El Gran Israel, recuperar la Tierra Prometida

El término Gran Israel, del hebreo "Eretz Yisrael HaShlema", que significa literalmente "La Gran Tierra de Israel", ha sido utilizado durante siglos en diferentes contextos históricos, políticos y particularmente religiosos. Aunque su significado puede variar y el concepto ha evolucionado de diversas maneras, en términos generales se refiere a una visión nacionalista y expansionista de las fronteras del actual Estado de Israel, basada principalmente en las descripciones bíblicas de la Tierra Prometida que concibieron los patriarcas judíos. 

Mapa del Gran Israel
El origen del concepto Gran Israel hunde sus raíces en los textos sagrados del judaísmo, particularmente en la Biblia hebrea (Tanaj). Según el Libro del Génesis, Dios prometió a Abraham y a sus descendientes una vasta tierra que se extiende «desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates» (Génesis 15:18). Este territorio incluiría partes de lo que hoy conocemos como Israel, Jordania, Líbano, Siria y Egipto.

Tanto en el Génesis como en otros textos bíblicos, se describen varias delimitaciones geográficas que varían en extensión. Por ejemplo, se menciona la histórica Tierra de Canaán (que correspondería a parte del actual Israel y los Territorios Palestinos), la cual se amplía a un área mucho más vasta que abarcaría desde el río Nilo en Egipto hasta el Éufrates en el actual Irak, abarcando así también parte de Arabia Saudí

Estas descripciones bíblicas han sido interpretadas simbólicamente en algunos casos, mientras que también se ha buscado por otra parte una interpretación más literal, dando lugar así a la idea del Gran Israel en contextos teológicos. Para muchos judíos, estas promesas divinas constituyen la base histórica y espiritual de su conexión con la Tierra de Israel.

El auge del sionismo a finales del siglo XIX lo convirtió en el movimiento político que promovió la creación de un Estado judío en la Tierra de Israel. Liderado por figuras como Theodor Herzl, no se basaba explícitamente en el concepto de un Gran Israel bíblico, sino más bien en la creación de un hogar nacional judío dentro de unos territorios más definidos y viables. 

Vladímir Jabotinsky en una convención sionista en los años 20
Sin embargo, algunos sionistas revisionistas y otros grupos más radicales, como los seguidores de Ze'ev Jabotinsky (Vladímir Jabotinsky), veían el renacimiento del Estado de Israel como un paso hacia la recuperación de un territorio mayor, que incluyera, entre otras, toda la región histórica de Palestina.

Durante los primeros años de la fundación del Estado de Israel en 1948, las fronteras fueron definidas principalmente por las resoluciones de la ONU y los armisticios posteriores a las guerras con los estados árabes vecinos. (Mapa de la partición del territorio por la ONU). Pero a raíz de la Guerra de los Seis Días en 1967, el concepto del Gran Israel cobró una considerable relevancia política cuando Israel ocupó vastos territorios que antes estaban bajo control árabe, como Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y la Península del Sinaí (esta última devuelta a Egipto tras el tratado de paz de 1979).

Tras esta victoria militar en 1967, ciertos sectores dentro de Israel comenzaron a ver la expansión territorial como un cumplimiento de las antiguas promesas bíblicas, lo que impulsó movimientos que abogan por la anexión permanente de estos territorios. Un sentimiento que caló especialmente hondo entre los colonos judíos en Cisjordania (que llaman a esta región "Judea y Samaria" por sus nombres bíblicos). Desde entonces, el movimiento de colonos ha crecido significativamente, y hoy en día existen múltiples asentamientos israelíes en Cisjordania, lo que complica los intentos de paz y la creación de un Estado palestino.

Lo cierto es que la idea del Gran Israel es un concepto que incluso divide a la propia sociedad israelí entre un nacionalismo religioso impulsado por políticos de derechas y la visión del país que tiene la parte más liberal de la sociedad, generalmente de izquierdas.

Algunos grupos nacionalistas y religiosos en Israel ven la anexión de Cisjordania y otros territorios como un deber histórico y religioso. Estos grupos, incluidos partidos políticos como el Likud (aunque con variaciones dentro del mismo), han promovido la construcción de asentamientos y rechazan la idea de un Estado palestino independiente en la región.

Planes de partición del territorio de Israel y Palestina
En contraposición, otros sectores de la sociedad israelí, especialmente la izquierda política, argumentan que la visión del Gran Israel es insostenible desde el punto de vista político y ético. Consideran que la ocupación de Cisjordania no solo es un obstáculo para la paz, sino que también pone en riesgo la democracia y la viabilidad de un Estado judío, ya que la incorporación de millones de palestinos en un Estado único podría cambiar la demografía y la naturaleza de Israel.

Si nos atenemos al ámbito legal y al derecho internacional, como la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, se establece la retirada de Israel de los territorios ocupados en 1967 como base para una paz duradera, en línea con la creación de un Estado palestino independiente. Como es lógico, los partidarios del Gran Israel se oponen radicalmente a estas resoluciones así como a cualquier concesión territorial.

La situación de Gaza, la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania o los continuos conflictos en las fronteras del país, ha sido interpretada también en muchos casos como un intento de consolidar el control de Israel sobre estos territorios y uno de los primeros pasos para conseguir finalmente el Gran Israel mencionado en los textos bíblicos.

En el complejo contexto actual, la idea de un Gran Israel se encuadra en todo caso en una visión del país defendida casi exclusivamente por los sectores más conservadores y religiosos, pero no representa (al menos hasta la fecha) la política oficial del Estado de Israel en su totalidad. Aún así, muchos políticos israelíes optan por mantener cierta ambigüedad sobre las fronteras que debería tener el Estado, dejando abierta la posibilidad de negociaciones futuras.

El continuo crecimiento de los asentamientos y la ausencia de un proceso de paz efectivo sugieren que el futuro de la idea del Gran Israel dependerá en gran medida de cómo se desarrolle el conflicto israelí-palestino, de las decisiones internas de la sociedad israelí sobre su propia identidad, sus fronteras y de la relación que esperan mantener con el mundo árabe.

Mapa Gran Israel