La fiebre del oro de Alaska

El descubrimiento de oro a finales del siglo XIX en el río Yukón y especialmente en uno de sus afluentes, el río Klondike, provocó la conocida como Fiebre del oro de Alaska o Fiebre del oro de Klondike (Klondike Gold Rush). Miles de aventureros se desplazaron hasta el lugar en busca de fortuna en una época de crisis financiera en la economía estadounidense, con una elevada tasa de desempleo. Esta fiebre del oro duró en realidad apenas tres años en los que la ciudad más cercana al lugar, Dawson City, vió como su población pasó de 500 habitantes a más de 30.000.

La fiebre del oro de AlaskaLas tribus indígenas del norte de América ya conocían la existencia de oro en la región, cuando los primeros aventureros y buscadores de oro americanos llegaron a Alaska comenzaron a extenderse a lo largo de la ruta del río Yukón estableciendo acuerdos con las tribus nativas que se dedicaban principalmente a la caza y la pesca.

En 1883 el conocido experto en prospecciones Ed Schieffelin encontró varios depósitos de oro en el río Yukón, poco después, en 1886, una expedición por el río Fortymile, otro afluente del Yukón, encontró un cantidad importante de oro en el lugar y fundó Fortymile City. Se extrajeron importantes cantidades de oro y la ciudad recién creada pasó a tener más de 1.200 habitantes con teatros, escuelas y salones, sin embargo su éxito duró poco, en ese mismo año se descubrieron pequeñas cantidades de oro cerca del lugar, en el río Klondike, lo que esta vez sí desató una auténtica fiebre del oro, convirtiendo la recien creada Fortymile City en una ciudad casi fantasma en muy poco tiempo.

El 16 de agosto de 1896 el buscador de oro norteamericano George Carmack encontró pepitas de oro en un brazo del río Klondike conocido como Rabbit Creek, situado en territorio canadiense, en el límite de la frontera con Alaska y que pasó a denominarse Bonanza Creek. Rápidamente reclamó oficialmente varios tramos del río para poder extraer el oro, extendiéndose las noticias del hallazgo a otros campamentos mineros establecidos en el valle del río Yukón.

Klondike Gold RushEn pocos días, todo el tramo de Bonanza Creek había sido ya reclamados por los buscadores de oro, algunos empezaron a buscar en otros tramos del río encontrándose nuevas fuentes de oro más ricas que las de Bonanza Creek (que ya se conocía en esos momentos como Eldorado Creek), otros mineros vendían sus derechos de explotación de algunos tramos a nuevos aventureros que iban llegando al lugar en busca de fortuna. Las noticias de los hallazgos sin embargo no habían llegado aún a otros lugares, cuando a principios de 1897 salieron los primeros barcos con parte del oro allí encontrado, la historia de los descubrimientos se extendió y se desató la llamada Fiebre del oro de Alaska.

Entre julio de 1897 y el verano de 1898 se produjo una auténtica estampida en la que cerca de 100.000 personas intentaron llegar a a los yacimientos de oro de Klondike, lo consiguieron entre 30.000 y 40.000, entre los que se encontraban también escritores, fotógrafos y periodistas que denominaron a esta migración masiva como la Fiebre del oro de Klondike

La difícil situación económica de Estados Unidos en la época tuvo también una influencia decisiva en este éxodo masivo en busca de oro, además los periódicos promovían este espíritu de aventura con titulares y noticias que inspiraron a muchos buscadores de oro y aventureros.

Periódicos Klondike Gold RushMuchos de los buscadores eran vendedores o empleados sin experiencia en la minería pero que no dudaron en dejar sus trabajos para unirse a la fiebre del oro, entre ellos destaca el caso de William D. Wood, alcalde de Seattle, que dimitió de su cargo para fundar una empresa de buscadores, o de gran parte de los conductores de tranvías también de la ciudad de Seattle que dejaron sus puestos para ir a Klondike.

En los medios se empezó a usar el término "Klondicitis" debido a la cantidad de productos y marcas que surgieron en poco tiempo con el nombre de Klondike, también se publicaron numerosas guías sobre consejos, rutas y el equipo necesario para buscar oro en Alaska.

Llegar hasta Klondike entrañaba no pocas dificultades, se trata de una región montañosa con ríos sinuosos y muchos tramos intransitables además de unas temperaturas en invierno (de octubre a junio) que podía alcanzar los -30 °. Cuando comenzó esta migración masiva, el gobierno canadiense estableció ciertas reglas para cualquier persona que entrara en el territorio del Yukón, entre ellas, debía llevar consigo provisiones para sobrevivir un año, lo que provocó que cada viajero tuviera que cargar con cerca de una tonelada entre alimentos y herramientas, disparándose el alquiler y venta de animales de carga y de tiro.

Rutas fiebre del oro AlaskaSe establecieron varias rutas principales para llegar al lugar. Rutas por agua, partiendo desde Seattle o San Francisco viajaban por mar hasta los puertos de Alaska y desde ahí navegando el río Yukón hasta Klondike y Dawson City, era la ruta más larga con 7.600 kilómetros pero también la más cómoda para los viajeros, se la conoció como la ruta del hombre rico debido a los elevados precios de los pasajes.

Las Rutas por tierra partían en su mayoría de Dyea y Skagwa, en el sur de Alaska, desde donde los viajeros tenían que recorrer cerca de 50 kilómetros por las cadenas montañosas del Yukón en Canadá para seguir posteriormente la red fluvial hasta Klondike.

Eran rutas especialmente duras, con lagos helados, el constante peligro de avalanchas e inclinadas pendientes que tenían que sortear con el peso añadido de los suministros que llevaban. Cuando conseguían llegar al lago Bennett, la mayoría construyeron botes y balsas para recorrer río abajo los 800 kilómetros que les faltaba hasta Dawson City. Aunque no se conocen cifras exactas, se calcula que varios cientos de aventureros murieron en estas rutas terrestres. Existieron además otras rutas alternativas como la denominada ruta canadiense para los ciudadanos de Canadá que partieron desde diversos puntos del país hasta Klondike.

Buscadores de oro a KlondikeDe entre las 30.000 y 40.000 personas que llegaron a Dawson City durante la fiebre del oro, se calcula que la mitad se convirtieron finalmente en buscadores de oro, de los cuales 4.000 acabaron encontrando oro y solo unos pocos cientos de ellos se hicieron ricos. La región contaba con numerosas vetas de oro, además de pepitas de oro en el río y el conocido como polvo de oro de los yacimientos, los buscadores encontraron también oro en diversos lugares haciendo excavaciones cada vez más alejadas del sitio original ya que en 1898 se habían registrado más de 10.000 reclamaciones de explotación.

Las excavaciones tampoco eran sencillas, mientras que cualquiera podía reclamar su terreno y ponerse a excavar, una operación minera más elaborada requería de una fuerte inversión ya que se necesitaba una gran cantidad de madera para quemar y fundir el hielo además de otros elementos como construir zanjas, presas etc... En algunos casos el esfuerzo merecía la pena, los arroyos del Klondike eran extremadamente ricos y en algunos lugares como Eldorado Creek se extrajeron cerca de 18 millones de dólares (de la época) en oro en apenas dos años.

Fiebre del oro de klondikeRegistrar una demanda de terreno para reclamar los derechos mineros costaba 15 dólares de la época (cerca de 400$ actuales) que daba derecho a explotar ese lugar durante un año, anualmente debían de pagar además una cuota de 100$ para mantener su derecho. Si el lugar de explotación era abandonado más de 3 días otra persona podía presentar una reclamación por el terreno. También se hizo negocio con la compra y venta de estos derechos, su valor variaba en función de si se podía demostrar que se había encontrado oro o no en ese lugar concreto. Eldorado Creek fue vendido por 350.000$ de la época, más de 280 millones de dólares actuales.

Aunque numerosas personas hicieron fortuna y las noticias atrajeron a más gente, no todos los buscadores encontraron oro en Alaska y la mayoría de ellos acabaron casi en la indigencia, vendiendo su equipo y regresando al sur a sus lugares de origen o entrando a trabajar en las explotaciones de otros.

