Conocido por diversos nombres como saltamontes americanos blindados, grillos de tierra blindados, grillos de arbustos blindados o grillos de maíz, el grillo gigante africano (Acanthoplus discoidalis) es una especie de Bradyporinae (insectos ortópteros) que forma parte de la familia de los saltamontes, destacando por su enorme tamaño, siendo una de las especies de grillo o saltamontes más grande del mundo.
Estos gigantescos insectos son nativos de países como Angola, Namibia, Botsuana, Zimbabue o Sudáfrica, y a pesar de su nombre, en realidad la especie no está directamente relacionada con los verdaderos grillos, que pertenecen a una familia diferente, los Gryllidae (gríllidos).
La especie Acanthoplus discoidalis o Grillo gigante africano es una especie no voladora de cuerpo ancho que normalmente crece hasta una longitud corporal de unos cinco centímetros, aunque puede ser incluso aún más grande, rivalizando casi en tamaño con los impresionantes insectos prehistóricos gigantes, extintos hace millones de años.
Las mandíbulas de este insecto son especialmente fuertes, capaces de infligir una dolorosa mordida, lo que permite también al animal alimentarse de hierba dura o incluso de carroña. El grillo gigante africano es un insecto omnívoro, por lo que se alimenta de forma oportunista de una gran variedad de alimentos, lo que incluye también a los miembros de su propia especie, convirtiéndose en un animal caníbal en ocasiones.
Cuando la población de esta especie alcanza su punto máximo, normalmente en otoño y se forman grandes concentraciones de animales en una determinada zona, muchos de estos insectos acaban vagando por el terreno atravesando carreteras y siendo aplastados por los coches. Una ocasión para alimentarse que sus congéneres no desaprovechan alimentándose de los cadáveres para completar su dieta ante la falta de alimentos.
Además de contar con un fuerte exoesqueleto blindado, la especie tiene un curioso sistema de defensa contra los depredadores basado en el "sangrado reflejo" o "autohemorragia", consistente en que los insectos arrojan hemolinfa por los poros de su exoesqueleto, alcanzando un rango de unos pocos centímetros.
Después de utilizar esta autohemorragia como sistema de defensa, los insectos se limpian meticulosamente, según creen los investigadores, debido a que esta acción reduce la probabilidad de que otros miembros de la especie los ataquen de forma caníbal.
La forma de reproducción del Acanthoplus discoidalis es un proceso especialmente lento pero efectivo. El cortejo y el apareamiento comienza habitualmente al atardecer y generalmente se completa al amanecer. Sin embargo, la especie se reproduce muy exitosamente en determinadas épocas del año, creando enormes plagas que causan auténticos problemas en los cultivos.
A pesar de que los grillos gigantes africanos no pueden volar y las plagas se pueden controlar relativamente fácil gracias a los insecticidas o simplemente construyendo vallas y cercas o cavando zanjas, en los años especialmente exitosos para la especie pueden provocar la pérdida de hasta un 40% de los cultivos.
Estos gigantescos insectos son nativos de países como Angola, Namibia, Botsuana, Zimbabue o Sudáfrica, y a pesar de su nombre, en realidad la especie no está directamente relacionada con los verdaderos grillos, que pertenecen a una familia diferente, los Gryllidae (gríllidos).
La especie Acanthoplus discoidalis o Grillo gigante africano es una especie no voladora de cuerpo ancho que normalmente crece hasta una longitud corporal de unos cinco centímetros, aunque puede ser incluso aún más grande, rivalizando casi en tamaño con los impresionantes insectos prehistóricos gigantes, extintos hace millones de años.
Las mandíbulas de este insecto son especialmente fuertes, capaces de infligir una dolorosa mordida, lo que permite también al animal alimentarse de hierba dura o incluso de carroña. El grillo gigante africano es un insecto omnívoro, por lo que se alimenta de forma oportunista de una gran variedad de alimentos, lo que incluye también a los miembros de su propia especie, convirtiéndose en un animal caníbal en ocasiones.
Cuando la población de esta especie alcanza su punto máximo, normalmente en otoño y se forman grandes concentraciones de animales en una determinada zona, muchos de estos insectos acaban vagando por el terreno atravesando carreteras y siendo aplastados por los coches. Una ocasión para alimentarse que sus congéneres no desaprovechan alimentándose de los cadáveres para completar su dieta ante la falta de alimentos.
Además de contar con un fuerte exoesqueleto blindado, la especie tiene un curioso sistema de defensa contra los depredadores basado en el "sangrado reflejo" o "autohemorragia", consistente en que los insectos arrojan hemolinfa por los poros de su exoesqueleto, alcanzando un rango de unos pocos centímetros.
Después de utilizar esta autohemorragia como sistema de defensa, los insectos se limpian meticulosamente, según creen los investigadores, debido a que esta acción reduce la probabilidad de que otros miembros de la especie los ataquen de forma caníbal.
La forma de reproducción del Acanthoplus discoidalis es un proceso especialmente lento pero efectivo. El cortejo y el apareamiento comienza habitualmente al atardecer y generalmente se completa al amanecer. Sin embargo, la especie se reproduce muy exitosamente en determinadas épocas del año, creando enormes plagas que causan auténticos problemas en los cultivos.
A pesar de que los grillos gigantes africanos no pueden volar y las plagas se pueden controlar relativamente fácil gracias a los insecticidas o simplemente construyendo vallas y cercas o cavando zanjas, en los años especialmente exitosos para la especie pueden provocar la pérdida de hasta un 40% de los cultivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario