La zona abisal es un área de profundidades mayores a 2.000 metros en la que reinan presiones de más de 200 atmósferas (más de 200 kg/cm2), la zona abisopelágica o zona abisal es uno de los niveles en los que está dividido el océano según su profundidad, está situada por debajo de la zona batipelágica y por encima de la hadopelágica . En oscuridad total y con un margen de temperaturas de -1 a 5 ºC , en algunos lugares las aguas de estos fondos abisales están calentadas por chimeneas hidrotérmicas que se abren en el fondo marino. A pesar de estos calentadores naturales, en muchos lugares estas temperaturas no superan los 2 grados centígrados.
Puesto que no hay luz por debajo de aproximadamente los 600 metros, la fuente de energía primaria es una lluvia de materia orgánica de las aguas menos profundas, incluyendo cadáveres de peces u otros animales marinos muertos. Desde la superficie apenas llega alimento. Sólo el cinco por ciento de la energía que se produce en la zona iluminada llega hasta su hábitat, de modo que estos predadores esperan inmóviles a que sus detectores de movimiento les comuniquen la llegada de algo comestible.
Asombrosamente, los animales que viven en la zona abisal son miembros de los mismos grupos que los que encontramos en las capas superiores. Así, hallamos pulpos, calamares, peces, moluscos, equinoides y gusanos. La diferencia es que estas formas abisales han desarrollado sistemas adaptados a su entorno y no les afectan las presiones tan enormes porque desde que nacieron sus órganos internos ya se hallaban sometidos a tales presiones, es decir, estaban en contacto con el medio y no han experimentado una diferencia de presión.
Para superar la gran presión, la mayoría de los peces abisales tiene el cuerpo lleno de agua. Los líquidos son casi incompresibles y, por lo tanto, los peces pueden aguantar el peso de la columna de agua simplemente manteniendo igualadas las presiones externa e interna.
Aunque la mayoría de los peces abisales son pequeños y poseen cuerpos blandos y huesos pequeños, debido en parte a la ausencia de calcio, necesario para la formación de espinas, y de vitamina D, necesaria para unos huesos consistentes , Estos tipos de peces tienden en algunos casos al gigantismo .
Con el fin de suplir la falta de alimento , las criaturas abisales tienden a tener bocas grandes, dientes largos y estómagos alargables. Estos peces deben ingerir la comida y tragarla, incluso si es más grande que ellos .
Las especies de las profundidades marinas, además, viven de una manera bastante diferente que sus hermanos de agua poco profunda. Por ejemplo, los peces abisales tienen un metabolismo mucho más pausado, y por ello tienden a vivir más tiempo y reproducirse más lentamente.
Generalmente, las especies que viven en las aguas abisales o en la capa de penumbra (capa superior de las aguas abisales) suelen ser bioluminiscentes, es decir, producen su propia luz, que pueden utilizar para atraer a sus presas (algunos peces tienen su órgano luminiscente dentro de la boca), para identificarse con otros ejemplares de su especie o para escapar de algún peligro. Tal luz está producida generalmente por una colonia de bacterias específicas que viven en el interior del pez.
Además, los peces que viven en la capa de penumbra tienen ojos muy desarrollados, no como los de la capa abisal, que suelen tener ojos pequeños y menos desarrollados.
Aunque parezca increible hasta finales del siglo XIX no se creia que hubiera seres vivos en profundidades mayores a 2.000 metros y no fue hasta 1977 , cuando los científicos pudieron comprobar la existencia de estas criaturas a profundidades de más de 2500 metros .
Las desconocidas e insondables profundidades abisales albergan una curiosa fauna que parece salir de una película de ciencia ficción con una apariencia monstruosa en su mayor parte. Los animales descritos por los científicos son todavía unos auténticos desconocidos en cuanto a su comportamiento y se sospecha que tan solo se ha descubierto una pequeña parte por lo que cada año se descubren nuevas especies.
Especies como el Pez fútbol ( Himantolophus paucifilosus) cuyo curioso cuerpo en forma de balón le da su nombre. Se encuentra entre los 1000 y 4000 metros de profundidad y una de sus características más significativas es que la hembra llega a medir 45 cm, casi tres veces mayor que el macho o el Pez dragón ( Stomias boa ) que puede llegar a tener los dientes tan largos al punto de no poder cerrar la boca. Se ubica entre los 200 y 1500 metros y llega a medir 32 cm , son sólo un par de ejemplos , en otro artículo como continuación de éste , trataremos con más detalle las distintas especies que habitan en las profundidades marinas .
