En plena Guerra Fría y durante casi 20 años, las dos mayores potencias mundiales se lanzaban a una competición tecnológica en la exploración del espacio. El momento álgido de esta Carrera Espacial se produjo cuando el 21 de julio de 1969 el comandante Neil Armstrong se convertía en el primer ser humano que pisaba la Luna. Un éxito de las misiones Apolo de la NASA y que Estados Unidos necesitaba tras los logros conseguidos anteriormente por la Unión Soviética.
Entre sus distintos éxitos, los soviéticos habían conseguido en 1957 poner en órbita en primer satélite artificial, el Sputnik 1, y ese mismo año conseguían también poner en órbita alrededor de la Tierra al primer ser vivo, la perrita Laika, dentro del Sputnik 2. En abril de 1961 la URSS lograba uno de los mayores avances de la carrera espacial cuando Yuri Gagarin a bordo del Vostok 1 se convertía en el primer hombre en el espacio. Son los hitos más conocidos del Programa Espacial de la Unión Soviética pero no los únicos, ya que las misiones espaciales continuaron y gracias al Programa Venera, en 1966 los soviéticos se convertían también en ser los primeros en conseguir posar un objeto humano en la superficie de otro planeta, el elegido fue Venus.
El Programa Espacial Venera (nombre ruso para Venus) fue una serie de sondas lanzadas por la Unión Soviética a Venus para recabar datos de este planeta. El programa se desarrolló entre 1961 y 1984 y aunque varias de las sondas fracasaron y no cumplieron su objetivo, otras lo lograron y entre la mucha información que transmitieron se incluyen las primeras fotografías de la superficie de Venus. Las sondas debían aguantar las extremas condiciones del planeta: una densa atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono; una enorme presión atmosférica 90 veces superior a la presión atmosférica de la Tierra; y una temperatura media en la superficie de 464 grados, lo que convierte a Venus en el planeta más caliente del Sistema Solar.
Además de las propias sondas Venera también se lanzaron a Venus sondas de otros programas como Sputnik o Cosmos, sin embargo se utilizaron como pruebas y tras fallar en sus objetivos no se incluyeron dentro del programa Venera. El primer intento de lanzar una sonda a Venus por la Unión Soviética fue la nave Tyazhely Sputnik (Venera 1VA No.1) el 4 de febrero de 1961. La misión falló, reentrando de nuevo la nave en la atmósfera terrestre sobre Siberia el 26 de febrero, el gobierno soviético no llegó a reconocer el fallo y alegó que se trataba de una prueba para un satélite.
Oficialmente, la primera sonda del Programa Venera se lanzó el 12 de Febrero de 1961. Venera 1 (Venera-1VA No.2) pesaba 643 kilogramos, medía dos metros de altura e iba equipada con instrumentos científicos para realizar mediciones. Siete días después de su lanzamiento, el 19 de febrero, se perdió el contacto con la nave cuando se encontraba a 1.900.000 kilómetros de distancia de la Tierra. La misión Venera 1 se consideró fallida y las últimas noticias de la sonda fueron cuando el 19 de mayo de 1961 pasó a una distancia de 100.000 kilómetros de Venus, los científicos creen que quedó posteriormente en órbita alrededor del Sol (órbita heliocéntrica). Tras este fracaso, la Unión Soviética lanzó una serie de sondas como pruebas para las misiones a Venus que también resultaron fallidas aunque no se incluyeron dentro del Programa Venera.
Cuatro años después se lanzaba la siguiente sonda, Venera 2 (3MV-4 No.4). Además de llevar instrumentos científicos iba equipada también con cámaras, su lanzamiento se produjo el 12 de noviembre de 1965. Su aproximación más cercana a Venus se produjo el 27 de febrero de 1966 cuando se constató que la sonda Venera 2 se encontraba a 24.000 kilómetros de distancia del planeta. Sin embargo poco después la nave comenzó a fallar y se la declaró perdida el 4 de marzo. Se cree que al igual que su antecesora, se quedó en órbita heliocéntrica.
