La historia de Mansa Musa, la persona más rica de la historia

El sultán Musa I de Mali, conocido popularmente como Mansa Musa, fue un gobernante que expandió a base de conquistas el territorio de Mali (África) durante el siglo XIV, floreciendo el imperio tanto culturalmente como económicamente durante su reinado. 

Mansa Musa, la persona más rica de la historiaAdemás de una figura histórica y un mecenas para las ciencias, las artes, la literatura o la arquitectura, Mansa Musa es considerado el hombre más rico de la Edad Media y para muchos historiadores fue probablemente también la persona más rica de la historia

La forma de ascender al trono de Musa fue un tanto peculiar. Según los antiguos escritos del historiador árabe Ibn-Khaldun (Ibn Jaldún), el abuelo de Musa fue el visir Abu Bakr Keita (Manding Bory), quien a su vez era hermano de Sundiata Keita, el histórico fundador del imperio de Mali.

A principios del siglo XIV, cuando Musa contaba con apenas 30 años, fue nombrado como diputado heredero de Abubakari Keita II, el rey por aquella época. Se trataba de una práctica común que se realizaba cuando un rey realizaba un peregrinaje a la Meca o alguna expedición larga, asegurando así la línea sucesoria en caso de no regresar. 

El rey Abubakari Keita II se embarcó en una expedición para explorar los límites del Océano Atlántico, ya que al parecer el gobernante creía que podía llegar hasta su extremo. Una idea que en realidad no era original, como demuestran las supuestas expediciones a América anteriores a Colón, y que el emperador de Mali por entonces quiso realizar adelantándose casi dos siglos a Cristobal Colón. 

Para ello organizó una expedición con cientos de barcas llenas de hombres, con víveres y agua para poder aguantar la travesía durante varios años, una buena cantidad de oro como objeto valioso para cualquier imprevisto, y la orden de no regresar hasta que consiguieran llegar al extremo del Océano

Representación del sultán Musa I de Mali en un texto antiguoNadie regresó jamás de esta expedición oceánica, incluyendo al propio rey Abubakari Keita II, por lo que tras un año sin noticias, en torno al año 1312 Musa se convirtió en el emperador de Mali, pasando a conocerse con el tiempo como Mansa Musa, ya que "Mansa" significa literalmente "emperador", "conquistador" o "sultán". 

El gobernante sería conocido también por muchos otros nombres y apodos a lo largo de los años, gracias principalmente a sus conquistas, como "Kankou Musa", "Musa Keita I", "Mali-Koy Kankan Musa", "Gonga Musa", "el León de Mali", "Señor de las minas de Wangara" o "Conquistador de Ghanata".

Tras el ascenso de Mansa Musa al trono, se convirtió en uno de los primeros musulmanes devotos en gobernar el imperio de Mali, e intentó convertir el islam en la fe dominante entre la nobleza, si bien siguió la tradición imperial de no imponer la fe islámica al pueblo. 

Musa I de Mali conquistó 24 ciudades y sus distritos circundantes durante su reinado, expandiendo los territorios del imperio al conquistado antiguo imperio de Ghana y otras tierras que forman parte de la actual Mauritania. 

En todo caso, sus conquistas no fueron siempre militares. Musa sabía leer y escribir árabe y se interesó por la erudita ciudad de Tombuctú, que anexó pacíficamente en 1324, convirtiéndose en la capital intelectual y espiritual del islam en toda África durante los siguientes siglos. 

El imperio de Mali fue realmente próspero tanto cultural como económicamente, gracias en gran parte a su ingente cantidad de oro, ya que en aquella época fue probablemente el mayor productor de oro del mundo

Peregrinación de Mansa Musa a La MecaLa riqueza de Mali y por extensión de su emperador, Mansa Musa, se convirtió en legendaria, y buen ejemplo de ello fue la histórica peregrinación a La Meca que realizó entre 1324 y 1326, por lo que se hizo conocido en el norte de África y en Oriente Medio. 

Como musulmán devoto, Musa organizó una ostentosa peregrinación a La Meca que quedó registrada por varias fuentes y testigos presenciales de la época, que observaron asombrados la inmensa riqueza del gobernante y el nutrido séquito que lo acompañaban. Aunque los datos varían, todas las fuentes señalan que la riqueza mostrada y longitud de la procesión a su paso fue algo único. 