Ciudad de Skagway en AlaskaEsta fiebre del oro de Alaska supuso un enorme crecimiento de las ciudades, asentamientos y puertos que se encontraban en las rutas a los yacimientos de oro, especialmente la ciudad de Dawson City, el centro neurálgico donde se establecieron la mayoría de buscadores. Los puertos de Dyea y Skagway se ampliaron construyéndose muelles, almacenes, salones y oficinas. Skagway pasó a tener en el verano de 1898 más de 20.000 habitantes convirtiéndose en la ciudad más grande de Alaska y también la más peligrosa ya que abundaba la bebida, las armas y la prostitución. Conocidos gangsters como Soapy Smithse se trasladaron a Skagway donde organizaron sus actividades mafiosas. Este "boom" afectó también a otras ciudades como Edmonton en Canadá que pasó de 1.200 habitantes a más de 4.000 en apenas un año o a ciudades más alejadas como San Francisco, Seattle, Portland o Vancouver.

El mayor crecimiento sin duda lo experimentó Dawson City. La ciudad fue construida al principio de la fiebre del oro cuando dos hombres compraron 75 hectáreas de terreno en la confluencia de los ríos Yukón y Klondike para establecer allí una ciudad. En el invierno de 1896, poco meses después de encontrar por primera vez oro en el lugar la ciudad ya contaba con 500 habitantes. En la primavera de 1898 la población de Dawson City aumentó hasta más 30.000 personas mientras iban llegando más viajeros.

Calle principal de Dawson City - Klondike gold rushDebido a lo rápido que se tuvo que construir la ciudad, no contaba con agua corriente ni alcantarillado y muchas de las calles estaban sin pavimentar. Además, la mayoría de las casas eran de madera calentándose con estufas y con una iluminación a base de velas y lámparas de aceite lo que provocó numerosos incendios que se propagaban en muy poco tiempo. Los precios de las parcelas para construirse una casa eran muy altos, incluso los alquileres de pequeñas cabañas podían rondar los 100$ al mes (2.700 dólares). Unos precios que en realidad estaban acordes con el alto coste de la vida en Dawson City, un lugar alejado y de difícil acceso donde hacer llegar los suministros era caro y lento. Esto hizo que el precio de casi cualquier cosa se disparara, especialmente de los alimentos frescos, pudiendo en algunos momentos llegar a pagar sus habitantes hasta 3$ (81$ actuales) por un huevo o un dólar (27$ actuales) por una manzana. Diversas enfermedades como el escorbuto, la disentería o el tifus encontraron su caldo de cultivo perfecto en estas condiciones y la ciudad sufrió varias epidemias.

klondike gold rush dawson saloonA pesar de todo ello, Dawson City era una ciudad en auge y donde los buscadores que habían encontrado oro querían disfrutar de su fortuna, la mayoría de ellos hombres ya que solo el 12% de sus habitantes eran mujeres y apenas había niños por la peligrosidad del viaje.

La ciudad contaba con salones que estaban abiertos las 24 horas donde se podía apostar, jugar, beber whisky o bailar, muchos de los pagos se realizaban en bolsitas de polvo de oro. A diferencia de las ciudades estadounidenses a las que afectó esta fiebre del oro, la ciudad canadiense de Dawson City apenas tuvo altercados importantes y los índices de delincuencia fueron relativamente bajos.

Como la mayoría de las fiebres del oro en la historia, la migración se produjo de forma apresurada y masiva, durando la búsqueda de oro pocos años. Ya en el verano de 1898 muchos de los buscadores de Dawson City se vieron incapaces de ganarse la vida y se volvieron a sus casas, poco a poco la fiebre del oro de Klondike dejó de aparecer en los titulares y se fue apagando. La puntilla para la ciudad fue cuando se empezó a encontrar oro poco después en otros lugares de Alaska y Canadá. En la primera semana de agosto de 1899, más de 8.000 personas dejaron Dawson City para dirigirse a probar suerte en otra parte. La fiebre del oro de Klondike se había terminado y con ella también la de Alaska que duraría poco tiempo más.

Comerciantes fiebre del oro AlaskaDe las decenas de miles de personas que fueron en busca de oro a Klondike solo unas pocas se hicieron ricos. Se estima que cada uno de ellos se gastó un promedio de 1.000$ para llegar a la región, una cantidad total que es superior al oro extraído entre 1897 y 1901. La mayoría de los que hicieron fortuna la perdieron a los pocos años, algunos de ellos intentando probar suerte en otros yacimientos de oro. Su descubridor, George Carmack, se separó de su esposa, se volvió a casar y vivió el resto de su vida de forma próspera gracias al oro extraído esos años.

