El término Operación Bagratión (Operatsiya Bagration) es el nombre en clave dado a la Operación de Ofensiva Estratégica sobre Bielorrusia de 1944, una campaña militar que se libró entre el 22 de junio de 1944 y el 19 de agosto de 1944 en la por entonces Bielorrusia soviética, en el Frente Oriental.
La Unión Soviética consiguió una importante victoria durante esta Operación Bagration, rompiendo totalmente las líneas alemanas y causando tal destrucción al enemigo, que se convertiría en la mayor derrota de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial, incluso por encima de la sangrienta batalla de Stalingrado.
A pesar de haber firmado un Pacto de no agresión en agosto de 1939 entre Alemania y la Unión Soviética, conocido popularmente como el "Pacto Ribbentrop-Mólotov", Hitler deseaba la expansión la expansión hacia el este en lo que el Führer denominaba su política de "Espacio vital" (Lebensraum).
Se hicieron los preparativos en la Alemania nazi y el 22 de junio de 1941 comenzaba la Operación Barbarroja, el plan de invasión de la Unión Soviética por parte de las potencias del Eje lideradas por Alemania, abriendo así el denominado Frente Oriental. Hitler movilizaba más de tres millones de soldados de la Wehrmacht a los que se unieron casi otro millón de países aliados, junto a a 3.350 tanques, 7.200 piezas de artillería y más de 2.700 aviones de la Luftwaffe en la que fue la mayor operación militar terrestre de la historia.
El gran despliegue alemán de la Operación Barbarroja fue inicialmente exitoso al pillar casi por sorpresa a las fuerza soviéticas, conquistando en poco tiempo el Báltico, Bielorrusia en importantes ciudades como Kiev o la ocupación nazi de Jarkóv.
Sin embargo la batalla por derrotar a la Unión Soviética se alargó y se echó encima el invierno ruso que hacía imposible la victoria. El ejército rojo contraatacó, lo que obligó finalmente a Hitler a retirarse, dándose por finalizada la Operación Barbarroja el 5 de diciembre de 1941 tras el fracasado intento de conquistar Moscú.
A pesar de este duro golpe a las aspiraciones alemanas en Rusia, Hitler no cejó en su empeño y en agosto de 1942 Alemania intentaba tomar una de las ciudades clave de la Unión Soviética, Stalingrado. Considerada la batalla más sangrienta de la historia, la batalla de Stalingrado dejó más de dos millones de muertos entre soldados de ambos bandos y civiles. Tras varios meses de combates, el fracaso de la Alemania nazi de conquistar la ciudad supuso un punto de inflexión que cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial y de la historia.
Tras la victoria en Stalingrado, los rusos comenzaron a recuperar el territorio ocupado por los alemanes, avanzando 500 kilómetros más allá de la ciudad en una contraofensiva que les permitió recuperar ciudades como Jarkóv y Kursk en la denominada "Operación Ciudadela" (Batalla de Kursk).
Con el ejército alemán luchando también en el Frente Occidental, los soviéticos siguieron recuperando terreno y el 23 de septiembre de 1943 el ejército rojo conseguía cruzar el río Dniéper (Ucrania), en otra de las batallas más grandes de la humanidad, la batalla del Dniéper.
La Wehrmacht no era capaz de detener el avance de las tropas soviéticas, y en enero de 1944 se lanzó otra gran ofensiva que abrió una gran brecha en las líneas alemanas de más de 240 kilómetros, cortando las comunicación entre los denominados Grupos de Ejércitos del Norte (Heeresgruppe Nord) y Grupos de ejércitos del Sur (Heeresgruppe Süd).
En este contexto, en la primavera de 1944, el Alto Mando Soviético comenzó los preparativos de la Operación Bagratión, una gran ofensiva con el objetivo de liberar Bielorrusia. El nombre "Bagration" fue elegido por el propio Stalin en honor del príncipe Piotr Ivánovich Bagration, un popular general del Imperio ruso.
