La historia de Madrid está relativamente bien documentada a partir del año 1085, momento en el que la ciudad es tomada por fuerzas cristianas durante la época de la Reconquista de la península ibérica.
Desde mediados del siglo IX, Madrid había estado bajo dominio musulmán, siendo conocida por entonces como "Mayrit", o "Magerit" según la denominación cristiana. Si nos remontamos más atrás en el tiempo, los orígenes de Madrid son todavía hoy motivo de debate entre los historiadores.
Existen indicios de asentamientos visigodos e incluso romanos en la zona que ocupa actualmente la ciudad de Madrid, sin embargo estos restos se siguen estudiando y no se ha llegado todavía a un consenso entre los arqueólogos e investigadores sobre quienes fueron realmente los primeros pobladores o los auténticos "fundadores" de Madrid.
Los restos arqueológicos más antiguos que se han encontrado en la zona datan del Paleolítico Inferior y del Paleolítico Medio, hace aproximadamente entre 120.000 y 50.000 años. Si bien no se han llegado a encontrar restos fósiles humanos de aquella época en Madrid, sí que se han hallado diversos útiles de la Edad de piedra, lo que según los investigadores es la prueba de que hubo asentamientos humanos en la región. Estos pequeños poblados o asentamientos estaban localizados cerca de los ríos Manzanares, Henares y el río Jarama.
Con la conquista romana de Hispania (nombre otorgado a la península ibérica por los romanos), la zona que ocupa la actual región de Madrid pasó a pertenecer a la provincia romana Tarraconense a partir del año 27 a.C. Debido a su privilegiada situación geográfica, con una gran riqueza natural y siendo un importante cruce de caminos en el centro de la península, pronto se comenzaron a establecer poblaciones romanas por toda la zona.
Entre los más importantes destaca Complutum, una ciudad romana fundada a finales del siglo I a.C. situada en la actual Alcalá de Henares y que fue declarado municipio en el año 74 d.C. mediante un edicto del emperador Vespasiano. Hoy en día el lugar sigue siendo objeto de excavaciones formando el denominado yacimiento arqueológico de Complutum.
No hay constancia de que existiera un gran asentamiento romano en el lugar que ocupa actualmente la ciudad de Madrid, sin embargo existen restos arqueológicos y evidencias de diversas villas romanas y casas señoriales. Además de diversos vestigios de romanos en las cercanías, como la calzada y puente romano de Cercedilla, el mausoleo romano de Arroyomolinos, las villas romanas de Getafe y Valdetorres del Jarama , o el ya comentado Complutum, dentro de los límites de lo que hoy constituye la ciudad de Madrid también se han hallado restos de poblaciones romanas.
Las más significativas son la villa romana de Villaverde Bajo, donde entre los restos se encuentra un mosaico y una cabeza de Sileno en alabastro; y los vestigios de un antiguo poblado romano en Carabanchel, situado en el actual parque de Eugenia de Montijo y que se hallaron mientras se realizaban las obras de soterramiento de la vía de circunvalación de la M-30. También se han encontrado indicios de otras villas romanas en las cercanías del río Manzanares, y en zonas como Ciudad Universitaria, en el puente de los Franceses, en Puerta del Ángel y en el Puente de Segovia.
Tras varios siglos de ocupación romana, los siguientes habitantes de la antigua región de Madrid fueron los visigodos, quienes llegaron a la zona en torno al año 450. Aunque también sigue siendo motivo de debate, la mayoría de historiadores apuntan a que es probable que existiera ya en la época visigoda un asentamiento urbano en Madrid.
Por toda la región existía un gran número de pequeñas poblaciones rurales visigodas que se establecieron en la zona a partir del siglo V. En lo que es la actual ciudad de Madrid, se han encontrado restos de antigua basílica visigoda cerca de donde se sitúa hoy en día la Catedral de la Almudena, y se cree que pudo existir una aldea visigoda en el arroyo de San Pedro, en la actual calle Segovia.