Otros de los grandes damnificados fueron los indios nativos, quienes prosperaron esos años gracias a su trabajo como guías o comerciantes pero que sufrieron el enorme impacto ambiental de la minería en los ríos y en los bosques. Su población se redujo drásticamente al terminar la fiebre del oro y fueron trasladados a una pequeña reserva.

Klondike hoy y hace 100 años
Dawson City fue declinando lentamente, sin embargo la extracción de oro se mantiene hasta hoy en día. La ciudad pasó de los más de 30.000 habitantes en pleno apogeo de la fiebre del oro a poco más de 2.000 en 1912, actualmente cuenta con algo más de 1.300 habitantes. En el año 2005 se anunció que se habían extraído hasta la fecha 570 toneladas de oro. El puerto de Skagway también se redujo notablemente y el puerto de Dyea quedó abandonado siendo actualmente una ciudad fantasma.

Hoy en día, la fiebre del oro de Klondike forma parte fundamental de la historia y cultura de Alaska. Muchos de los lugares que fueron testigos de esta "estampida" son hoy conocidos lugares turísticos que en muchos casos han servido de inspiración para numerosas películas y novelas. A pesar de su impacto ecológico, la construcción de ferrocarriles, nuevas carreteras y ampliación de las ciudades contribuyeron notablemente al desarrollo económico de toda la región.


La fiebre del oro de Klondike, Alaska

La fiebre del oro de Klondike, Alaska

La fiebre del oro de Klondike, Alaska

La fiebre del oro de Klondike, Alaska

La fiebre del oro de Klondike, Alaska

El misterioso manuscrito Voynich

Considerado como el "Santo Grial" de la Criptografía, el denominado manuscrito Voynich es sin duda uno de los libros más misteriosos de la historia. 240 páginas de pergaminos escritos hace cinco siglos en un idioma desconocido, cuyo alfabeto aún no se ha podido identificar. Tampoco se conoce el autor pero se sabe que el manuscrito es verídico y que el lenguaje se basa en una lengua natural y no inventada. Descifrar el manuscrito Voynich es uno de los grandes retos para los criptógrafos que también trabajan con otros códigos hasta ahora indescifrables como los Papeles de Beale, aunque con mucha menos importancia histórica que este misterioso manuscrito.

manuscrito VoynichEl nombre del manuscrito proviene de Wilfrid M. Voynich (Michal Wojnicz), un bibliófilo especialista en libros antiguos que halló en 1912 en la biblioteca del colegio jesuita de Villa Mondragone en Italia, un manuscrito que compró por poco dinero junto con otros libros antiguos. Además de intentar descifrarlo él mismo, dio a conocer esta obra al mundo y el libro pasó a conocerse como manuscrito Voynich.

Su origen sin embargo es bastante anterior, en base a las pruebas de Carbono 14 y las ropas de las personas que aparecen en las ilustraciones del libro (propias de la Europa medieval), se ha datado el manuscrito entre el año 1404 y 1520.

Dado que no se conoce su autor, es difícil determinar su origen exacto. Los primeros propietarios del manuscrito afirmaban que su autor fue Roger Bacon, un filósofo y científico inglés del siglo XIII, sin embargo solo es una de las teorías. El primer dueño del libro que se tiene constancia es Rodolfo II de Habsburgo, Archiduque de Austria y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (entre otros títulos), un gran aficionado a la magia, la alquimia y los libros extraños que compró el manuscrito a un desconocido. Posteriormente el libro recayó en su mano derecha, Jacobus Sinapius, quien intentó traducirlo sin éxito. A la muerte de éste, Georgius Barschius, un alquimista que trabajó en la corte de Praga a principios del siglo XVII recibió el manuscrito intentando también descifrarlo sin conseguirlo, Barschius incluso envió una carta a un conocido erudito de la época, Atanasio Kircher, para que le ayudara. Esa carta enviada en 1639, que aún se conserva, es la referencia más antigua al manuscrito Voynich que se tiene constancia.