La ofensiva sobre Bielorrusia había sido acordada con los aliados unos meses antes en la Conferencia de Teherán, cuando se reunieron a finales de 1943 los tres grandes líderes de las fuerzas aliadas: Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt.
Dos semanas antes de comenzar la Operación Bagration por parte de la Unión Soviética, se iniciaba el 6 de junio de 1944 el desembarco de Normandía en las playas francesas, una enorme operación militar en el Frente Occidental conocida popularmente como el "Día D" y que obligó a los alemanes a retirar tropas del Frente Oriental enviándolas a Francia. Los soviéticos por su parte, realizaron numerosas operaciones de distracción en el Frente Oriental, denominadas "maskirovka", dejando ver tropas en determinados lugares para confundir a los alemanes, y transportando las verdaderas tropas de noche, habitualmente en camiones sin luces para no ser detectados.
Los continuos movimientos en el frente y la desinformación habían hecho efecto, engañando a los alemanes sobre cuál sería el auténtico objetivo de la ofensiva soviética, y el Alto Mando del Ejército alemán (Oberkommando des Heeres) se equivocó en la planificación. Convencidos que la siguiente ofensiva del Ejército Rojo sería en el sur, que era una ruta más directa a Berlín y donde las tropas alemanas habían quedado debilitadas, gran parte de los soldados que se movilizaron a Francia fueron sacadas del Grupo de Ejércitos del Centro (Heeresgruppe Mitte).
Coincidiendo con el aniversario del inicio de la invasión de la Unión Soviética por parte de Alemania tres años antes, el 22 de junio de 1944 daba comienzo oficialmente la Operación Bagration, aunque sería realmente un día después cuando se hizo de forma efectiva.
El 23 de junio de 1944 los soviéticos lanzaban una ataque masivo contra el Grupo de Ejércitos del Centro para recuperar las ciudades más importantes como Minsk, y el resto de Bielorrusia. Cuatro grupos del ejército soviético que sumaban más de 120 divisiones, se estrellaban contra las líneas alemanas.
Aunque se trata de un momento histórico ampliamente estudiado, las cifras de esta enorme batalla de la Segunda Guerra Mundial varían según las fuentes consultas.
Por parte del Ejército Soviético, se estima que participaron en la Operación Bagration más de dos millones de soldados, siendo apoyados por entre 2.500 y 6.000 tanques y cañones de asalto, más de 30.000 piezas de artillería, y entre 5.000 y 7.500 aviones.
Para hacer frente a la ofensiva soviética, el ejército alemán contaba con 34 divisiones, con aproximadamente medio millón de soldados y un número similar de auxiliares y personal no combatiente; entre 120 y 800 tanques, 350 cañones de asalto, 3.000 piezas de artillería, y poco más de 900 aviones.
El inesperado ataque en esta región de Bielorrusia y la superioridad numérica de los soviéticos fue letal para el ejército nazi, siendo arrasados casi literalmente en alguno de los frentes de la batalla. En poco tiempo se comenzaron a ver los resultados del ataque soviético, recuperando el 27 de junio la ciudad de Vítebsk, al noroeste de Bielorrusia, y derrotando por completo al noveno ejército alemán, con más de 70.000 soldados capturados.
No muy lejos de allí, el cuarto ejército alemán se batía en retirada desde la ciudad de Orsha, deteniéndose al llegar al río Beresina por una orden directa de Hitler que prohibió a su ejército seguir retrocediendo. Sin embargo el comandante en jefe del cuarto ejército de la Wehrmacht desobedeció la orden poco después cuando la desastre era inminente, permitiendo a sus tropas cruzar el río y evitando así un desastre mayor.
El Grupo de Ejércitos del Norte también fue atacado por parte de los soviéticos, retirándose las tropas al sur, a la ciudad de Minsk, donde fueron cercadas por el ejército soviético. En Minsk se reunieron la mayor parte de las tropas alemanas que quedaban en el Frente Oriental y que se habían refugiado en la ciudad tras ser derrotadas en otras ciudades. El mariscal de campo Ernst Busch, ordenó a los soldados aguantar y mantener la ciudad todo el tiempo que fuera posible, sin embargo, la capital de Bielorrusia fue tomada el 3 de julio, atrapando a unos 100.000 alemanes.