Puesto que no hay luz por debajo de aproximadamente los 600 metros, la fuente de energía primaria es una lluvia de materia orgánica de las aguas menos profundas, incluyendo cadáveres de peces u otros animales marinos muertos. Desde la superficie apenas llega alimento. Sólo el cinco por ciento de la energía que se produce en la zona iluminada llega hasta su hábitat, de modo que estos predadores esperan inmóviles a que sus detectores de movimiento les comuniquen la llegada de algo comestible.
Asombrosamente, los animales que viven en la zona abisal son miembros de los mismos grupos que los que encontramos en las capas superiores. Así, hallamos pulpos, calamares, peces, moluscos, equinoides y gusanos. La diferencia es que estas formas abisales han desarrollado sistemas adaptados a su entorno y no les afectan las presiones tan enormes porque desde que nacieron sus órganos internos ya se hallaban sometidos a tales presiones, es decir, estaban en contacto con el medio y no han experimentado una diferencia de presión.
Para superar la gran presión, la mayoría de los peces abisales tiene el cuerpo lleno de agua. Los líquidos son casi incompresibles y, por lo tanto, los peces pueden aguantar el peso de la columna de agua simplemente manteniendo igualadas las presiones externa e interna.
Aunque la mayoría de los peces abisales son pequeños y poseen cuerpos blandos y huesos pequeños, debido en parte a la ausencia de calcio, necesario para la formación de espinas, y de vitamina D, necesaria para unos huesos consistentes , Estos tipos de peces tienden en algunos casos al gigantismo .
Con el fin de suplir la falta de alimento , las criaturas abisales tienden a tener bocas grandes, dientes largos y estómagos alargables. Estos peces deben ingerir la comida y tragarla, incluso si es más grande que ellos .
Las especies de las profundidades marinas, además, viven de una manera bastante diferente que sus hermanos de agua poco profunda. Por ejemplo, los peces abisales tienen un metabolismo mucho más pausado, y por ello tienden a vivir más tiempo y reproducirse más lentamente.
Generalmente, las especies que viven en las aguas abisales o en la capa de penumbra (capa superior de las aguas abisales) suelen ser bioluminiscentes, es decir, producen su propia luz, que pueden utilizar para atraer a sus presas (algunos peces tienen su órgano luminiscente dentro de la boca), para identificarse con otros ejemplares de su especie o para escapar de algún peligro. Tal luz está producida generalmente por una colonia de bacterias específicas que viven en el interior del pez.
Además, los peces que viven en la capa de penumbra tienen ojos muy desarrollados, no como los de la capa abisal, que suelen tener ojos pequeños y menos desarrollados.
Aunque parezca increible hasta finales del siglo XIX no se creia que hubiera seres vivos en profundidades mayores a 2.000 metros y no fue hasta 1977 , cuando los científicos pudieron comprobar la existencia de estas criaturas a profundidades de más de 2500 metros .
Las desconocidas e insondables profundidades abisales albergan una curiosa fauna que parece salir de una película de ciencia ficción con una apariencia monstruosa en su mayor parte. Los animales descritos por los científicos son todavía unos auténticos desconocidos en cuanto a su comportamiento y se sospecha que tan solo se ha descubierto una pequeña parte por lo que cada año se descubren nuevas especies.
Especies como el Pez fútbol ( Himantolophus paucifilosus) cuyo curioso cuerpo en forma de balón le da su nombre. Se encuentra entre los 1000 y 4000 metros de profundidad y una de sus características más significativas es que la hembra llega a medir 45 cm, casi tres veces mayor que el macho o el Pez dragón ( Stomias boa ) que puede llegar a tener los dientes tan largos al punto de no poder cerrar la boca. Se ubica entre los 200 y 1500 metros y llega a medir 32 cm , son sólo un par de ejemplos , en otro artículo como continuación de éste , trataremos con más detalle las distintas especies que habitan en las profundidades marinas .