La Gran Colombia es el nombre que se utiliza para denominar a un gran país existente entre 1819 y 1831 que abarcaba el norte de Sudamérica y parte de América Central. Esta
gran nación hispanoamericana comprendía territorios de países actuales como
Colombia,
Venezuela,
Ecuador, o
Panamá, y parte del territorio de otros, como el
norte de Perú, o el
noroeste de Brasil.

La
historia de la Gran Colombia fue realmente corta. Fundada como una
república en 1819 el Estado se creó oficialmente en 1821, pero no gozó del
reconocimiento internacional de muchos países europeos.
Con la figura histórica de
Simón Bolivar como
primer presidente, a finales de la década de 1820 comenzaron a surgir problemas internos y tensiones regionales, disolviéndose "
la gran nación hispano americana" en 1831. El nombre de la
Gran Colombia se comenzó a utilizar para distinguir históricamente el país de la actual
República de Colombia.
El
origen de la Gran Colombia se le atribuye a
Sebastián Francisco de Miranda, un político, militar, escritor y diplomático, de nacionalidad española y venezolana, que buscaba la
unificación de los pueblos libres de América con la creación de un
gran Estado hispanoamericano independiente.
Era la época en la que el
Imperio español estaba entrando en declive, y muchas
colonias americanas buscaban su independencia de España. La idea de
Francisco de Miranda no llegó a concretarse, pero poco después la retomaría una de las figuras clave en las
Guerras de Independencia Hispanoamericana, el "Libertador"
Simón Bolívar.

Mientras estaba inmerso en plena
guerra por la independencia de Venezuela, las fuerzas revolucionarias lideradas por
Simón Bolívar sentaron las bases para la creación de un gobierno regular en una convención constitucional. Bolívar llegó a la conclusión de que debía aglutinar a los distintos pueblos de la
América hispana como garantía de la independencia.
Como
Jefe Supremo de la República de Venezuela y
Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada, Simón Bolivar creó el 15 de febrero de 1819 el
Congreso de Angostura en la ciudad de Angostura, conocida actualmente como
Ciudad Bolívar.
Allí se reunieron representantes de
Venezuela,
Nueva Granada (actualmente Colombia) y
Quito (actualmente Ecuador), para trabajar en el desarrollo de una
Ley Fundamental de Colombia.
En el
histórico Congreso de Angostura se decidió, entre otras cosas, que se crearía la
República de Colombia (conocida históricamente como la Gran Colombia), que sería gobernada por un presidente, siendo nombrado
Simón Bolívar como primer presidente de la República y al que se le otorgó el título de "
Libertador".

También se estableció que
Nueva Granada sería renombrada como
Cundinamarca y su capital, Santa Fe renombrada
Bogotá; la capital de Quito sería
Quito; la capital de Venezuela sería
Caracas; y la
capital de la Gran Colombia sería una nueva ciudad que llevaría el nombre del libertador Bolívar, cuya ubicación debía ser determinada posteriormente.
El 10 de agosto de 1819, Bolívar entraría triunfante en
Santafé de Bogotá, la capital de Nueva Granada, tras vencer a las tropas españolas en la
Batalla de Boyacá, liberando Nueva Granada del dominio español e iniciando el camino para la
creación de la Gran Colombia.
El 17 de diciembre de 1819, el
Congreso de Angostura declaró formalmente creada la
República de Colombia. Las Repúblicas de Venezuela y Nueva Granada fueron reunidas bajo el título de República de Colombia. Su territorio comprendía a los de la antigua
Capitanía General de Venezuela y el
Virreinato del Nuevo Reino de Granada. Esto quedaría ratificado en 1821 en el
Congreso de Cúcuta donde se elaboró un proyecto constitucional, siendo proclamada el 30 de agosto de 1821 la
Constitución de Cúcuta, que estuvo vigente en la Gran Colombia hasta su disolución.
El
texto constitucional de la Gran Colombia, además de proponer diferentes reformas orientadas a conseguir la
libertad económica y política de los territorios, promulgaba la libertad de expresión, la abolición progresiva de la esclavitud, acababa con la época de la inquisición, y proyectaba diversas reformas relativas a la Iglesia.

