En 1981 se estrenaba "En busca del arca perdida", una película de aventuras dirigida por Steven Spielberg y producida por George Lucas. El film fue un éxito, consiguiendo cinco premios Oscars e introduciendo en la historia del cine uno de sus "héroes" más conocidos, el arqueólogo, profesor y aventurero Indiana Jones, interpretado por el actor Harrison Ford. Los orígenes de "Indy" en realidad comienzan mucho antes.
Poco después del estreno de "La Guerra de las Galaxias" en 1977, Spielberg le comentó a George Lucas la posibilidad de realizar juntos otro proyecto que tenía en mente. Para ello se inspiraron en los personajes de varias películas y seriales de los años 30 y 40, a los que eran aficionados en su infancia, como los films de la productora Republic Pictures, especializada en westerns, películas de Serie B y películas de aventuras.
Los escritores y guionistas de estas series y películas de ficción se basaron a su vez en exploradores y arqueólogos reales, muy famosos en su época, para crear sus personajes. Auténticos Indiana Jones que sin los efectos especiales ni las tramas de Hollywood, llevaron una vida dedicada a la aventura. Con este trasfondo de realidad detrás, décadas después nacería el personaje de Henry Walton Jones Jr. (Indiana Jones), inspirado en la vida e incluso en algunos de sus hallazgos, de estos auténticos aventureros.
Nacido en Wisconsin en 1884, Roy Chapman Andrews fue un explorador, naturalista y aventurero estadounidense que llegó a ser director del Museo Americano de Historia Natural. Entre sus expediciones más famosas, destacan las que llevó a cabo a principios del siglo XX en Asia, donde descubrió para el Museo, los primeros huevos fósiles de dinosaurios que se conocen. En sus viajes sufrió numerosos percances, desde enfrentarse a bandidos a ataques de tiburones y otros animales salvajes, incluso llegó a ser dado por muerto en varias ocasiones. Cuando escribió los relatos de sus aventuras se convirtió en una celebridad, siendo considerado habitualmente como el verdadero Indiana Jones, la persona real en la que se inspiraron para crear el personaje cinematográfico.
Ya desde sus primeros años, Roy Chapman Andrews mostró interés por la naturaleza, explorando los bosques y campos cercanos a su domicilio, aprendiendo taxidermia por su cuenta, una afición que le valió para pagarse la matrícula en la Universidad de Beloit. Tras graduarse, entró como conserje en el Museo Americano de Historia Natural en la ciudad de Nueva York, en el departamento de taxidermia. También continuó estudiando la biología de los mamíferos, obteniendo un máster en la Universidad de Columbia.
Entre 1909 y 1913 se embarcó en diversas expediciones a las Indias Orientales y al Ártico para recoger muestras de animales y observar mamíferos marinos. Su objetivo en el Ártico era obtener un especímen de ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus) para el Museo, aunque no lo logró, pudo filmar algunas de las mejores imágenes de focas en su hábitat natural que se han hecho nunca.
Tras casarse en 1914, Andrews y su esposa (Yvette Borup) dirigieron los siguientes años la expedición zoológica del museo por Asia, principalmente en el oeste y al sur de Yunnan y otras provincias de China. Sus experiencias y hallazgos quedaron cuidadosamente registrados en sus cuadernos de campo.
Durante la década de 1920 Andrews comenzó a planificar expediciones a Mongolia y a otras partes de Asia, esperando encontrar indicios de los orígenes de la raza humana, ya que en aquella época existía la teoría (hoy en declive) entre la comunidad científica, de que los primeros humanos se originaron y evolucionaron en Asia y no en África. Tras diversos avatares, tener que combatir con bandidos (Andrews era un excelente tirador), un inhóspito clima y la fauna salvaje, no encontró nada sobre los primeros humanos. Sin embargo el grupo descubrió en 1922 el fósil de un mamífero prehistórico gigantesco, una especie de enorme rinoceronte sin cuernos denominado Indricotherium (Paraceratherium). El fósil fue enviado al museo.