La Ofensiva de la Unión Soviética continuó los siguientes días, tomando Vilna, la capital de Lituania, ciudades como Grodno o Bialystoky, y llegando hasta la frontera polaca a finales de julio. La Operación Estratégica para recuperar Bielorrusia, terminaba oficialmente el 19 de agosto de 1944 debido a la dificultad de mantener las líneas de suministro, siendo un absoluto éxito para la Unión Soviética a pesar de las considerables bajas sufridas.
Como resultado de la Operación Bagration, el ejército alemán sufrió más de 400.000 bajas entre muertos, heridos, desaparecidos y capturados (cerca de 150.000), además de casi todo los tanques y vehículos de que disponían en territorio soviético. Si bien las cifras son difíciles de determinar, se estima que esta derrota causó el mismo de bajas a los alemanes que la suma de las pérdidas en la Batalla de Stalingrado y la Batalla de Normandía juntas.
Las bajas soviéticas también fueron considerables, ya que se estima que sumaron más de 150.000 muertos y desaparecidos además de entre 100.000 y 300.000 heridos; más de 1.500 tanques, 2.500 piezas de artillería y más de 800 aviones.
La Wehrmacht fue expulsada de la Unión Soviética con una victoria aplastante del Ejército Rojo mediante la Operación Bagration, en la que es probablemente la mayor derrota de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la Operación Bagratión, las fuerzas alemanas habían perdido una cuarta parte de todas las tropas activas que mantenían en el Frente Oriental. Las consecuencias de esta derrota fueron terribles para la Alemania del Tercer Reich. Los soviéticos habían llegado hasta Polonia y se colocaban muy cerca de Berlín.
El 16 de abril de 1945, la Unión Soviética iniciaría su última gran ofensiva en la guerra con la Batalla de Berlín, que concluiría con el suicidio de Hitler el 30 de abril en el Führerbunker, la rendición de la ciudad el 2 de mayo de 1945, y finalmente la derrota de la Alemania nazi.
La Unión Soviética consiguió una importante victoria durante esta Operación Bagration, rompiendo totalmente las líneas alemanas y causando tal destrucción al enemigo, que se convertiría en la mayor derrota de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial, incluso por encima de la sangrienta batalla de Stalingrado.
A pesar de haber firmado un Pacto de no agresión en agosto de 1939 entre Alemania y la Unión Soviética, conocido popularmente como el "Pacto Ribbentrop-Mólotov", Hitler deseaba la expansión la expansión hacia el este en lo que el Führer denominaba su política de "Espacio vital" (Lebensraum).
Se hicieron los preparativos en la Alemania nazi y el 22 de junio de 1941 comenzaba la Operación Barbarroja, el plan de invasión de la Unión Soviética por parte de las potencias del Eje lideradas por Alemania, abriendo así el denominado Frente Oriental. Hitler movilizaba más de tres millones de soldados de la Wehrmacht a los que se unieron casi otro millón de países aliados, junto a a 3.350 tanques, 7.200 piezas de artillería y más de 2.700 aviones de la Luftwaffe en la que fue la mayor operación militar terrestre de la historia.
El gran despliegue alemán de la Operación Barbarroja fue inicialmente exitoso al pillar casi por sorpresa a las fuerza soviéticas, conquistando en poco tiempo el Báltico, Bielorrusia en importantes ciudades como Kiev o la ocupación nazi de Jarkóv.
Sin embargo la batalla por derrotar a la Unión Soviética se alargó y se echó encima el invierno ruso que hacía imposible la victoria. El ejército rojo contraatacó, lo que obligó finalmente a Hitler a retirarse, dándose por finalizada la Operación Barbarroja el 5 de diciembre de 1941 tras el fracasado intento de conquistar Moscú.