Esta teoría se refuerza con el hallazgo de dos importantes necrópolis visigodas en las cercanías, una situada en lo que hoy es el Paseo de Extremadura, junto a la Casa de Campo, y otra en el barrio de Tetuán. De esta época data también el primer documento escrito en Madrid, una lápida que data del año 697 y que se encontraba en el claustro de la Iglesia de Santa María de la Almudena.
Todos estos indicios señalan según los investigadores a que Madrid probablemente tenía ya en el siglo VII una población estable, formando un asentamiento conocido como Matrice (del latín "Madre de aguas"), y que podría ser el auténtico origen de la ciudad de Madrid.
Tras la conquista musulmana de la península ibérica que comenzó en el año 711, el centro de la península pasó a formar parte del Emirato de Córdoba, siendo regida por el Califato Omeya. Es en esta época cuando se tiene el primer registro histórico de Madrid, cuando a finales del siglo IX el emir Muhammad I (hijo de Abderramán II), erige una fortaleza en la ciudad junto al río Manzanares, cerca de donde se sitúa actualmente la catedral de la Almudena.
El objetivo de esta fortaleza era la de servir como lugar de vigilancia y de defensa para la cercana ciudad de Toledo, de las incursiones cristianas del norte de la península. Esta fortaleza, es denominada como el "castillo de Madrid" en un texto del siglo X por el historiador musulmán al-Razi (Ahmad ibn Muhammad al-Razi), siendo la primera referencia escrita sobre Madrid que se conoce.
La fortaleza o castillo de Madrid formaría parte de la muralla musulmana, y fue construida en una zona cultivable y con acceso cercano al agua, para defender la conocida como "almudaina", la ciudadela musulmana de Mayrit ("tierra rica en agua"). Para los cristianos el nombre de la ciudad sería "Magerit".
Aunque no se sabe con exactitud el verdadero origen del nombre de Madrid, todo parece indicar que o bien el nombre árabe de "Mayrit" o quizás la denominación visigoda de "Matrice" son claramente el término de donde derivó el nombre de la ciudad. En cualquier caso, tanto los ríos, como el agua subterránea que atraviesa la ciudad, tuvieron una gran influencia en el primer nombre de Madrid.
Tras la ocupación musulmana de la ciudad, en el siglo XI Madrid es tomada (sin resistencia) por las fuerzas cristianas en el año 1085, durante la época de la Reconquista, y siendo repoblada por cristianos en los siguientes años. La ciudad pasa a ser parte del Reino de Castilla, siendo también en esta época cuando se inician los cultos religiosos más conocidos de la ciudad: la Virgen de la Almudena, y San Isidro Labrador, patrón de Madrid.
En el año 1123 Madrid recibe el título de Villa, otorgado a poblaciones de cierta entidad y que la permitía gozar de varios privilegios y reconocimientos. La villa de Madrid seguiría creciendo y ganando importancia los siguientes años, pasando a ser reconocida poco después como "Comunidad de villa y tierra" ampliando poco a poco su territorio.
En esta época se crea también el escudo de la ciudad, datándose el primer escudo de Madrid a finales del siglo XI o principios del siglo XII, y que ya incluiría el lema de Madrid: "Fui sobre aguas edificada, mis muros de fuego son, ésta es mi insignia y mi blasón".
Un siglo después, en el año 1222, surgiría el escudo con las características estrellas y el oso (osa en realidad), que tienen su origen en las siete estrellas de la constelación de la Osa Menor. Posteriormente el escudo de Madrid pasaría a ser conocido como "El Oso y el Madroño", aunque el motivo por el que se incluyó con el tiempo un madroño en el escudo de la ciudad no se sabe con certeza, ya que al parecer en Madrid no existía este tipo de árbol.
La importancia de la ciudad no paró de crecer durante los siguientes siglos, reuniéndose las Cortes de Castilla por primera vez en Madrid en el año 1309, bajo el reinado de Fernando IV. Para finales del siglo XV la población de la villa de Madrid rondaba los 5.000 habitantes.
En junio de 1561, cuando la villa ya contaba con 20.000 habitantes, Felipe II trasladó la corte de Toledo a Madrid, convirtiéndose así en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde entonces, Madrid ha sido la capital de España hasta la actualidad exceptuando algunos breves intervalos de tiempo en los que la capital se trasladó a otra ciudad temporalmente.