Wilfrid VoynichPoco después tras pasar por varias manos, se pierde la pista en la historia al manuscrito hasta que Wilfrid Voynich lo acaba encontrando en la biblioteca del colegio jesuita de Villa Mondragone en 1912 comprándolo. El libro levantó un gran interés en cuanto se dió a conocer y tras la muerte de Voynich su viuda acabó vendiendo el manuscrito por cerca de 25.000 dólares al comerciante Hans Peter Krau, un superviviente del holocausto nazi y especialista en libros antiguos quien tras intentar venderlo poco después por 160.000 dólares finalmente desistió y lo acabó donando en 1969 a la Universidad de Yale, donde permanece actualmente en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos.

Más misterioso aún es el contenido del manuscrito. Consta de algo más de 240 páginas de pergamino escritas en un idioma desconocido pero que gracias a la ley Zipf se sabe que es una lengua natural hasta ahora sin identificar, se le ha denominado simplemente idioma Voynichés. El estudio de este lenguaje muestra que no se trata probablemente de una lengua europea, con un alfabeto con ciertas semejanzas al árabe. En 2014 un ingeniero ruso afirmó haber descubierto varias palabras basándose en las semejanzas de la escritura con un antiguo alfabeto eslavo, que aparecen repetidas en el manuscrito, entre ellas: cáñamo, ropa de cáñamo, comida, beber y seis.

Ilustraciones Manuscrito VoynichLa mayor parte del texto va acompañado de dibujos e ilustraciones que dan una idea del contenido del texto sin embargo no han servido tampoco para conseguir descifrar lo que dice realmente. El libro se divide en seis secciones de diferentes temáticas: Un herbario o colección de hierbas y plantas, la mayoría de ellas aún sin identificar; una sección astronómica con dibujos del sol, la luna, las estrellas y los símbolos del zodiaco; una especie de sección biológica que contiene ilustraciones de mujeres de pequeño tamaño; una sección cosmológica con dibujos de círculos que no se han sabido muy bien explicar aún lo que representan exactamente; sección farmacológica con dibujos de pequeños recipientes y hierbas a su lado; y una última sección de recetas llena de párrafos cortos acompañadas del dibujo de una estrella en el margen de la página, no se sabe muy bien de qué tipo de recetas se tratan, pero se especula con que puedan ser instrucciones para elaborar algún producto químico.

El hecho de saber tan poco sobre este auténtico documento medieval ha alimentado multitud de teorías acerca del manuscrito y la extraña lengua en la que está escrito.

La primera teoría es que el alfabeto no es nuevo en realidad ni se trata de una nueva lengua desconocida, el texto está cifrado mediante símbolos y habría que encontrar la clave para descifrado. El texto resultante sería una lengua conocida de la Europa medieval. Es en la hipótesis que más se ha trabajado ya que además coincide en parte con la teoría que atribuye su autoría a Roger Bacon, y que además de filósofo era científico y conocía bien los cifrados. A muchos investigadores esta teoría les plantea dudas esta teoría debido a que el lenguaje usado en el texto se ha dado casi por seguro que es un lenguaje natural y por tanto no podría estar cifrado.

El Manuscrito VoynichAlgunos historiadores y expertos en lingüística sugieren que puede tratarse una lengua originaria de Asia, con una estructura similar a alguna lenguas del sur de China y gran parte de la zona del Sudeste Asiático. Es una teoría totalmente posible desde el punto de vista histórico y lingüístico, sin embargo también tiene sus puntos oscuros ya que en ninguna de las ilustraciones del libro hay alguna referencia ni a Oriente ni a Asia.

Entre otras teorías, se especula con que se trate en realidad de un lenguaje artificial o que simplemente se trate de un engaño, incluso se apuntó a Voynich como artífice del fraude ya que era un experto en libros antiguos, sin embargo la veracidad histórica del libro parecen corroborar su versión, el manuscrito existía siglos antes de llegar a las manos de Voynich.

Las hipótesis sobre su autoría son también variadas, entre otros se ha señalado como posibles autores además de a Roger Bacon y al propio Voynich a conocidos personajes históricos como John Dee, un matemático y astrónomo ingles del siglo XVI interesado en ciencias como la alquimia y el ocultismo; a Edward Kelley, conocido alquimista y ocultista inglés compañero de viajes de John Dee; o a Jacobus Sinapius, especialista en hierbas medicinales y farmacología que llegó a tener el libro en su poder durante varios años. Ninguna de estas hipótesis se ha podido demostrar y a día de hoy el manuscrito se sigue considerando de autor desconocido.