Durante los años siguientes, las expediciones de Roy Chapman Andrews continuaron por Asia, llegando a adentrarse también en el Desierto de Gobi. El equipo realizó numerosos hallazgos de huesos de dinosaurios y fósiles de mamíferos, destacando el descubrimiento en julio de 1923 del primer nido con huevos de dinosaurios fosilizados. Inicialmente se pensó que eran huevos de Protoceratops, una especie que la expedición de Andrews había descubierto poco antes, llevando una de las ramas de la especie su nombre en su honor (Protoceratops andrewsi). Sin embargo los estudios posteriores confirmaron que se trataba de oviraptores.
En las cuatro expediciones por el desierto del Gobi, se descubrieron nuevas especies de dinosaurios no conocidos hasta entonces. Pinacosaurus, Saurornithoides y Velociraptor, y una nueva especie de mamíferos ya extintos que se denominó Andrewsarchus, por su descubridor.
Las expediciones de 1926 y 1927 fueron canceladas y en 1930 Andrews realizó su último viaje a Asia aunque de escaso éxito. Regresó a su país y en 1934 se convirtió en el director del museo de Historia Natural. En su libro de 1935 "El negocio de Exploración", Roy Chapman Andrews escribió : "Nací para ser un explorador... Nunca hubo ninguna decisión que tomar. No podía haber hecho otra cosa y ser feliz".
Frederick Albert Mitchell-Hedges fue un aventurero y escritor británico que por su vida y descubrimientos es habitualmente considerado como uno de los grandes candidatos a ser la persona real en la que se inspiraron para crear el personaje de Indiana Jones.
Mitchell–Hedges se hizo mundialmente conocido a principios del siglo XX cuando descubrió junto a su hija Anna, una misteriosa calavera de cristal supuestamente de origen maya y con propiedades mágicas, en Lubaantun, Belize. Este cráneo es conocido como la calavera de Mitchell-Hedges y es solo uno de un conjunto que forman la Leyenda de las Calaveras de Cristal, descubiertas por todo el mundo.
Nacido en Londres en 1882, Mitchell-Hedges asistió a la escuela hasta los 16 años y ya desde muy temprano se empezó a interesar por la exploración y los viajes, algo con lo que su padre no estaba de acuerdo y provocó que tuvieran una relación difícil toda su vida. Con esta edad se embarcó en su primer viaje en una expedición a Noruega, tras regresar a Londres tres semanas después, su destino había quedado sellado, quería ser explorador.
Se casó en uno de sus viajes a Canadá en 1906 y al no tener hijos naturales adoptaron a Anna que pasaría a llamarse Anna Mitchell-Hedges. Viajó los siguientes años por América del Norte y América Central donde fue capturado en México por Pancho Villa, llegando a trabajar durante un tiempo como espía.
En sus numerosos viajes, Mitchell-Hedges dijo haber descubierto varias tribus indígenas y ciudades perdidas en América, que sin embargo ya habían sido documentadas años antes. También aseguró haber encontrado "la cuna de la civilización", en la Costa de Mosquitos de Nicaragua, y afirmó que las islas de la Bahía de Honduras eran restos de la civilización perdida de la Atlántida (un mito por el que tenía un gran interés).
Durante los años 30, el aventurero tenía un programa semanal de radio en Nueva York los domingos por la noche. Hablaba con una música de fondo de "tambores de la selva" y relataba cuentos dramáticos de sus viajes, incluyendo escapadas por los pelos de la muerte a manos de los "salvajes", o de todo tipo de animales de la selva.
Su descubrimiento más famoso fue sin duda el cráneo de cristal que Mitchell-Hedges afirmó haber encontrado con su hija Anna en la ruina maya de Lubaantún, mientras estaban en una expedición en la Honduras Británica (actual Belice), en la década de 1920. Sin embargo, su descubrimiento lo mantuvo en secreto hasta que a finales de 1940, otra misteriosa calavera de cristal se hizo famosa al ser subasta en Sotheby en 1943.
Este cráneo de cristal de Mitchell-Hedges se mantuvo durante décadas en posesión de su hija adoptiva hasta su muerte en el año 2007. Hasta entonces se ha mostrado al público periódicamente en muy pocas ocasiones. Aunque ha podido ser examinado posteriormente, su autenticidad y las de otras calaveras de cristal halladas, sigue siendo hoy en día cuestión de debate. En todo caso, su influencia en las películas de Indiana Jones es evidente. En 2008 se lanzaba la cuarta película de la saga, "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", donde el famoso arqueólogo debe encontrar un misterioso cráneo de cristal maya.
Percival Harrison Fawcett fue un teniente coronel del ejército británico además de arqueólogo y explorador, realizando expediciones por Sudamérica. En uno de estos viajes de exploración desapareció misteriosamente en 1925 junto a su hijo en la selva brasileña mientras buscaba la que él denominó "Ciudad perdida de Z" (la legendaria ciudad de El Dorado).
Nacido en Torqay (Inglaterra), en 1867, en el seno de una familia íntimamente relacionada con la aventura y la búsqueda de misterios. Su padre, de origen indio, era miembro de la Royal Geographical Society (RGS), y su hermano mayor Edward Douglas Fawcett fue un escalador de montañas, ocultista y autor de libros filosóficos y novelas de aventuras populares.
Sirvió en el ejército y tras casarse en 1901 con su esposa Nina Agnes Paterson (con la que tuvo dos hijos), se unió a la RGS para aprender cartografía y topografía. Poco después trabajó para el servicio secreto británico en el norte de África. Allí se hizo amigo de varios autores, entre ellos Arthur Conan Doyle, quien usaría los últimos informes de campo del Amazonas de Fawcett como una inspiración para su novela, "El mundo perdido", de la que también se haría una película en 1925.
La primera expedición de Fawcett la realizó en 1906 a América del Sur, cuando a instancias de la RGS, tuvo que viajar a Brasil para mediar y asignar una zona de la selva situada en la frontera entre Brasil y Bolivia. La Sociedad había sido nombrada la encargada de asignar el área por ser un tercero imparcial no influenciado por los intereses nacionales locales.
En su expedición, Fawcett afirmó haber visto y disparado a una anaconda gigante de más de 18 metros de largo, un tamaño enorme que solo podía llegar a alcanzar la ya extinta Titanoboa, algo por lo que fue ampliamente ridiculizado por la comunidad científica. Informó además de otros animales misteriosos desconocidos para la zoología, como un perro pequeño con la apariencia de un gato, del tamaño de un foxhound inglés, y una araña gigante Apazauca, de la que decía que había envenenado a varios lugareños.
Entre 1906 y 1924 Fawcett realizó un total de siete expediciones. En 1908, encontró el origen del Río Verde (Brasil) y en 1910 hizo un viaje a Río Heath (en la frontera entre Perú y Bolivia) para encontrar su fuente. Después de una expedición de 1913, afirmó haber visto unos extraños perros con narices dobles, que se creen pueden ser la raza de perro denominada tigre andino de dos narices. Fawcett era afable y cortés con los lugareños, haciéndoles regalos en muchas ocasiones por lo que se llevaba muy bien con ellos y le ayudaban habitualmente en lo que necesitara.
Tras el estudio de leyendas y documentos históricos antiguos (como el famoso Manuscrito 512), Fawcett estaba convencido de que existían varias ciudades perdidas en Brasil, en la zona del Mato Grosso. Entre ellas se encontraba la que denominó "Ciudad Perdida de Z", que correspondería con la leyenda de El Dorado. Antes de comenzar su búsqueda, tuvo que regresar a Gran Bretaña para reincorporarse al servicio activo al estallar la Primera Guerra Mundial.