Desde mediados del siglo IX, Madrid había estado bajo dominio musulmán, siendo conocida por entonces como "Mayrit", o "Magerit" según la denominación cristiana. Si nos remontamos más atrás en el tiempo, los orígenes de Madrid son todavía hoy motivo de debate entre los historiadores.
Existen indicios de asentamientos visigodos e incluso romanos en la zona que ocupa actualmente la ciudad de Madrid, sin embargo estos restos se siguen estudiando y no se ha llegado todavía a un consenso entre los arqueólogos e investigadores sobre quienes fueron realmente los primeros pobladores o los auténticos "fundadores" de Madrid.
Los restos arqueológicos más antiguos que se han encontrado en la zona datan del Paleolítico Inferior y del Paleolítico Medio, hace aproximadamente entre 120.000 y 50.000 años. Si bien no se han llegado a encontrar restos fósiles humanos de aquella época en Madrid, sí que se han hallado diversos útiles de la Edad de piedra, lo que según los investigadores es la prueba de que hubo asentamientos humanos en la región. Estos pequeños poblados o asentamientos estaban localizados cerca de los ríos Manzanares, Henares y el río Jarama.
Con la conquista romana de Hispania (nombre otorgado a la península ibérica por los romanos), la zona que ocupa la actual región de Madrid pasó a pertenecer a la provincia romana Tarraconense a partir del año 27 a.C. Debido a su privilegiada situación geográfica, con una gran riqueza natural y siendo un importante cruce de caminos en el centro de la península, pronto se comenzaron a establecer poblaciones romanas por toda la zona.
Entre los más importantes destaca Complutum, una ciudad romana fundada a finales del siglo I a.C. situada en la actual Alcalá de Henares y que fue declarado municipio en el año 74 d.C. mediante un edicto del emperador Vespasiano. Hoy en día el lugar sigue siendo objeto de excavaciones formando el denominado yacimiento arqueológico de Complutum.
No hay constancia de que existiera un gran asentamiento romano en el lugar que ocupa actualmente la ciudad de Madrid, sin embargo existen restos arqueológicos y evidencias de diversas villas romanas y casas señoriales. Además de diversos vestigios de romanos en las cercanías, como la calzada y puente romano de Cercedilla, el mausoleo romano de Arroyomolinos, las villas romanas de Getafe y Valdetorres del Jarama , o el ya comentado Complutum, dentro de los límites de lo que hoy constituye la ciudad de Madrid también se han hallado restos de poblaciones romanas.
Las más significativas son la villa romana de Villaverde Bajo, donde entre los restos se encuentra un mosaico y una cabeza de Sileno en alabastro; y los vestigios de un antiguo poblado romano en Carabanchel, situado en el actual parque de Eugenia de Montijo y que se hallaron mientras se realizaban las obras de soterramiento de la vía de circunvalación de la M-30. También se han encontrado indicios de otras villas romanas en las cercanías del río Manzanares, y en zonas como Ciudad Universitaria, en el puente de los Franceses, en Puerta del Ángel y en el Puente de Segovia.
Tras varios siglos de ocupación romana, los siguientes habitantes de la antigua región de Madrid fueron los visigodos, quienes llegaron a la zona en torno al año 450. Aunque también sigue siendo motivo de debate, la mayoría de historiadores apuntan a que es probable que existiera ya en la época visigoda un asentamiento urbano en Madrid.
Por toda la región existía un gran número de pequeñas poblaciones rurales visigodas que se establecieron en la zona a partir del siglo V. En lo que es la actual ciudad de Madrid, se han encontrado restos de antigua basílica visigoda cerca de donde se sitúa hoy en día la Catedral de la Almudena, y se cree que pudo existir una aldea visigoda en el arroyo de San Pedro, en la actual calle Segovia.
Esta teoría se refuerza con el hallazgo de dos importantes necrópolis visigodas en las cercanías, una situada en lo que hoy es el Paseo de Extremadura, junto a la Casa de Campo, y otra en el barrio de Tetuán. De esta época data también el primer documento escrito en Madrid, una lápida que data del año 697 y que se encontraba en el claustro de la Iglesia de Santa María de la Almudena.
