E.T. the Extra-Terrestrial ( título original ) es un videojuego desarrollado por Howard Scott Warshaw basado en la película de Spielberg "E.T. el extraterrestre", y publicado por Atari para la videoconsola Atari 2600 en 1982. Salvo algunas excepciones, la mayoría de los críticos lo consideraron un producto pobre y apresuradamente acabado que Atari trató de vender basándose sólo en la fidelidad de marca a los nombres de Atari y E.T.
El juego no funcionó bien comercialmente y le costó a Atari millones de dólares y popularmente se habla de él como uno de los peores videojuegos jamás realizados y el mayor fracaso comercial en la industria del videojuego. Al ser un factor que propició la desaparición de Atari, E.T. está también considerado como una de las causas que desencadenó la crisis de los videojuegos de 1983. Incluso con el tiempo generó una de las consideradas leyendas urbanas más famosas sobre videojuegos .
En 1982, los ejecutivos de Atari tuvieron una idea genial: crear un videojuego basado en la película “E.T.” de Steven Spielberg, para la videoconsola Atari 2600 VCS, que era en aquel entonces un éxito de ventas. Aunque la culpa del fracaso del videojuego suele ser atribuida a Ray Kassar, presidente de Atari en aquel entonces, lo cierto es que la idea partió de Steven Ross, por aquel entonces directivo de Warner Communications. Fue Ross quien presionó a Kassar para que pusiera en marcha el proyecto, argumentando que ya había prometido unos royalties de 25 millones de dólares a Spielberg.
Cuando Ross le preguntó a Ray Kassar, CEO de Atari, qué pensaba acerca de hacer un videojuego basado en E.T., éste replicó “Creo que es una idea estúpida . Nunca hemos hecho un juego de acción a partir de una película . Sin embargo, la decisión no dependía de Kassar, y el plan continuó adelante.
Así las cosas, Kassar fue a hablar con Spielberg, para convencerle de concederles la licencia de E.T. Finalmente, firmaron un contrato por 20 millones de dólares (un presupuesto desorbitado , y más en aquella época) . Gran parte del presupuesto se destinó a la monumental campaña de marketing .
La tarea de diseñar y programar el juego fue ofrecida a Howard Scott Warshaw a petición de Spielberg, satisfecho con su trabajo anterior en la adaptación de la película Raiders of the Lost Ark (Indiana Jones En busca del Arca Perdida). También se pensó en realizar un juego para recreativas, pero se consideró que era imposible cumplir esa fecha de entrega. Warshaw aceptó el encargo y se cree que se le ofrecieron 200.000 dólares y unas vacaciones con todos los gastos pagados en Hawái en compensación.
La idea era hacer de E.T. un juego de estilo Pac-Man, pero Warshaw la rechazó para intentar algo más original. Warshaw trató de construir un juego más basado en la historia para intentar capturar algo de las emociones de la película original, pero finalmente acabó desechando algunas de sus ideas debido a la cercanía de la fecha de entrega. Steven Ross prometió a Spielberg que el juego estaría listo para la Navidad de aquel año. El trato se había firmado a finales de Julio, lo que dejaba a Atari un tiempo de unos 5 meses para programar, empaquetar y distribuir el juego. El diseño básico se completó en dos días, al final de los cuales Warshaw presentó la idea a Kassar antes de proceder a pasar las cinco semanas restantes escribiendo, depurando y documentando los 6.5Kb de código original.
Aunque el videojuego E.T. the Extra-Terrestrial se vendió bien (es el octavo cartucho más vendido de Atari de todos los tiempos), sólo se vendieron 1.5 millones de los cerca de 5 millones que se fabricaron. A este respecto se dice falsamente que Atari produjo más cartuchos de E.T. que consolas 2600; sin embargo se produjeron 12 millones de copias de Pac-Man en un tiempo en el que investigaciones de Atari mostraban que había un parqué de 10 millones de consolas y, por tanto, de clientes potenciales.
A pesar de las razonables cifras de venta la cantidad de producto que no se vendieron junto al gran desembolso por la licencia de la película hizo que el título fuese un gran fracaso comercial para Atari. Pronto los jugadores se dieron cuenta de que habían sido engañados. E.T. era prácticamente injugable. El control era malo y resultaba difícil recorrer un par de pantallas sin caer en alguno de los cientos de agujeros que tenía el mapeado, colocados con el objetivo de añadir alguna dificultad al argumento principal: recopilar las piezas del teléfono para que E.T. pudiera llamar a casa.
Este juego fue uno de los factores que llevaron a la bancarrota de Atari y causó su división y venta en 1984.