Al parecer Musa emprendió el viaje de peregrinación a La Meca acompañado de una guardia personal de 500 hombres y más de 12.000 esclavos, además del resto del séquito, formando una procesión compuesta en total por 60.000 personas, la mayoría de ellas vestidas con brocados y sedas persas. 

Los esclavos portaban cada uno lingotes de casi dos kilos de oro, que se sumaba a los lingotes y polvo de oro que llevaban los caballos y camellos que llevaron durante la procesión (algunas fuentes indican que también les acompañaron elefantes para poder cargar todo el oro). 

Como muestra de su generosidad, Mansa Musa fue repartiendo oro a todos los pobres que se encontró durante su viaje, haciendo también generosas donaciones a algunas ciudades que se encontró en su ruta, como El Cairo y Medina

Gastó tanto oro comprando objetos y recuerdos (con parte de su séquito comprando también esclavas turcas y etíopes) y repartió tanto oro en limosnas, que el valor del oro se depreció durante más de diez años en Egipto y Arabia, creando una recesión masiva de este metal y provocando una inflación en los precios del resto de bienes y mercancías. 

Atlas catalán de 1375El derroche de oro del emperador Musa I de Mali durante su peregrinación a la Meca tuvo un considerable impacto en el mundo islámico y cristiano de la época, y como consecuencia, tanto el imperio de Mali como la ciudad de Tombuctú aparecieron en los mapas del mundo del siglo XIV, como el Atlas catalán de 1375, uno de los mapamundis más importantes de la Edad Media

En su camino de regreso de La Meca, el gobernante acabó pidiendo grandes préstamos de oro a prestamistas de El Cairo, aunque no se sabe exactamente si lo hizo para corregir la depreciación del oro que había provocado, o simplemente si se quedó sin oro para el viaje de vuelta debido a su gasto desmedido. 

Lejos de afectar a su economía, Mali seguía siendo un imperio inmensamente rico, y Mansa Musa emprendió un programa de construcción en diversas ciudades, convirtiéndose en un mecenas para la cultura y la ciencia, mientras seguía conquistando nuevos territorios. 

Llevó a Mali a estudiosos y arquitectos árabes, que llegaron incluso de lugares tan lejanos como El Cairo o Andalucía (Al-Ándalus), para trabajar en su programa de construcción y embellecer las ciudades. Construyó mezquitas, palacios y escuelas (Madrasas) en ciudades como Gao, Tombuctú o Niani, donde se construyó un suntuoso Palacio Real

En Tombuctú edificó la grandiosa Gran Mezquita, y levantó además la Universidad de Sankore, un enorme centro de estudio que tenía capacidad para albergar a 25.000 estudiantes y contaba con una de las bibliotecas más grandes del mundo. Con más de un millón de manuscritos, la biblioteca de la Universidad de Sankore tuvo la colección de libros más importante de África desde los tiempos de la Biblioteca de Alejandría. 

El imperio de Mali en la época de Mansa MusaTombuctú se convirtió en una importante enclave comercial, pero también de la cultura islámica gracias a su Universidad. Para extender el estudio del Islam por el imperio, también se construyeron otras Universidades en lugares como Ségou y Djenné. Esta última, una ciudad ya conocida en la época por su impresionante mezquita de barro.  

Gracias a su obra, durante el reinado de Mansa Musa se produjo un considerable avance en el nivel de vida en las ciudades que formaban parte del imperio de Mali, llegando durante su apogeo a contar con cerca de 400 ciudades. 

Las noticias de la riqueza y el esplendor del imperio de Mali se extendieron rápidamente por el norte de África y por el Mediterráneo, estableciéndose varias rutas comerciales para intercambiar sus productos por oro. 

Mansa Musa moriría en el año 1337 dejando el imperio de Mali en su máximo apogeo a su hijo, Mansa Maghan Keita I, quien gobernaría unos pocos años y sería sustituido en 1341 en el trono por el hermano de Musa, Souleyman Keita

El Imperio de Malí consiguió tener una profunda influencia en la cultura del África Occidental, a lo largo del río Níger, durante los siguientes siglos, gracias en gran parte al reinado de Mansa Musa. Este histórico gobernante fue indudablemente el más rico de su tiempo y, aunque es difícil calcular con exactitud su fortuna, ajustando su patrimonio a la inflación, para la mayoría de historiadores fue la persona más rica de la historia

El histórico sultán Mansa Musa I, emperador de Mali


Revolviendo el cajón de la historia

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