A pesar de este duro golpe a las aspiraciones alemanas en Rusia, Hitler no cejó en su empeño y en agosto de 1942 Alemania intentaba tomar una de las ciudades clave de la Unión Soviética, Stalingrado. Considerada la batalla más sangrienta de la historia, la batalla de Stalingrado dejó más de dos millones de muertos entre soldados de ambos bandos y civiles. Tras varios meses de combates, el fracaso de la Alemania nazi de conquistar la ciudad supuso un punto de inflexión que cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial y de la historia.
Tras la victoria en Stalingrado, los rusos comenzaron a recuperar el territorio ocupado por los alemanes, avanzando 500 kilómetros más allá de la ciudad en una contraofensiva que les permitió recuperar ciudades como Jarkóv y Kursk en la denominada "Operación Ciudadela" (Batalla de Kursk).
Con el ejército alemán luchando también en el Frente Occidental, los soviéticos siguieron recuperando terreno y el 23 de septiembre de 1943 el ejército rojo conseguía cruzar el río Dniéper (Ucrania), en otra de las batallas más grandes de la humanidad, la batalla del Dniéper.
La Wehrmacht no era capaz de detener el avance de las tropas soviéticas, y en enero de 1944 se lanzó otra gran ofensiva que abrió una gran brecha en las líneas alemanas de más de 240 kilómetros, cortando las comunicación entre los denominados Grupos de Ejércitos del Norte (Heeresgruppe Nord) y Grupos de ejércitos del Sur (Heeresgruppe Süd).
En este contexto, en la primavera de 1944, el Alto Mando Soviético comenzó los preparativos de la Operación Bagratión, una gran ofensiva con el objetivo de liberar Bielorrusia. El nombre "Bagration" fue elegido por el propio Stalin en honor del príncipe Piotr Ivánovich Bagration, un popular general del Imperio ruso.
La ofensiva sobre Bielorrusia había sido acordada con los aliados unos meses antes en la Conferencia de Teherán, cuando se reunieron a finales de 1943 los tres grandes líderes de las fuerzas aliadas: Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt.
Dos semanas antes de comenzar la Operación Bagration por parte de la Unión Soviética, se iniciaba el 6 de junio de 1944 el desembarco de Normandía en las playas francesas, una enorme operación militar en el Frente Occidental conocida popularmente como el "Día D" y que obligó a los alemanes a retirar tropas del Frente Oriental enviándolas a Francia. Los soviéticos por su parte, realizaron numerosas operaciones de distracción en el Frente Oriental, denominadas "maskirovka", dejando ver tropas en determinados lugares para confundir a los alemanes, y transportando las verdaderas tropas de noche, habitualmente en camiones sin luces para no ser detectados.
Los continuos movimientos en el frente y la desinformación habían hecho efecto, engañando a los alemanes sobre cuál sería el auténtico objetivo de la ofensiva soviética, y el Alto Mando del Ejército alemán (Oberkommando des Heeres) se equivocó en la planificación. Convencidos que la siguiente ofensiva del Ejército Rojo sería en el sur, que era una ruta más directa a Berlín y donde las tropas alemanas habían quedado debilitadas, gran parte de los soldados que se movilizaron a Francia fueron sacadas del Grupo de Ejércitos del Centro (Heeresgruppe Mitte).
Coincidiendo con el aniversario del inicio de la invasión de la Unión Soviética por parte de Alemania tres años antes, el 22 de junio de 1944 daba comienzo oficialmente la Operación Bagration, aunque sería realmente un día después cuando se hizo de forma efectiva.
El 23 de junio de 1944 los soviéticos lanzaban una ataque masivo contra el Grupo de Ejércitos del Centro para recuperar las ciudades más importantes como Minsk, y el resto de Bielorrusia. Cuatro grupos del ejército soviético que sumaban más de 120 divisiones, se estrellaban contra las líneas alemanas.
Aunque se trata de un momento histórico ampliamente estudiado, las cifras de esta enorme batalla de la Segunda Guerra Mundial varían según las fuentes consultas.
