
altura máxima, 2,67 metros de estatura, lo que le convertían en el hombre más alto documentado hasta ese momento. Sus manos tenían 29 centímetros de largo y sus pies medían 35 centímetros. A pesar de su increíble altura, únicamente pesaba 94 kilos.
Debido a su enfermedad
se movía usando un carrito que usaba a modo de silla de ruedas, tirado por cabras. Se ganó la vida vendiendo retratos, postales y dibujos que realizaba él mismo, en una estación de tren. Su
anquilosis fue finalmente la causa de muerte en septiembre de 1905, a la edad de 37 años.
John Rogan fue confirmado por la ciencia como el hombre más alto que ha existido, aunque el récord le duró apenas un par de décadas, cuando fue superado por
Robert Wadlow,
la persona más alta de la historia.

Conocido como el
Gigante de Alton o el
Gigante de Illinois, el estadounidense
Robert Pershing Wadlow se hizo famoso por ser
la persona más alta documentada por la ciencia.
Nacido en Alto, Illinois, el 22 de febrero de 1918,
Robert Wadlow sufría de
hiperplasia de su glándula pituitaria, lo que resultó en un nivel anormalmente alto de
hormona del crecimiento, haciéndole crecer rápidamente hasta a convertirse en un
auténtico gigante.
Cuando comenzó a caminar a la edad de once meses,
Robert Wadlow ya medía un metro de altura, la estatura normal para un niño de cinco años. Con tres años alcanzó el metro y medio de estatura, y
a la edad de 8 años su altura era de 1,83 metros, superando a su padre en estatura.
Se graduó en el instituto de la localidad a la edad de 17 años, midiendo 2,51 metros de altura y con un peso de 173 kilogramos. Se matriculó posteriormente en el Shurtleff College para estudiar derecho, aunque pronto
comenzó a trabajar en eventos publicitarios, alcanzando una gran fama por todo el país.
Un año antes de su muerte,
Wadlow superó a John Rogan como la persona más alta de la historia, al alcanzar los 2,64 metros de altura. En realidad
Robert Wadlow nunca paró de crecer hasta su muerte. El 27 de junio de 1940 (18 días antes de su muerte), varios médicos de la Universidad Washington en St. Louis, Missouri certificaron que
su altura era de 2,72 metros, con un peso de 199 kilos.
El hombre más alto del mundo murió el 15 de julio de 1940 a la edad de 22 años debido a las complicaciones por una infección que había contraído dos semanas antes de forma accidental. Su
gigantesco ataúd de casi tres metros y medio de largo pesaba más de 450 kilos. Tras su muerte, el
Libro Guinness de los Récords confirmó a
Robert Pershing Wadlow como
la persona más alta de la historia.
Además de los restos fósiles encontrados en Francia de un hombre del neolítico que se alega que podría pertenecer a una supuesta raza de gigantes, el denominado "
Gigante de Castelnau", o la mítica
raza de gigantes patagones, existen también otros casos de
personas que podrían haber superado a Robert Wadlow en altura.
Entre ellos destacan
John Middleton, un supuesto gigante que vivió a principios del siglo XVII en Inglaterra, y que según la leyenda (y tal como pone en su lápida),
habría alcanzado una altura de 2,82 metros. También se hizo popular a principios del siglo XIX, el caso de
Feodor Machnow, un bielorruso que podría haber sido
la persona más alta que jamás ha existido gracias a sus 2,83 metros que supuestamente llegó a alcanzar en vida.
Ninguno de estos casos han podido ser confirmados y documentados por la medicina, por lo que
Robert Pershing Wadlow mantiene el
récord Guinness con sus 2,72 metros de altura como
la persona más de la historia, un
auténtico gigante real.