Tras más de tres siglos como
colonia española, el 28 de noviembre de 1821
Panamá alcanzaba su
independencia de España. Sobre la mesa se planteó unirse al Estado Mexicano que empezaba a nacer o unirse a Perú, sin embargo en el propio
Acta de Independencia, Panamá declaró que se unía a la Gran Colombia, ya que sus gobernantes pensaban que perteneciendo a este
gran Estado colombiano, Panamá podría mantener su autonomía económica y política.
Dos días después, el 30 de noviembre de 1821, se proclamó el
Estado Independiente del Haití Español (actual República Dominicana), e intentaron unirse al
proyecto bolivariano de la Gran Colombia, sin embargo no lo consiguieron y su
Independencia efímera duró apenas unas semanas, siendo anexionado el territorio en febrero de 1822 a la
República de Haití.
En
Cuba y
Puerto Rico surgieron también
movimientos independentistas que buscaban crear un Estado independiente asociado a la Gran Colombia, pero fracasaron en su intento debido principalmente a la fuerte oposición tanto de España como de Estados Unidos.
Casi desde sus inicios, la
Gran Colombia tuvo que hacer frente a una gran cantidad de problemas, muchos de ellos de carácter interno. Las diferencias políticas entre el
presidente Simón Bolívar y el vicepresidente de la República,
Francisco de Paula Santander, comenzaron a hacerse cada vez más evidentes, profundizándose la crisis con la reciente creación de la
República de Bolivia, y la proclamación de su constitución en 1826 por Simón Bolivar. Se crearon dos frentes que buscaban objetivos políticos diferentes.
Mientras los bolivarianos querían un
poder central y eminentemente presidencialista, los santanderistas abogaban por el
federalismo. Se intentaron resolver las diferencias relacionadas con la República y
reformar la Constitución de Cúcuta en abril de 1828 durante la
Convención de Ocaña, pero el proyecto fracasó. El 27 de agosto Simón Bolívar promulgó lo que llamó "
Ley Fundamental", asumió el mando supremo de la nación,
se proclamó Dictador y dejó sin vigencia la Constitución de Cúcuta. Disolvió el congreso y todos los cargos públicos que fueran miembros de la oposición, comenzando por el cargo del vicepresidente.
Para empeorar las cosas, entre 1828 y 1829 se desarrolló la
guerra entre la Gran Colombia y Perú, conocida como la
Guerra grancolombo-peruana. Tras la independencia del Perú en 1824, el "Libertador" Simón Bolívar se mantuvo como
Dictador del Perú, sin embargo los peruanos eran reacios a la intervención de Bolívar en los asuntos internos del país, y ayudaron a Bolivia a liberarse del régimen bolivariano invadiendo parte del territorio para recuperar el denominado
Alto Perú (
Intervención peruana en Bolivia de 1828).
A esto se sumaban los
conflictos territoriales entre ambos países, ya que mientras la Gran Colombia reclamaba el dominio de parte del territorio del
norte de Perú (Tumbes, Jaén y Maynas), Perú reclamaba a su vez a la Gran Colombia la
provincia de Guayaquil. La guerra entre ambos países acabó finalmente con el
Tratado de Guayaquil, donde se mantuvo la situación territorial previa al inicio del conflicto.

A nivel interno, la
tensión entre federalistas y centralistas siguió aumentando mientras tanto en la Gran Colombia, y comenzaron a surgir
movimientos separatistas en Venezuela y en Ecuador (Quito). Venezuela ya había intentando anteriormente separarse de la Gran República colombiana, destacando la
revolución de La Cosiata, liderada en abril de 1826 por el general
José Antonio Páez.
Finalmente, en enero de 1830
Venezuela declaró oficialmente que se separaba de la Gran Colombia durante la convención constitucional reunida en Bogotá (Congreso Admirable).
Simón Bolívar decidió presentar su renuncia, aunque el congreso la rechazó inicialmente.
El 29 de abril se promulgó una nueva constitución que establecía a la Gran Colombia como un país republicano de sistema centralista, siendo nombrado presidente de la república a
Joaquín Mosquera y vicepresidente a
Domingo Caicedo.
Poco después, el 13 de mayo de 1830,
Quito (Departamento del Sur), declaró su
independencia de la Gran Colombia y conformó oficialmente la
República del Ecuador. La Gran Colombia quedaría así constituida por los Departamentos Centrales de
Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Istmo y Magdalena.
La nueva constitución promulgada a finales de abril nunca llegó a entrar en vigor y la
disolución de la Gran Colombia era ya un hecho palpable. El 27 de agosto de 1830 se derrocó al presidente
Joaquín Mosquera y se entró en una
dictadura militar comandada por el General
Rafael Urdaneta.
Simón Bolívar fue desterrado a Venezuela, falleciendo el 17 de diciembre de 1830 mientras era testigo de que su
sueño de una gran nación hispanoamericana unida se desmoronaba.
Con la
separación de Panamá en dos fases entre 1830 y 1831, se precipitó la
desintegración del gran estado colombiano. El general Rafael Urdaneta, entregó el mando de la ya desmembrada Gran Colombia a
Domingo Caicedo el 3 de mayo de 1831. su presidencia duró hasta el 21 de noviembre de 1831, fecha en la que fue
abolida oficialmente la Gran Colombia.

A pesar de su corta duración, la
importancia histórica de la Gran Colombia es considerable como el mayor intento por crear una
gran nación unida en América del Sur. En su momento de mayor extensión abarcaba un vasto territorio que comprendía la mayor parte del norte de América del Sur, ocupando un área de más de 2.500.000 kilómetros cuadrados.
Esta
gran nación hispanoamericana era multiétnica, compuesta por españoles, indios, mulatos, negros, mestizos y
zambos, con una población total que se estimaba en la época en más de 2,5 millones de personas. Era por lo general
una nación muy militarizada debido a la cantidad de conflictos a los que debía de hacer frente, contando con un ejército permanente de entre 25.000 y 30.000 hombres.
En un intento por mejorar las condiciones de sus ciudadanos y hacer avanzar al país, durante su mandato
Simón Bolívar declaró patrimonio nacional las riquezas del suelo y el subsuelo; la nacionalización de las minas; decretó la
educación gratuita para niños y niñas, y ante la falta de escuelas en algunas regiones, ordenó que se impartieran clases en las iglesias cuando no había homilías. También se decretó una
reforma agraria contra los latifundios, repartiendo las mejores tierras para quienes las trabajaban.
Si bien el
sueño de Simón Bolívar de la Gran Colombia no llegó a perdurar en el tiempo, el
legado del gobierno bolivariano sentó las bases para las políticas de muchos gobernantes y países de la región que vendrían después.