La sonda Venera 3 fue lanzada el 16 de noviembre de 1965, con cerca de una tonelada de peso, era algo más pesada que sus predecesoras. Iba equipada con un sistema de comunicaciones, instrumentos para medir la presión atmosférica y medallones con el escudo de armas de la Unión Soviética. Su misión era posarse en la superficie de Venus y transmitir datos, algo que pudo conseguir entre otros motivos porque no iba equipada con ningún aparato especial para el aterrizaje, se esperaba que siguiera operativa tras llegar a la superficie. No llegó a completar su misión ya que el sistema de comunicaciones falló antes de llegar al planeta, sin embargo la sonda Venera 3 consiguió un hito histórico el 1 de marzo de 1966 cuando se estrelló contra Venus y se convertía en la primera nave u objeto creado por el hombre en impactar en la superficie de otro planeta. A partir de entonces, las sucesivas misiones Venera se contarían por éxitos del Programa Espacial Soviético.
La sonda Venera 4 (4V-1 No.310) fue lanzada el 12 de junio de 1967 y se convirtió poco después en la primera misión que ha analizado in situ la atmósfera de otro planeta. Tras una corrección de su trayectoria el 29 de julio cuando la sonda se encontraba a más de 12 millones de kilómetros de la Tierra, el 1 de octubre de 1967 la nave Venera 4 entraba en la atmósfera de Venus. Durante su entrada los escudos térmicos tuvieron que soportar los 11.000 °C, poco después, a una altitud de 52 kilómetros se desplegó el paracaídas y se comenzaron a recabar datos de la atmósfera que se transmitieron a la Tierra.
A 52 kilómetros de altitud Venera 4 transmitió que la temperatura era de 33 °C y una presión similar a la Tierra, tras 26 kilómetros de descenso, los datos enviados indicaban que la temperatura exterior había ascendido a 262 °C, la presión era ya de 22 atmosferas mientras continuaba subiendo a medida que la sonda se acercaba a la superficie. Poco después se cortó la transmisión, los científicos creen que se pudo posar de forma suave sobre la superficie de Venus aunque hay ciertas dudas al respecto ya que la nave solo podía soportar hasta 25 atmósferas de presión y posteriormente se confirmó que la presión atmosférica de Venus puede llegar hasta las 90 atmósferas.
Venera 4 fue un absoluto éxito, el análisis químico reveló entre otras mediciones que la atmósfera venusiana estaba compuesta casi por completo de dióxido de carbono. Se constató que Venus tenía una temperatura extremadamente alta y los datos sugerían que si en algún momento tuvo agua había desaparecido por completo hacía mucho tiempo. Las siguientes sondas lanzadas en 1969, Venera 5 y Venera 6, también pudieron cumplir sus respectivas misiones y tras su entrada en la atmósfera de Venus durante su descenso estuvieron transmitiendo datos a la Tierra acerca de la atmósfera del planeta durante más de 50 minutos.
La misión de la sonda Venera 7, lanzada el 17 de agosto de 1970, era la de aterrizar de forma suave sobre la superficie de Venus. Tras entrar en la atmósfera del planeta el 15 de diciembre, se desplegó el paracaídas y comenzó a recabar datos. Un fallo en el paracaídas provocó que una parte del descenso lo realizará a más velocidad, impactado con la superficie de Venus a 16,5 m/s, sin embargo la sonda sobrevivió al impacto y pudo transmitir convirtiéndose en la primera nave espacial en transmitir datos desde la superficie de otro planeta.
Los datos enviados fueron lecturas de temperatura que indicaban una temperatura en la superficie de Venus de 475 °C. Poco después, en 1972, la sonda Venera 8 completaba también su misión satisfactoriamente transmitiendo datos sobre la radiactividad del planeta y de sus vientos durante más de 50 minutos. Sirvió para confirmar también los datos de presión atmosférica y altísimas temperaturas en la superficie de planeta enviados por las sondas anteriores. 11 segundos después de posarse la sonda dejó de funcionar debido a las extremas condiciones de Venus.