Todos estos indicios señalan según los investigadores a que Madrid probablemente tenía ya en el siglo VII una población estable, formando un asentamiento conocido como Matrice (del latín "Madre de aguas"), y que podría ser el auténtico origen de la ciudad de Madrid.
Tras la conquista musulmana de la península ibérica que comenzó en el año 711, el centro de la península pasó a formar parte del Emirato de Córdoba, siendo regida por el Califato Omeya. Es en esta época cuando se tiene el primer registro histórico de Madrid, cuando a finales del siglo IX el emir Muhammad I (hijo de Abderramán II), erige una fortaleza en la ciudad junto al río Manzanares, cerca de donde se sitúa actualmente la catedral de la Almudena.
El objetivo de esta fortaleza era la de servir como lugar de vigilancia y de defensa para la cercana ciudad de Toledo, de las incursiones cristianas del norte de la península. Esta fortaleza, es denominada como el "castillo de Madrid" en un texto del siglo X por el historiador musulmán al-Razi (Ahmad ibn Muhammad al-Razi), siendo la primera referencia escrita sobre Madrid que se conoce.
La fortaleza o castillo de Madrid formaría parte de la muralla musulmana, y fue construida en una zona cultivable y con acceso cercano al agua, para defender la conocida como "almudaina", la ciudadela musulmana de Mayrit ("tierra rica en agua"). Para los cristianos el nombre de la ciudad sería "Magerit".
Aunque no se sabe con exactitud el verdadero origen del nombre de Madrid, todo parece indicar que o bien el nombre árabe de "Mayrit" o quizás la denominación visigoda de "Matrice" son claramente el término de donde derivó el nombre de la ciudad. En cualquier caso, tanto los ríos, como el agua subterránea que atraviesa la ciudad, tuvieron una gran influencia en el primer nombre de Madrid.
Tras la ocupación musulmana de la ciudad, en el siglo XI Madrid es tomada (sin resistencia) por las fuerzas cristianas en el año 1085, durante la época de la Reconquista, y siendo repoblada por cristianos en los siguientes años. La ciudad pasa a ser parte del Reino de Castilla, siendo también en esta época cuando se inician los cultos religiosos más conocidos de la ciudad: la Virgen de la Almudena, y San Isidro Labrador, patrón de Madrid.
En el año 1123 Madrid recibe el título de Villa, otorgado a poblaciones de cierta entidad y que la permitía gozar de varios privilegios y reconocimientos. La villa de Madrid seguiría creciendo y ganando importancia los siguientes años, pasando a ser reconocida poco después como "Comunidad de villa y tierra" ampliando poco a poco su territorio.
En esta época se crea también el escudo de la ciudad, datándose el primer escudo de Madrid a finales del siglo XI o principios del siglo XII, y que ya incluiría el lema de Madrid: "Fui sobre aguas edificada, mis muros de fuego son, ésta es mi insignia y mi blasón".
Un siglo después, en el año 1222, surgiría el escudo con las características estrellas y el oso (osa en realidad), que tienen su origen en las siete estrellas de la constelación de la Osa Menor. Posteriormente el escudo de Madrid pasaría a ser conocido como "El Oso y el Madroño", aunque el motivo por el que se incluyó con el tiempo un madroño en el escudo de la ciudad no se sabe con certeza, ya que al parecer en Madrid no existía este tipo de árbol.
La importancia de la ciudad no paró de crecer durante los siguientes siglos, reuniéndose las Cortes de Castilla por primera vez en Madrid en el año 1309, bajo el reinado de Fernando IV. Para finales del siglo XV la población de la villa de Madrid rondaba los 5.000 habitantes.
En junio de 1561, cuando la villa ya contaba con 20.000 habitantes, Felipe II trasladó la corte de Toledo a Madrid, convirtiéndose así en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde entonces, Madrid ha sido la capital de España hasta la actualidad exceptuando algunos breves intervalos de tiempo en los que la capital se trasladó a otra ciudad temporalmente.