Tras la guerra, regresó a Brasil donde realizó una primera expedición en la zona de Bahía, recogiendo testimonios de estas ciudades perdidas de gente que decía que las había visto. También estudió la arqueología y la fauna local.
Con la financiación de un grupo de inversores londinenses conocidos como "The Glove", Percy Fawcett emprendió en 1925 la que sería su última expedición. Regresó a Brasil en compañía de su hijo y un amigo de éste en la búsqueda que le tenía obsesionado, la Ciudad Perdida de Z. El mismo Fawcett se ocupó de los preparativos y el equipo ya que era un explorador experimentado, decidiendo que únicamente irían 3 personas para que el viaje fuera más ligero, Percy Fawcett, su hijo Jack Fawcett y un amigo de Jack, Raleigh Rimell. Antes de partir, dejó instrucciones indicando que si la expedición no regresaba no debían ir en su búsqueda para evitar que los rescatadores sufrieran el mismo destino.
Esta última expedición partió de Cuiabá el 20 de abril 1925. Además de sus dos compañeros principales, Fawcett fue acompañado por dos obreros brasileños, dos caballos, ocho mulas y un par de perros. La última comunicación que se recibió de la expedición fue el 29 de mayo 1925, cuando Fawcett escribió una carta a su esposa indicándole que estaba listo para entrar en un territorio inexplorado sólo con Jack y Rimell. En ella informaba también que iba a cruzar el Alto Xingu, un afluente del sudeste del río Amazonas. A partir de entonces la expedición de Percy Fawcett desapareció misteriosamente y no se volvieron a tener noticias.
Aunque no se sabe con exactitud su destino, muchos creyeron que habían sido asesinados por las tribus de indios locales, hostiles en muchos casos y en una zona en la que varias tribus indígenas no habían llegado a tener aún contacto con la civilización. Otra de las grandes posibilidades es que murieran por causas naturales en la densa selva brasileña. A pesar de las órdenes específicas de Fawcett, se organizaron varias expediciones de búsqueda, todas ellas fracasaron, muriendo más de 100 personas en los sucesivos intentos de rescate. Una curiosa teoría apunta a que el grupo de Fawcett en realidad no murió en la expedición y que su intención era alejarse de la civilización, montando en la selva una especie de comuna.
Percy Fawcett es otro de los grandes aventureros y exploradores considerado en muchas ocasiones como el inspirador del personaje de Indiana Jones. Curiosamente, en una de las novelas "Indiana Jones y los siete velos", un ficticio Fawcett ayuda a Indiana Jones en una de sus misiones.
Aunque en menor medida, otros intrépidos exploradores bien podían haber sido también las personas en las que se basaron los guionistas de las películas y series de aventuras de los años 30 y 40, o George Lucas y Spielberg décadas después, para crear al personaje arqueólogo y aventurero por excelencia, Indiana Jones. Hombres como Frederick Russell Burnham, Giovanni Battista Belzoni, Sylvanus Morley, John Pendlebury o Robert John Braidwood, vivieron una vida de descubrimientos, exploración y aventuras dignas de los personajes de Hollywood.
La aparición del personaje en 1981, con su primera película "En Busca del Arca Perdida", lanzó a Indiana Jones a la fama y levantó un interés por la arqueología y la aventura como décadas antes lo habían hecho otros grandes exploradores. En este caso la ficción superó a la realidad, el éxito del personaje cinematográfico fue mundial, produciéndose un franquicia de películas, novelas, series de televisión, un gran número de videojuegos, entre los que destacan el arcade "Indiana Jones y el Templo maldito" o la magnífica aventura gráfica "Indiana Jones and the Fate of Atlantis", juegos de rol, cómics, merchandising de todo tipo, e incluso parques temáticos dedicados al personaje y sus películas.
Con su característico sombrero Fedora y su látigo, Indiana Jones se ha convertido hoy en día en un icono de la cultura popular, algo que seguramente los posibles Indiana Jones reales, Roy Chapman Andrews, F. A. Mitchell-Hedges, Percy Fawcett, u otros exploradores, nunca hubieran imaginado mientras dedicaban su vida a la aventura.