El 8 de junio de 1975 se producía el lanzamiento de lo que sería el siguiente gran éxito del Programa Espacial Soviético, la sonda Venera 9 (4V-1 No. 660) . Esta nave estaba compuesta por un orbitador y un módulo de aterrizaje (Lander) que sumaban un peso total de casi cinco toneladas. El 20 de octubre de 1975 el Lander se separó el orbitador y aterrizó en el planeta. Gracias a su sistema de refrigeración estuvo funcionando y recabando datos durante 50 minutos antes de ser aplastada por las 90 atmósferas de presión del planeta. En ese tiempo pudo tomar y transmitir a la Tierra las primeras fotografías de la superficie de Venus de la historia.
Poco después, el 25 de octubre, la misión Venera 10, se completaba también de forma exitosa tras aterrizar su módulo en la superficie del planeta, recabar datos durante 65 minutos y conseguir transmitir más fotografías de Venus. Las siguientes misiones, Venera 11 y Venera 12 se consideraron también un éxito, tras conseguir entrar en la atmósfera venusiana y recopilar datos durante más de un hora tras aterrizar, aunque esta vez no llevaban cámaras incorporadas.
Las siguientes sondas, Venera 13 y Venera 14, eran naves prácticamente idénticas, con un peso de 760 kilos y se lanzaron casi al mismo tiempo, con cinco días de diferencia, en octubre de 1981. Venera 13 fue la primera en llegar, aterrizando sobre Venus el 1 de marzo de 1982, realizando mediciones, enviando datos a la Tierra y tomando las primeras fotografías a color de la superficie de Venus. La sonda Venera 14 aterrizó en el planeta también de forma exitosa el 5 de marzo a casi 1.000 kilómetros del módulo anterior, realizando mediciones y tomando más fotografías.
Dos años después, en junio de 1983, se lanzaban las dos últimas sondas del Programa Venera a Venus, las sondas Venera 15 y Venera 16. Se trataban de dos naves idénticas Venera 4V-2 que cuya misión era orbitar el planeta mientras cartografiaban con ondas de radar la superficie de Venus. Juntas estuvieron alrededor del planeta durante 8 meses mapeando aproximadamente el 25% de la superficie de Venus.
El Programa Venera se daba por finalizado y la Unión Soviética continuó sus investigaciones de Venus a través del Programa Vega en las que las naves iban a ser también aprovechadas para estudiar el paso del Cometa Halley en 1986.
Entre sus distintos éxitos, los soviéticos habían conseguido en 1957 poner en órbita en primer satélite artificial, el Sputnik 1, y ese mismo año conseguían también poner en órbita alrededor de la Tierra al primer ser vivo, la perrita Laika, dentro del Sputnik 2. En abril de 1961 la URSS lograba uno de los mayores avances de la carrera espacial cuando Yuri Gagarin a bordo del Vostok 1 se convertía en el primer hombre en el espacio. Son los hitos más conocidos del Programa Espacial de la Unión Soviética pero no los únicos, ya que las misiones espaciales continuaron y gracias al Programa Venera, en 1966 los soviéticos se convertían también en ser los primeros en conseguir posar un objeto humano en la superficie de otro planeta, el elegido fue Venus.
El Programa Espacial Venera (nombre ruso para Venus) fue una serie de sondas lanzadas por la Unión Soviética a Venus para recabar datos de este planeta. El programa se desarrolló entre 1961 y 1984 y aunque varias de las sondas fracasaron y no cumplieron su objetivo, otras lo lograron y entre la mucha información que transmitieron se incluyen las primeras fotografías de la superficie de Venus. Las sondas debían aguantar las extremas condiciones del planeta: una densa atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono; una enorme presión atmosférica 90 veces superior a la presión atmosférica de la Tierra; y una temperatura media en la superficie de 464 grados, lo que convierte a Venus en el planeta más caliente del Sistema Solar.
Además de las propias sondas Venera también se lanzaron a Venus sondas de otros programas como Sputnik o Cosmos, sin embargo se utilizaron como pruebas y tras fallar en sus objetivos no se incluyeron dentro del programa Venera. El primer intento de lanzar una sonda a Venus por la Unión Soviética fue la nave Tyazhely Sputnik (Venera 1VA No.1) el 4 de febrero de 1961. La misión falló, reentrando de nuevo la nave en la atmósfera terrestre sobre Siberia el 26 de febrero, el gobierno soviético no llegó a reconocer el fallo y alegó que se trataba de una prueba para un satélite.