Por parte del Ejército Soviético, se estima que participaron en la Operación Bagration más de dos millones de soldados, siendo apoyados por entre 2.500 y 6.000 tanques y cañones de asalto, más de 30.000 piezas de artillería, y entre 5.000 y 7.500 aviones.
Para hacer frente a la ofensiva soviética, el ejército alemán contaba con 34 divisiones, con aproximadamente medio millón de soldados y un número similar de auxiliares y personal no combatiente; entre 120 y 800 tanques, 350 cañones de asalto, 3.000 piezas de artillería, y poco más de 900 aviones.
El inesperado ataque en esta región de Bielorrusia y la superioridad numérica de los soviéticos fue letal para el ejército nazi, siendo arrasados casi literalmente en alguno de los frentes de la batalla. En poco tiempo se comenzaron a ver los resultados del ataque soviético, recuperando el 27 de junio la ciudad de Vítebsk, al noroeste de Bielorrusia, y derrotando por completo al noveno ejército alemán, con más de 70.000 soldados capturados.
No muy lejos de allí, el cuarto ejército alemán se batía en retirada desde la ciudad de Orsha, deteniéndose al llegar al río Beresina por una orden directa de Hitler que prohibió a su ejército seguir retrocediendo. Sin embargo el comandante en jefe del cuarto ejército de la Wehrmacht desobedeció la orden poco después cuando la desastre era inminente, permitiendo a sus tropas cruzar el río y evitando así un desastre mayor.
El Grupo de Ejércitos del Norte también fue atacado por parte de los soviéticos, retirándose las tropas al sur, a la ciudad de Minsk, donde fueron cercadas por el ejército soviético. En Minsk se reunieron la mayor parte de las tropas alemanas que quedaban en el Frente Oriental y que se habían refugiado en la ciudad tras ser derrotadas en otras ciudades. El mariscal de campo Ernst Busch, ordenó a los soldados aguantar y mantener la ciudad todo el tiempo que fuera posible, sin embargo, la capital de Bielorrusia fue tomada el 3 de julio, atrapando a unos 100.000 alemanes.
La Ofensiva de la Unión Soviética continuó los siguientes días, tomando Vilna, la capital de Lituania, ciudades como Grodno o Bialystoky, y llegando hasta la frontera polaca a finales de julio. La Operación Estratégica para recuperar Bielorrusia, terminaba oficialmente el 19 de agosto de 1944 debido a la dificultad de mantener las líneas de suministro, siendo un absoluto éxito para la Unión Soviética a pesar de las considerables bajas sufridas.
Como resultado de la Operación Bagration, el ejército alemán sufrió más de 400.000 bajas entre muertos, heridos, desaparecidos y capturados (cerca de 150.000), además de casi todo los tanques y vehículos de que disponían en territorio soviético. Si bien las cifras son difíciles de determinar, se estima que esta derrota causó el mismo de bajas a los alemanes que la suma de las pérdidas en la Batalla de Stalingrado y la Batalla de Normandía juntas.
Las bajas soviéticas también fueron considerables, ya que se estima que sumaron más de 150.000 muertos y desaparecidos además de entre 100.000 y 300.000 heridos; más de 1.500 tanques, 2.500 piezas de artillería y más de 800 aviones.
La Wehrmacht fue expulsada de la Unión Soviética con una victoria aplastante del Ejército Rojo mediante la Operación Bagration, en la que es probablemente la mayor derrota de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la Operación Bagratión, las fuerzas alemanas habían perdido una cuarta parte de todas las tropas activas que mantenían en el Frente Oriental. Las consecuencias de esta derrota fueron terribles para la Alemania del Tercer Reich. Los soviéticos habían llegado hasta Polonia y se colocaban muy cerca de Berlín.
El 16 de abril de 1945, la Unión Soviética iniciaría su última gran ofensiva en la guerra con la Batalla de Berlín, que concluiría con el suicidio de Hitler el 30 de abril en el Führerbunker, la rendición de la ciudad el 2 de mayo de 1945, y finalmente la derrota de la Alemania nazi.