Poco después del estreno de "La Guerra de las Galaxias" en 1977, Spielberg le comentó a George Lucas la posibilidad de realizar juntos otro proyecto que tenía en mente. Para ello se inspiraron en los personajes de varias películas y seriales de los años 30 y 40, a los que eran aficionados en su infancia, como los films de la productora Republic Pictures, especializada en westerns, películas de Serie B y películas de aventuras.
Los escritores y guionistas de estas series y películas de ficción se basaron a su vez en exploradores y arqueólogos reales, muy famosos en su época, para crear sus personajes. Auténticos Indiana Jones que sin los efectos especiales ni las tramas de Hollywood, llevaron una vida dedicada a la aventura. Con este trasfondo de realidad detrás, décadas después nacería el personaje de Henry Walton Jones Jr. (Indiana Jones), inspirado en la vida e incluso en algunos de sus hallazgos, de estos auténticos aventureros.
Roy Chapman Andrews
Nacido en Wisconsin en 1884, Roy Chapman Andrews fue un explorador, naturalista y aventurero estadounidense que llegó a ser director del Museo Americano de Historia Natural. Entre sus expediciones más famosas, destacan las que llevó a cabo a principios del siglo XX en Asia, donde descubrió para el Museo, los primeros huevos fósiles de dinosaurios que se conocen. En sus viajes sufrió numerosos percances, desde enfrentarse a bandidos a ataques de tiburones y otros animales salvajes, incluso llegó a ser dado por muerto en varias ocasiones. Cuando escribió los relatos de sus aventuras se convirtió en una celebridad, siendo considerado habitualmente como el verdadero Indiana Jones, la persona real en la que se inspiraron para crear el personaje cinematográfico.
Ya desde sus primeros años, Roy Chapman Andrews mostró interés por la naturaleza, explorando los bosques y campos cercanos a su domicilio, aprendiendo taxidermia por su cuenta, una afición que le valió para pagarse la matrícula en la Universidad de Beloit. Tras graduarse, entró como conserje en el Museo Americano de Historia Natural en la ciudad de Nueva York, en el departamento de taxidermia. También continuó estudiando la biología de los mamíferos, obteniendo un máster en la Universidad de Columbia.
Entre 1909 y 1913 se embarcó en diversas expediciones a las Indias Orientales y al Ártico para recoger muestras de animales y observar mamíferos marinos. Su objetivo en el Ártico era obtener un especímen de ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus) para el Museo, aunque no lo logró, pudo filmar algunas de las mejores imágenes de focas en su hábitat natural que se han hecho nunca.
Tras casarse en 1914, Andrews y su esposa (Yvette Borup) dirigieron los siguientes años la expedición zoológica del museo por Asia, principalmente en el oeste y al sur de Yunnan y otras provincias de China. Sus experiencias y hallazgos quedaron cuidadosamente registrados en sus cuadernos de campo.
Durante la década de 1920 Andrews comenzó a planificar expediciones a Mongolia y a otras partes de Asia, esperando encontrar indicios de los orígenes de la raza humana, ya que en aquella época existía la teoría (hoy en declive) entre la comunidad científica, de que los primeros humanos se originaron y evolucionaron en Asia y no en África. Tras diversos avatares, tener que combatir con bandidos (Andrews era un excelente tirador), un inhóspito clima y la fauna salvaje, no encontró nada sobre los primeros humanos. Sin embargo el grupo descubrió en 1922 el fósil de un mamífero prehistórico gigantesco, una especie de enorme rinoceronte sin cuernos denominado Indricotherium (Paraceratherium). El fósil fue enviado al museo.