Oficialmente, la primera sonda del Programa Venera se lanzó el 12 de Febrero de 1961. Venera 1 (Venera-1VA No.2) pesaba 643 kilogramos, medía dos metros de altura e iba equipada con instrumentos científicos para realizar mediciones. Siete días después de su lanzamiento, el 19 de febrero, se perdió el contacto con la nave cuando se encontraba a 1.900.000 kilómetros de distancia de la Tierra. La misión Venera 1 se consideró fallida y las últimas noticias de la sonda fueron cuando el 19 de mayo de 1961 pasó a una distancia de 100.000 kilómetros de Venus, los científicos creen que quedó posteriormente en órbita alrededor del Sol (órbita heliocéntrica). Tras este fracaso, la Unión Soviética lanzó una serie de sondas como pruebas para las misiones a Venus que también resultaron fallidas aunque no se incluyeron dentro del Programa Venera.
Cuatro años después se lanzaba la siguiente sonda, Venera 2 (3MV-4 No.4). Además de llevar instrumentos científicos iba equipada también con cámaras, su lanzamiento se produjo el 12 de noviembre de 1965. Su aproximación más cercana a Venus se produjo el 27 de febrero de 1966 cuando se constató que la sonda Venera 2 se encontraba a 24.000 kilómetros de distancia del planeta. Sin embargo poco después la nave comenzó a fallar y se la declaró perdida el 4 de marzo. Se cree que al igual que su antecesora, se quedó en órbita heliocéntrica.
La sonda Venera 3 fue lanzada el 16 de noviembre de 1965, con cerca de una tonelada de peso, era algo más pesada que sus predecesoras. Iba equipada con un sistema de comunicaciones, instrumentos para medir la presión atmosférica y medallones con el escudo de armas de la Unión Soviética. Su misión era posarse en la superficie de Venus y transmitir datos, algo que pudo conseguir entre otros motivos porque no iba equipada con ningún aparato especial para el aterrizaje, se esperaba que siguiera operativa tras llegar a la superficie. No llegó a completar su misión ya que el sistema de comunicaciones falló antes de llegar al planeta, sin embargo la sonda Venera 3 consiguió un hito histórico el 1 de marzo de 1966 cuando se estrelló contra Venus y se convertía en la primera nave u objeto creado por el hombre en impactar en la superficie de otro planeta. A partir de entonces, las sucesivas misiones Venera se contarían por éxitos del Programa Espacial Soviético.
La sonda Venera 4 (4V-1 No.310) fue lanzada el 12 de junio de 1967 y se convirtió poco después en la primera misión que ha analizado in situ la atmósfera de otro planeta. Tras una corrección de su trayectoria el 29 de julio cuando la sonda se encontraba a más de 12 millones de kilómetros de la Tierra, el 1 de octubre de 1967 la nave Venera 4 entraba en la atmósfera de Venus. Durante su entrada los escudos térmicos tuvieron que soportar los 11.000 °C, poco después, a una altitud de 52 kilómetros se desplegó el paracaídas y se comenzaron a recabar datos de la atmósfera que se transmitieron a la Tierra.
A 52 kilómetros de altitud Venera 4 transmitió que la temperatura era de 33 °C y una presión similar a la Tierra, tras 26 kilómetros de descenso, los datos enviados indicaban que la temperatura exterior había ascendido a 262 °C, la presión era ya de 22 atmosferas mientras continuaba subiendo a medida que la sonda se acercaba a la superficie. Poco después se cortó la transmisión, los científicos creen que se pudo posar de forma suave sobre la superficie de Venus aunque hay ciertas dudas al respecto ya que la nave solo podía soportar hasta 25 atmósferas de presión y posteriormente se confirmó que la presión atmosférica de Venus puede llegar hasta las 90 atmósferas.