A partir de aquí surge la leyenda urbana sobre este videojuego . Atari se encontró con que tenía en sus almacenes millones de cartuchos invendibles. Así las cosas, tomaron una decisión drástica que ha marcado un hito en la historia de los videojuegos: enterrarlo en el desierto. De este modo, millones de copias del juego acabaron en un agujero del desierto de Nuevo Mexico.
En septiembre de 1983, el Alamogordo Daily News de Nuevo México informó en una serie de artículos que entre diez y veinte camiones cargados de cartuchos de Atari del almacén de El Paso fueron enterrados en el vertedero de la ciudad. El vertedero fue escogido porque no se permitía rebuscar en él y la basura era triturada y enterrada por la noche. Atari dijo que la razón de que lo enterrasen fue que iban a cambiar de juegos de 2600 a juegos 5200 debido al exceso de mercado negro pero esto fue puesto en entredicho más tarde por un trabajador que dijo que no era así.
El trabajador de Atari Bruce Enten declaró que estaban enviando cartuchos rotos y devoluciones y Alamogordo y que era porque eran “inoperativos”. El juego de repente se convirtió en un objeto de coleccionista y muchos fans empezaron a peregrinar al desierto con una pala para desenterrar alguna copia.
El 29 de septiembre de 1983 se extendió una capa de hormigón sobre el material triturado, algo poco común en los materiales de desecho. El 18 de septiembre de 1983, el The New York Times informó del vertedero de Atari en Nuevo México. Un representante de Atari confirmó la historia y dijo que el inventario descartado provenía de la planta de Atari en El Paso, que iba a ser cerrada para convertirla en un centro de reciclaje. El artículo del Times no sugería el nombre de ningún título en concreto, pero más tarde se ha asociado la historia del vertedero con el fracaso de E.T.. Además, el titular “City to Atari: 'E.T.' trash go home” de una edición del Alamogordo News sugiere que los cartuchos eran de E.T.
En consecuencia, se ha supuesto que muchas de las copias no vendidas de E.T. acabaron en este vertedero, aplastadas y cubiertas por hormigón. La historia de los cartuchos enterrados pasó a ser una conocida leyenda urbana que ha llevado a alguna gente a creer que no es cierta. En 2004 el propio Warshaw expresó sus dudas de que se destruyeran millones de copias de E.T., apostando en cambio por que Atari hubiese reciclado las partes para ahorrar dinero. Con el tiempo, la leyenda de los cartuchos del videojuego E.T. se acabó demostrando cierta, cuando en abril de 2014 se desenterraron varios cientos de copias del juego en el Desierto de Alamogordo.
En el foro : E.T el videojuego , la leyenda urbana enterrada en el desierto
El juego no funcionó bien comercialmente y le costó a Atari millones de dólares y popularmente se habla de él como uno de los peores videojuegos jamás realizados y el mayor fracaso comercial en la industria del videojuego. Al ser un factor que propició la desaparición de Atari, E.T. está también considerado como una de las causas que desencadenó la crisis de los videojuegos de 1983. Incluso con el tiempo generó una de las consideradas leyendas urbanas más famosas sobre videojuegos .
En 1982, los ejecutivos de Atari tuvieron una idea genial: crear un videojuego basado en la película “E.T.” de Steven Spielberg, para la videoconsola Atari 2600 VCS, que era en aquel entonces un éxito de ventas. Aunque la culpa del fracaso del videojuego suele ser atribuida a Ray Kassar, presidente de Atari en aquel entonces, lo cierto es que la idea partió de Steven Ross, por aquel entonces directivo de Warner Communications. Fue Ross quien presionó a Kassar para que pusiera en marcha el proyecto, argumentando que ya había prometido unos royalties de 25 millones de dólares a Spielberg.
Cuando Ross le preguntó a Ray Kassar, CEO de Atari, qué pensaba acerca de hacer un videojuego basado en E.T., éste replicó “Creo que es una idea estúpida . Nunca hemos hecho un juego de acción a partir de una película . Sin embargo, la decisión no dependía de Kassar, y el plan continuó adelante.
Así las cosas, Kassar fue a hablar con Spielberg, para convencerle de concederles la licencia de E.T. Finalmente, firmaron un contrato por 20 millones de dólares (un presupuesto desorbitado , y más en aquella época) . Gran parte del presupuesto se destinó a la monumental campaña de marketing .
La tarea de diseñar y programar el juego fue ofrecida a Howard Scott Warshaw a petición de Spielberg, satisfecho con su trabajo anterior en la adaptación de la película Raiders of the Lost Ark (Indiana Jones En busca del Arca Perdida). También se pensó en realizar un juego para recreativas, pero se consideró que era imposible cumplir esa fecha de entrega. Warshaw aceptó el encargo y se cree que se le ofrecieron 200.000 dólares y unas vacaciones con todos los gastos pagados en Hawái en compensación.