Además de sus diversos propietarios en la historia, numerosos criptógrafos e historiadores han intentando descifrar el manuscrito Voynich sin conseguirlo hasta el momento. Destacados especialistas en descifrado de códigos durante la Segunda Guerra Mundial pudieron estudiar el libro en profundidad, sin embargo tampoco consiguieron dar con las claves para entender el texto.

El último estudio del manuscrito Voynich se publicó en 2014, señala que es posible que el libro esté escrito en algún tipo de lengua exótica mezcla de varias lenguas nativas de Centroamérica, especialmente de la zona de México, quizás influida en parte con el español de la época.

Imágenes Manuscrito VoynichSi bien es cierto que aún se desconoce casi todo sobre su contenido al no haber podido descifrar aún el texto, el hecho de haber sido estudiado en profundidad por tal cantidad de expertos y especialistas durante años ha permitido identificar algunas imágenes y dar una idea general sobre el propósito del libro. Se cree que el manuscrito Voynich es una especie de compendio de la Edad Media sobre diversas materias como hierbas y plantas medicinales, alquimia o astronomía. Que esté escrito en un lenguaje desconocido hasta ahora se explicaría por contener unos conocimientos que podrían haber sido recopilados por gremios medievales que querían mantener ocultos. No faltan tampoco teorías más "extravagantes" sobre su contenido, el ingeniero químico y escritor Jacques Bergier propone la hipótesis de que el manuscrito Voynich contiene conocimientos muy avanzados para su época, incluso peligrosos para el ser humano y que por ello se cifraron.

Sea como fuere, 500 años después de ser escrito el manuscrito Voynich sigue siendo un gran misterio a la espera de ser descifrado su texto o hallar más datos que puedan servir para comprender la extraña lengua en el que está escrito. Para quien quiera saber más, uno de los estudios más completos (en inglés) de este histórico documento lo podemos encontrar en la página web The Voynich Manuscript.

Al ser un documento de Dominio Público, el libro original se puede ver online o descargar en PDF desde la web The Internet Archive.

voynich manuscript

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La Gran Pirámide blanca de Xi'An

Las pirámides son un tipo de construcción monumental que podemos encontrar en diversas culturas antiguas a lo largo de todo el planeta. Desde las más populares y conocidas como las pirámides de Guiza en Egipto o las pirámides Mayas en América Central hasta las más desconocidas por el gran  público como las pirámides Nubias de Meroe (en el actual Sudán) o las pirámides chinas de la provincia de Xi'An.
Gran pirámide blanca
Estas asombrosas "pirámides chinas" localizadas en el área cercana a la localidad de Xi'An, fueron descubiertas hace décadas por el mundo occidental, sin embargo, el secretismo y hermetismo de China sobre su antigua cultura y las grandes trabas que sufren los arqueólogos occidentales para su estudio han dificultado enormemente que podamos conocerlas en profundidad. El mayor misterio de todas ellas es probablemente la Gran Pirámide blanca de Xi'An, una supuesta gigantesca pirámide avistada desde el aire durante la Segunda Guerra Mundial y que con sus 1.000 pies de altura (304 metros) la convertirían en la mayor pirámide del mundo.

La historia de la Gran Pirámide Blanca de China se remonta a la primavera de 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial. El piloto James Gaussman de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos volaba de regreso a la India a través de China cuando por problemas en el motor tuvo que descender y volar a baja altura. Según relató, divisó en su ruta una gigantesca pirámide blanca construida en metal o piedra, con los lados blancos y culminada con una especie de gema o material precioso en la cumbre. Gaussman consiguió tomar alguna fotografía del lugar, sin embargo los informes se archivaron y las fotografías no verían la luz hasta 45 años después.

Foto Gaussman Gran pirámide blanca en ChinaDos años después, en 1947, otro piloto estadounidense, Maurice Sheahan, sobrevolando la provincia de Shaanxi, cerca de Xian, vio también una pirámide gigante a través de la bruma del paisaje y tomó varias imágenes. En esta ocasión algunos periódicos estadounidenses como el New York Times publicaron el avistamiento, sin embargo los arqueólogos chinos negaron su existencia.