Venera 4 fue un absoluto éxito, el análisis químico reveló entre otras mediciones que la atmósfera venusiana estaba compuesta casi por completo de dióxido de carbono. Se constató que Venus tenía una temperatura extremadamente alta y los datos sugerían que si en algún momento tuvo agua había desaparecido por completo hacía mucho tiempo. Las siguientes sondas lanzadas en 1969, Venera 5 y Venera 6, también pudieron cumplir sus respectivas misiones y tras su entrada en la atmósfera de Venus durante su descenso estuvieron transmitiendo datos a la Tierra acerca de la atmósfera del planeta durante más de 50 minutos.
La misión de la sonda Venera 7, lanzada el 17 de agosto de 1970, era la de aterrizar de forma suave sobre la superficie de Venus. Tras entrar en la atmósfera del planeta el 15 de diciembre, se desplegó el paracaídas y comenzó a recabar datos. Un fallo en el paracaídas provocó que una parte del descenso lo realizará a más velocidad, impactado con la superficie de Venus a 16,5 m/s, sin embargo la sonda sobrevivió al impacto y pudo transmitir convirtiéndose en la primera nave espacial en transmitir datos desde la superficie de otro planeta.
Los datos enviados fueron lecturas de temperatura que indicaban una temperatura en la superficie de Venus de 475 °C. Poco después, en 1972, la sonda Venera 8 completaba también su misión satisfactoriamente transmitiendo datos sobre la radiactividad del planeta y de sus vientos durante más de 50 minutos. Sirvió para confirmar también los datos de presión atmosférica y altísimas temperaturas en la superficie de planeta enviados por las sondas anteriores. 11 segundos después de posarse la sonda dejó de funcionar debido a las extremas condiciones de Venus.
El 8 de junio de 1975 se producía el lanzamiento de lo que sería el siguiente gran éxito del Programa Espacial Soviético, la sonda Venera 9 (4V-1 No. 660) . Esta nave estaba compuesta por un orbitador y un módulo de aterrizaje (Lander) que sumaban un peso total de casi cinco toneladas. El 20 de octubre de 1975 el Lander se separó el orbitador y aterrizó en el planeta. Gracias a su sistema de refrigeración estuvo funcionando y recabando datos durante 50 minutos antes de ser aplastada por las 90 atmósferas de presión del planeta. En ese tiempo pudo tomar y transmitir a la Tierra las primeras fotografías de la superficie de Venus de la historia.
Poco después, el 25 de octubre, la misión Venera 10, se completaba también de forma exitosa tras aterrizar su módulo en la superficie del planeta, recabar datos durante 65 minutos y conseguir transmitir más fotografías de Venus. Las siguientes misiones, Venera 11 y Venera 12 se consideraron también un éxito, tras conseguir entrar en la atmósfera venusiana y recopilar datos durante más de un hora tras aterrizar, aunque esta vez no llevaban cámaras incorporadas.
Las siguientes sondas, Venera 13 y Venera 14, eran naves prácticamente idénticas, con un peso de 760 kilos y se lanzaron casi al mismo tiempo, con cinco días de diferencia, en octubre de 1981. Venera 13 fue la primera en llegar, aterrizando sobre Venus el 1 de marzo de 1982, realizando mediciones, enviando datos a la Tierra y tomando las primeras fotografías a color de la superficie de Venus. La sonda Venera 14 aterrizó en el planeta también de forma exitosa el 5 de marzo a casi 1.000 kilómetros del módulo anterior, realizando mediciones y tomando más fotografías.
Dos años después, en junio de 1983, se lanzaban las dos últimas sondas del Programa Venera a Venus, las sondas Venera 15 y Venera 16. Se trataban de dos naves idénticas Venera 4V-2 que cuya misión era orbitar el planeta mientras cartografiaban con ondas de radar la superficie de Venus. Juntas estuvieron alrededor del planeta durante 8 meses mapeando aproximadamente el 25% de la superficie de Venus.
El Programa Venera se daba por finalizado y la Unión Soviética continuó sus investigaciones de Venus a través del Programa Vega en las que las naves iban a ser también aprovechadas para estudiar el paso del Cometa Halley en 1986.