Durante los años siguientes, las expediciones de Roy Chapman Andrews continuaron por Asia, llegando a adentrarse también en el Desierto de Gobi. El equipo realizó numerosos hallazgos de huesos de dinosaurios y fósiles de mamíferos, destacando el descubrimiento en julio de 1923 del primer nido con huevos de dinosaurios fosilizados. Inicialmente se pensó que eran huevos de Protoceratops, una especie que la expedición de Andrews había descubierto poco antes, llevando una de las ramas de la especie su nombre en su honor (Protoceratops andrewsi). Sin embargo los estudios posteriores confirmaron que se trataba de oviraptores.
En las cuatro expediciones por el desierto del Gobi, se descubrieron nuevas especies de dinosaurios no conocidos hasta entonces. Pinacosaurus, Saurornithoides y Velociraptor, y una nueva especie de mamíferos ya extintos que se denominó Andrewsarchus, por su descubridor.
Las expediciones de 1926 y 1927 fueron canceladas y en 1930 Andrews realizó su último viaje a Asia aunque de escaso éxito. Regresó a su país y en 1934 se convirtió en el director del museo de Historia Natural. En su libro de 1935 "El negocio de Exploración", Roy Chapman Andrews escribió : "Nací para ser un explorador... Nunca hubo ninguna decisión que tomar. No podía haber hecho otra cosa y ser feliz".
F. A. Mitchell-Hedges
Frederick Albert Mitchell-Hedges fue un aventurero y escritor británico que por su vida y descubrimientos es habitualmente considerado como uno de los grandes candidatos a ser la persona real en la que se inspiraron para crear el personaje de Indiana Jones.
Mitchell–Hedges se hizo mundialmente conocido a principios del siglo XX cuando descubrió junto a su hija Anna, una misteriosa calavera de cristal supuestamente de origen maya y con propiedades mágicas, en Lubaantun, Belize. Este cráneo es conocido como la calavera de Mitchell-Hedges y es solo uno de un conjunto que forman la Leyenda de las Calaveras de Cristal, descubiertas por todo el mundo.
Nacido en Londres en 1882, Mitchell-Hedges asistió a la escuela hasta los 16 años y ya desde muy temprano se empezó a interesar por la exploración y los viajes, algo con lo que su padre no estaba de acuerdo y provocó que tuvieran una relación difícil toda su vida. Con esta edad se embarcó en su primer viaje en una expedición a Noruega, tras regresar a Londres tres semanas después, su destino había quedado sellado, quería ser explorador.
Se casó en uno de sus viajes a Canadá en 1906 y al no tener hijos naturales adoptaron a Anna que pasaría a llamarse Anna Mitchell-Hedges. Viajó los siguientes años por América del Norte y América Central donde fue capturado en México por Pancho Villa, llegando a trabajar durante un tiempo como espía.
En sus numerosos viajes, Mitchell-Hedges dijo haber descubierto varias tribus indígenas y ciudades perdidas en América, que sin embargo ya habían sido documentadas años antes. También aseguró haber encontrado "la cuna de la civilización", en la Costa de Mosquitos de Nicaragua, y afirmó que las islas de la Bahía de Honduras eran restos de la civilización perdida de la Atlántida (un mito por el que tenía un gran interés).
Durante los años 30, el aventurero tenía un programa semanal de radio en Nueva York los domingos por la noche. Hablaba con una música de fondo de "tambores de la selva" y relataba cuentos dramáticos de sus viajes, incluyendo escapadas por los pelos de la muerte a manos de los "salvajes", o de todo tipo de animales de la selva.
Su descubrimiento más famoso fue sin duda el cráneo de cristal que Mitchell-Hedges afirmó haber encontrado con su hija Anna en la ruina maya de Lubaantún, mientras estaban en una expedición en la Honduras Británica (actual Belice), en la década de 1920. Sin embargo, su descubrimiento lo mantuvo en secreto hasta que a finales de 1940, otra misteriosa calavera de cristal se hizo famosa al ser subasta en Sotheby en 1943.
