En Yamusukro, capital de Costa de Marfil, encontramos la Basílica de Nuestra Señora de la Paz, uno de los templos católicos más grandes del mundo, conocido popularmente como el "San Pedro de África" debido a que fue construido imitando la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Félix Houphouët-Boigny, antiguo presidente de Costa de Marfil y artífice de su independencia en 1960, fue quien encargó la construcción de esta enorme basílica al arquitecto libanés Pierre Fakhoury. Antes de comenzar las obras, el Papa Juan Pablo II bendijo la primera piedra de esta iglesia en agosto de 1985, colocándose la primera piedra de la Basílica en febrero de 1986 y comenzado así oficialmente los trabajos.
La construcción de la Basílica de Yamusukro se alargó durante tres años, hasta septiembre de 1989, y tuvo un coste aproximado de 300 millones de dólares que al parecer pagó de su propio bolsillo el por entonces presidente de Costa de Marfil Félix Houphouët-Boigny. En realidad no se sabe con certeza su coste final, que según algunas estimaciones podría haber alcanzado los 600 millones de dólares.
Ubicada en las afueras de la ciudad de Yamusukro, fue levantada a imagen y semejanza de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, y aunque no es una réplica perfecta, las dimensiones de la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamusukro son enormes. Está construida en mármol importado de Italia, con una longitud de 195 metros y 150 metros de ancho, además de contar con una gigantesca cúpula cuya altura es de 158 metros.
En su interior abundan las columnas, y está decorada con 7.000 metros cuadrados de vidrieras importadas desde Francia. Los 7.000 bancos de madera disponibles para sentarse los feligreses se construyeron con madera de Iroko.
Debido a su colosal tamaño se trata de una de las iglesias más grandes del mundo, capaz de albergar a 18.000 personas en su interior, y a cerca de 300.000 más en su explanada exterior, cubriendo en total un área de 30.000 metros cuadrados.
Curiosamente, la ostentosidad del edificio no sentó nada bien en el Vaticano, y la Santa Sede inicialmente se negó a consagrarla y aceptarla como parte de la iglesia católica. Finalmente se llegó a un acuerdo entre los obispos locales africanos y la Santa Sede. El "San Pedro de África" fue consagrado como templo católico por el Papa Juan Pablo II en septiembre de 1990 con la condición de que se construyera un hospital cerca del lugar, que tras años de obras y retrasos finalmente fue inaugurado en 2015.
Félix Houphouët-Boigny, antiguo presidente de Costa de Marfil y artífice de su independencia en 1960, fue quien encargó la construcción de esta enorme basílica al arquitecto libanés Pierre Fakhoury. Antes de comenzar las obras, el Papa Juan Pablo II bendijo la primera piedra de esta iglesia en agosto de 1985, colocándose la primera piedra de la Basílica en febrero de 1986 y comenzado así oficialmente los trabajos.
La construcción de la Basílica de Yamusukro se alargó durante tres años, hasta septiembre de 1989, y tuvo un coste aproximado de 300 millones de dólares que al parecer pagó de su propio bolsillo el por entonces presidente de Costa de Marfil Félix Houphouët-Boigny. En realidad no se sabe con certeza su coste final, que según algunas estimaciones podría haber alcanzado los 600 millones de dólares.
Ubicada en las afueras de la ciudad de Yamusukro, fue levantada a imagen y semejanza de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, y aunque no es una réplica perfecta, las dimensiones de la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamusukro son enormes. Está construida en mármol importado de Italia, con una longitud de 195 metros y 150 metros de ancho, además de contar con una gigantesca cúpula cuya altura es de 158 metros.
En su interior abundan las columnas, y está decorada con 7.000 metros cuadrados de vidrieras importadas desde Francia. Los 7.000 bancos de madera disponibles para sentarse los feligreses se construyeron con madera de Iroko.
Debido a su colosal tamaño se trata de una de las iglesias más grandes del mundo, capaz de albergar a 18.000 personas en su interior, y a cerca de 300.000 más en su explanada exterior, cubriendo en total un área de 30.000 metros cuadrados.
Curiosamente, la ostentosidad del edificio no sentó nada bien en el Vaticano, y la Santa Sede inicialmente se negó a consagrarla y aceptarla como parte de la iglesia católica. Finalmente se llegó a un acuerdo entre los obispos locales africanos y la Santa Sede. El "San Pedro de África" fue consagrado como templo católico por el Papa Juan Pablo II en septiembre de 1990 con la condición de que se construyera un hospital cerca del lugar, que tras años de obras y retrasos finalmente fue inaugurado en 2015.
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