Existe además un relato anterior de la Gran Pirámide Blanca que no se le dio credibilidad durante décadas hasta que se produjo el avistamiento de los pilotos norteamericanos. En 1912 el mercader Fred Meyer Schroder, afirmó haberse topado con numerosas pirámides antiguas en China, la más grande de ellas con más de 300 metros de altura y 500 de largo, un volumen superior en 20 veces a la Gran Pirámide de Gizah y que la convertirían en la Pirámide más grande del planeta. Los nativos le contaron a Schroder que estas pirámides tenían más de 5.000 años de antigüedad.

Demostrar la existencia de esta Gran Pirámide Blanca en China se convirtió en uno de los grandes misterios de la arqueología, las trabas y secretismo del gobierno chino al respecto durante décadas dificultaron enormemente el proceso. En 1962 el explorador e investigador Bruce Cathie de Nueva Zelanda contactó a las autoridades chinas para poder investigar estas pirámides, su solicitud fue denegada alegando que no existían tales pirámides en China.

Pirámides chinas XianEn marzo de 1994 un investigador alemán, Hartwig Hausdorf, logró entrar en esta zona prohibida por las autoridades chinas consiguiendo fotografiar y filmar varias de estas pirámides de Xian, constató más de 100 pirámides, muchas de ellas en malas condiciones, en una área de poco más de 2.000 kilómetros cuadrados. Según sus propias palabras, la mayoría de pirámides variaban entre una altura de 25 a 100 metros excepto una de ellas, una Gran Pirámide Blanca situada al norte, en el valle de Qin Lin con más de 300 metros de altura.

A pesar de las numerosas pruebas de estas construcciones, tanto fotografías actuales de pirámides en China tomadas por satélite, como de monumentos mundialmente conocidos como el Mausoleo de Qin Shi Huang (donde se encuentran los famosos guerreros de Terracota de Xian), el secretismo de las autoridades china se mantiene e impiden poder investigar en profundidad estas estructuras.

Mientras para algunos el misterio de la Gran Pirámide Blanca de Xian se mantiene vigente a la espera de ser hallada, la mayoría de arqueólogos e investigadores coinciden en que es poco probable que una estructura de ese tamaño no haya sido encontrada aún hoy en día y o bien esta Gran Pirámide Blanca sería un mito o bien una interpretación exagerada o errónea de otras estructuras actualmente conocidas. Se apuntan dos grandes posibilidades:

Pirámide de Xi'AnLa primera teoría señala que la Gran Pirámide Blanca sería en realidad la pirámide de Han Yang Ling, conocida actualmente como Pirámide de Xi'An. Se trata de la mayor y más antigua pirámide que se conoce en China, construida como tumba para el emperador Qin Shi Huang en el año 210 a.C. Su cámara funeraria nunca ha sido abierta y pudo llegar a tener una altura de 70 metros con 350 metros de lado. Si bien su tamaño no coincide con los relatos que se tienen de la Gran Pirámide Blanca, algunas de las fotografías que se tomaron durante la década de los 40 de esta supuesta pirámide guardan una gran similitud con la Pirámide de Xian.

La teoría mayormente aceptada por los investigadores es que la auténtica Gran Pirámide Blanca de Xian sería el Monte Liang (Liangshan Mountain), situado en el condado de Liangshan, a 80 kilómetros al norte de Xi'An. Bajo la montaña fue enterrado el Rey de Liang, el hijo del emperador Wen de la dinastía Han en torno al siglo II a.C. En las leyendas chinas es además una conocida fortaleza de la dinastía Song.

Liangshan MountainLas dimensiones de esta montaña se asemejarían a los estimaciones que se hicieron de la Gran Pirámide con cerca de 300 metros de altura y 500 metros de largo; el color blanco podría provenir de las placas de piedra de este color que cubrirían la pirámide, en las laderas se han encontrado bloques de piedra blancos que parecen tallados. 

Resuelto o no el misterio de la Gran Pirámide Blanca de China con alguna de estas dos teorías, lo cierto es que la zona de Xian y las pirámides chinas siguen fascinando a los arqueólogos. Se cree que quedan muchas pirámides por descubrir, varias de ellas desconocidas incluso para los arqueólogos chinos, con tumbas y cámaras funerarias en su interior que pueden guardar secretos, tesoros o simplemente aportar un mejor conocimiento de la ancestral y misteriosa cultura china.