Este cráneo de cristal de Mitchell-Hedges se mantuvo durante décadas en posesión de su hija adoptiva hasta su muerte en el año 2007. Hasta entonces se ha mostrado al público periódicamente en muy pocas ocasiones. Aunque ha podido ser examinado posteriormente, su autenticidad y las de otras calaveras de cristal halladas, sigue siendo hoy en día cuestión de debate. En todo caso, su influencia en las películas de Indiana Jones es evidente. En 2008 se lanzaba la cuarta película de la saga, "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", donde el famoso arqueólogo debe encontrar un misterioso cráneo de cristal maya.
Percy Fawcett
Percival Harrison Fawcett fue un teniente coronel del ejército británico además de arqueólogo y explorador, realizando expediciones por Sudamérica. En uno de estos viajes de exploración desapareció misteriosamente en 1925 junto a su hijo en la selva brasileña mientras buscaba la que él denominó "Ciudad perdida de Z" (la legendaria ciudad de El Dorado).
Nacido en Torqay (Inglaterra), en 1867, en el seno de una familia íntimamente relacionada con la aventura y la búsqueda de misterios. Su padre, de origen indio, era miembro de la Royal Geographical Society (RGS), y su hermano mayor Edward Douglas Fawcett fue un escalador de montañas, ocultista y autor de libros filosóficos y novelas de aventuras populares.
Sirvió en el ejército y tras casarse en 1901 con su esposa Nina Agnes Paterson (con la que tuvo dos hijos), se unió a la RGS para aprender cartografía y topografía. Poco después trabajó para el servicio secreto británico en el norte de África. Allí se hizo amigo de varios autores, entre ellos Arthur Conan Doyle, quien usaría los últimos informes de campo del Amazonas de Fawcett como una inspiración para su novela, "El mundo perdido", de la que también se haría una película en 1925.
La primera expedición de Fawcett la realizó en 1906 a América del Sur, cuando a instancias de la RGS, tuvo que viajar a Brasil para mediar y asignar una zona de la selva situada en la frontera entre Brasil y Bolivia. La Sociedad había sido nombrada la encargada de asignar el área por ser un tercero imparcial no influenciado por los intereses nacionales locales.
En su expedición, Fawcett afirmó haber visto y disparado a una anaconda gigante de más de 18 metros de largo, un tamaño enorme que solo podía llegar a alcanzar la ya extinta Titanoboa, algo por lo que fue ampliamente ridiculizado por la comunidad científica. Informó además de otros animales misteriosos desconocidos para la zoología, como un perro pequeño con la apariencia de un gato, del tamaño de un foxhound inglés, y una araña gigante Apazauca, de la que decía que había envenenado a varios lugareños.
Entre 1906 y 1924 Fawcett realizó un total de siete expediciones. En 1908, encontró el origen del Río Verde (Brasil) y en 1910 hizo un viaje a Río Heath (en la frontera entre Perú y Bolivia) para encontrar su fuente. Después de una expedición de 1913, afirmó haber visto unos extraños perros con narices dobles, que se creen pueden ser la raza de perro denominada tigre andino de dos narices. Fawcett era afable y cortés con los lugareños, haciéndoles regalos en muchas ocasiones por lo que se llevaba muy bien con ellos y le ayudaban habitualmente en lo que necesitara.
Tras el estudio de leyendas y documentos históricos antiguos (como el famoso Manuscrito 512), Fawcett estaba convencido de que existían varias ciudades perdidas en Brasil, en la zona del Mato Grosso. Entre ellas se encontraba la que denominó "Ciudad Perdida de Z", que correspondería con la leyenda de El Dorado. Antes de comenzar su búsqueda, tuvo que regresar a Gran Bretaña para reincorporarse al servicio activo al estallar la Primera Guerra Mundial.
Tras la guerra, regresó a Brasil donde realizó una primera expedición en la zona de Bahía, recogiendo testimonios de estas ciudades perdidas de gente que decía que las había visto. También estudió la arqueología y la fauna local.