La idea era hacer de E.T. un juego de estilo Pac-Man, pero Warshaw la rechazó para intentar algo más original. Warshaw trató de construir un juego más basado en la historia para intentar capturar algo de las emociones de la película original, pero finalmente acabó desechando algunas de sus ideas debido a la cercanía de la fecha de entrega. Steven Ross prometió a Spielberg que el juego estaría listo para la Navidad de aquel año. El trato se había firmado a finales de Julio, lo que dejaba a Atari un tiempo de unos 5 meses para programar, empaquetar y distribuir el juego. El diseño básico se completó en dos días, al final de los cuales Warshaw presentó la idea a Kassar antes de proceder a pasar las cinco semanas restantes escribiendo, depurando y documentando los 6.5Kb de código original.
Aunque el videojuego E.T. the Extra-Terrestrial se vendió bien (es el octavo cartucho más vendido de Atari de todos los tiempos), sólo se vendieron 1.5 millones de los cerca de 5 millones que se fabricaron. A este respecto se dice falsamente que Atari produjo más cartuchos de E.T. que consolas 2600; sin embargo se produjeron 12 millones de copias de Pac-Man en un tiempo en el que investigaciones de Atari mostraban que había un parqué de 10 millones de consolas y, por tanto, de clientes potenciales.
A pesar de las razonables cifras de venta la cantidad de producto que no se vendieron junto al gran desembolso por la licencia de la película hizo que el título fuese un gran fracaso comercial para Atari. Pronto los jugadores se dieron cuenta de que habían sido engañados. E.T. era prácticamente injugable. El control era malo y resultaba difícil recorrer un par de pantallas sin caer en alguno de los cientos de agujeros que tenía el mapeado, colocados con el objetivo de añadir alguna dificultad al argumento principal: recopilar las piezas del teléfono para que E.T. pudiera llamar a casa.
Este juego fue uno de los factores que llevaron a la bancarrota de Atari y causó su división y venta en 1984.
A partir de aquí surge la leyenda urbana sobre este videojuego . Atari se encontró con que tenía en sus almacenes millones de cartuchos invendibles. Así las cosas, tomaron una decisión drástica que ha marcado un hito en la historia de los videojuegos: enterrarlo en el desierto. De este modo, millones de copias del juego acabaron en un agujero del desierto de Nuevo Mexico.
En septiembre de 1983, el Alamogordo Daily News de Nuevo México informó en una serie de artículos que entre diez y veinte camiones cargados de cartuchos de Atari del almacén de El Paso fueron enterrados en el vertedero de la ciudad. El vertedero fue escogido porque no se permitía rebuscar en él y la basura era triturada y enterrada por la noche. Atari dijo que la razón de que lo enterrasen fue que iban a cambiar de juegos de 2600 a juegos 5200 debido al exceso de mercado negro pero esto fue puesto en entredicho más tarde por un trabajador que dijo que no era así.
El trabajador de Atari Bruce Enten declaró que estaban enviando cartuchos rotos y devoluciones y Alamogordo y que era porque eran “inoperativos”. El juego de repente se convirtió en un objeto de coleccionista y muchos fans empezaron a peregrinar al desierto con una pala para desenterrar alguna copia.
El 29 de septiembre de 1983 se extendió una capa de hormigón sobre el material triturado, algo poco común en los materiales de desecho. El 18 de septiembre de 1983, el The New York Times informó del vertedero de Atari en Nuevo México. Un representante de Atari confirmó la historia y dijo que el inventario descartado provenía de la planta de Atari en El Paso, que iba a ser cerrada para convertirla en un centro de reciclaje. El artículo del Times no sugería el nombre de ningún título en concreto, pero más tarde se ha asociado la historia del vertedero con el fracaso de E.T.. Además, el titular “City to Atari: 'E.T.' trash go home” de una edición del Alamogordo News sugiere que los cartuchos eran de E.T.
En consecuencia, se ha supuesto que muchas de las copias no vendidas de E.T. acabaron en este vertedero, aplastadas y cubiertas por hormigón. La historia de los cartuchos enterrados pasó a ser una conocida leyenda urbana que ha llevado a alguna gente a creer que no es cierta. En 2004 el propio Warshaw expresó sus dudas de que se destruyeran millones de copias de E.T., apostando en cambio por que Atari hubiese reciclado las partes para ahorrar dinero. Con el tiempo, la leyenda de los cartuchos del videojuego E.T. se acabó demostrando cierta, cuando en abril de 2014 se desenterraron varios cientos de copias del juego en el Desierto de Alamogordo.
En el foro : E.T el videojuego , la leyenda urbana enterrada en el desierto