Con la financiación de un grupo de inversores londinenses conocidos como "The Glove", Percy Fawcett emprendió en 1925 la que sería su última expedición. Regresó a Brasil en compañía de su hijo y un amigo de éste en la búsqueda que le tenía obsesionado, la Ciudad Perdida de Z. El mismo Fawcett se ocupó de los preparativos y el equipo ya que era un explorador experimentado, decidiendo que únicamente irían 3 personas para que el viaje fuera más ligero, Percy Fawcett, su hijo Jack Fawcett y un amigo de Jack, Raleigh Rimell. Antes de partir, dejó instrucciones indicando que si la expedición no regresaba no debían ir en su búsqueda para evitar que los rescatadores sufrieran el mismo destino.
Esta última expedición partió de Cuiabá el 20 de abril 1925. Además de sus dos compañeros principales, Fawcett fue acompañado por dos obreros brasileños, dos caballos, ocho mulas y un par de perros. La última comunicación que se recibió de la expedición fue el 29 de mayo 1925, cuando Fawcett escribió una carta a su esposa indicándole que estaba listo para entrar en un territorio inexplorado sólo con Jack y Rimell. En ella informaba también que iba a cruzar el Alto Xingu, un afluente del sudeste del río Amazonas. A partir de entonces la expedición de Percy Fawcett desapareció misteriosamente y no se volvieron a tener noticias.
Aunque no se sabe con exactitud su destino, muchos creyeron que habían sido asesinados por las tribus de indios locales, hostiles en muchos casos y en una zona en la que varias tribus indígenas no habían llegado a tener aún contacto con la civilización. Otra de las grandes posibilidades es que murieran por causas naturales en la densa selva brasileña. A pesar de las órdenes específicas de Fawcett, se organizaron varias expediciones de búsqueda, todas ellas fracasaron, muriendo más de 100 personas en los sucesivos intentos de rescate. Una curiosa teoría apunta a que el grupo de Fawcett en realidad no murió en la expedición y que su intención era alejarse de la civilización, montando en la selva una especie de comuna.
Percy Fawcett es otro de los grandes aventureros y exploradores considerado en muchas ocasiones como el inspirador del personaje de Indiana Jones. Curiosamente, en una de las novelas "Indiana Jones y los siete velos", un ficticio Fawcett ayuda a Indiana Jones en una de sus misiones.
Aunque en menor medida, otros intrépidos exploradores bien podían haber sido también las personas en las que se basaron los guionistas de las películas y series de aventuras de los años 30 y 40, o George Lucas y Spielberg décadas después, para crear al personaje arqueólogo y aventurero por excelencia, Indiana Jones. Hombres como Frederick Russell Burnham, Giovanni Battista Belzoni, Sylvanus Morley, John Pendlebury o Robert John Braidwood, vivieron una vida de descubrimientos, exploración y aventuras dignas de los personajes de Hollywood.
La aparición del personaje en 1981, con su primera película "En Busca del Arca Perdida", lanzó a Indiana Jones a la fama y levantó un interés por la arqueología y la aventura como décadas antes lo habían hecho otros grandes exploradores. En este caso la ficción superó a la realidad, el éxito del personaje cinematográfico fue mundial, produciéndose un franquicia de películas, novelas, series de televisión, un gran número de videojuegos, entre los que destacan el arcade "Indiana Jones y el Templo maldito" o la magnífica aventura gráfica "Indiana Jones and the Fate of Atlantis", juegos de rol, cómics, merchandising de todo tipo, e incluso parques temáticos dedicados al personaje y sus películas.
Con su característico sombrero Fedora y su látigo, Indiana Jones se ha convertido hoy en día en un icono de la cultura popular, algo que seguramente los posibles Indiana Jones reales, Roy Chapman Andrews, F. A. Mitchell-Hedges, Percy Fawcett, u otros exploradores, nunca hubieran imaginado mientras dedicaban su vida a la aventura.