En el Océano Pacífico, cerca de las costas de Japón, se encuentra el denominado Mar del Diablo o Triángulo del Dragón. Está situado curiosamente en la misma latitud que el conocido Triángulo de las Bermudas y al igual que éste, también se ha hecho famoso por las misteriosas desapariciones y fenómenos extraños que se han producido en la zona. Se le conoce popularmente como el Triángulo del Diablo o el Triángulo de las Bermudas del Pacífico (Pacific Bermuda Triangle).
El área que abarca este "Ma no Umi" (Mar del Diablo en japonés), no se sabe con exactitud, aunque la mayoría de los informes lo sitúan a menos de 100 kilómetros de Japón (o incluso más cerca de las costas japonesas), llegando hasta la isla de Guam por el suroeste (a 2.600 kilómetros de distancia de Japón) y adentrándose en el mar de Filipinas en la parte sureste del triángulo.
Esta región del Pacífico ha sido conocida durante siglos por albergar sucesos aparentemente inexplicables. Se cree que su nombre, Dragón, proviene de las antiguas fábulas chinas que se remontan a hace 3.000 años, cuando se creía que existía un enorme dragón en el mar que atacaba los barcos y los hacía naufragar para satisfacer su hambre. Esta leyenda, que forma parte del folklore popular y que puede estar basado en un animal real como sucede con muchos animales mitológicos, se ha alimentado a lo largo del tiempo por las historias de desapariciones de barcos en la zona, y más recientemente, las desapariciones de buques y aviones.
Una de las mayores catástrofes que se conocen fue la ocurrida en el siglo XIII, cuando el Kublai Kan (el último gran Kan del Imperio mongol, nieto de Gengis Kan y primer emperador chino de la dinastía Yuan), intentó invadir Japón atravesando el Mar del Diablo. Tras su fallido intento de invadir Japón en 1274, el Kublai Khan lo volvió a intentar nuevamente en 1281 con una gigantesca flota de 1.200 barcos de guerra. Sin embargo un terrible tifón azotó durante dos días las costas de la isla de Kyūshū (al sur de Japón, considerada la cuna de la civilización japonesa) y destruyó la mayor parte de la flota mongola. Únicamente se salvaron 200 barcos, muriendo más de 40.000 hombres. Los japoneses llamaron a este salvador tifón "Viento divino" o "kamikaze" en japonés, dando también el origen a la palabra que sería mundialmente conocida durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el siglo XIX comenzó a hablarse de fenómenos paranormales en la zona del Triángulo. Algunos marineros afirmaban haber visto a una misteriosa mujer pescando en el lugar (probablemente relacionado con la leyenda japonesa de Utsuro bune), también se reportaron informes de barcos fantasma durante las siguientes décadas.
Finalmente, en 1952, el gobierno japonés decidió enviar al buque de investigación Kaio Maru No. 5 para que investigara los misterios del Mar del Diablo. El buque junto con su tripulación de 22 personas y 9 científicos, desapareció sin dejar rastro y Japón declaró el lugar peligroso para la marina y el transporte marítimo.
Todas estas anomalías y desapariciones han inspirado diferentes teorías y líneas de investigación. El escritor e investigador de fenómenos paranormales Charles Berlitz, publicó en 1989 el libro "The Dragon’s Triangle" con los resultados de sus investigaciones en la región. Berlitz afirma que entre 1952 y 1954 cinco buques militares japoneses con más de 700 personas, desparecieron en el Triángulo del Dragón, además de producirse muchos más naufragios registrados posteriormente, desde pequeñas embarcaciones a enormes buques americanos y japoneses de 200.000 toneladas, submarinos nucleares soviéticos o desapariciones de aviones.
En 1995 el piloto e instructor de vuelo Larry Kusche publicó el libro "The Bermuda Triangle Mystery Solved" (El misterio del Triángulo de las Bermudas solucionado), donde trata también el misterio del Mar del Diablo y da una explicación a las teorías de Berlitz.
En su libro, Kusche relata que los buques mencionados por Berlitz eran en realidad pequeños barcos de pesca que se perdieron fuera del Triángulo del Dragón, también explica la desaparición del Kaio Maru No. 5, el cual fue destruido por el volcán submarino Myōjin-shō, el el 24 de septiembre de 1952 (algunos restos del buque fueron recuperados posteriormente por el gobierno japonés). Kusche apunta a que los volcanes, los seísmos y otros fenómenos naturales son en realidad los responsables de la mayor parte de la "actividad paranormal" del Triángulo del Dragón.
Otros de los escépticos es el autor Brian Dunning, que indagó en periódicos, libros y revistas en busca de información sobre sucesos en el Triángulo del Dragón sin apenas obtener resultados hasta 20 años después de la desaparición del Kaio Maru No. 5. Basándose en estas investigaciones, Dunning cree que la leyenda del Triángulo del Diablo en realidad se ha inventado hace unos pocos años.
La mayoría de investigaciones apuntan a que los fenómenos naturales son la causa de las anomalías del Triángulo del Dragón. Una de estas explicaciones es el vasto campo de hidratos de metano presente en el fondo del Océano en este área, que pueden provocar erupciones de gas, produciendo burbujas capaces de afectar a la flotabilidad y hundir fácilmente un barco sin dejar restos. También se alude a la presencia de volcanes submarinos y una fuerte actividad sísmica en la zona, que podrían ser la explicación de muchas de las misteriosas desapariciones.
El Triángulo del Dragón no se señala en ningún mapa por lo que su tamaño exacto y el perímetro del triángulo es desconocido, variando de un autor a otro. Mientras algunos los sitúan desde Japón hasta la Isla de Iwo Jima, otros consideran que su tamaño es mucho mayor, llegando incluso a la isla de Guam.
A pesar de todas las explicaciones científicas, mucha gente cree que hay fuerzas más allá de la ciencia y de las leyes de la naturaleza que están actuando en el Mar del Diablo. Existen teorías de todo tipo, desde que la zona es una puerta de entrada a otra dimensión o a un universo paralelo, a que detrás de estos fenómenos está la tecnología de la Atlántida o de extraterrestes, siendo una zona caliente para avistamientos OVNIS. En todo caso, la mayoría sostienen que la similar ubicación del Triángulo de las Bermudas y del Triángulo del Dragón no puede ser una coincidencia, proponiendo que estas dos misteriosas áreas estaban en polos opuestos en el pasado.
Ya se opte por las explicaciones científicas o por las teorías sobrenaturales, el Triángulo del Dragón del Pacífico sigue siendo actualmente uno de los grandes misterios del planeta.
El área que abarca este "Ma no Umi" (Mar del Diablo en japonés), no se sabe con exactitud, aunque la mayoría de los informes lo sitúan a menos de 100 kilómetros de Japón (o incluso más cerca de las costas japonesas), llegando hasta la isla de Guam por el suroeste (a 2.600 kilómetros de distancia de Japón) y adentrándose en el mar de Filipinas en la parte sureste del triángulo.
Esta región del Pacífico ha sido conocida durante siglos por albergar sucesos aparentemente inexplicables. Se cree que su nombre, Dragón, proviene de las antiguas fábulas chinas que se remontan a hace 3.000 años, cuando se creía que existía un enorme dragón en el mar que atacaba los barcos y los hacía naufragar para satisfacer su hambre. Esta leyenda, que forma parte del folklore popular y que puede estar basado en un animal real como sucede con muchos animales mitológicos, se ha alimentado a lo largo del tiempo por las historias de desapariciones de barcos en la zona, y más recientemente, las desapariciones de buques y aviones.
Una de las mayores catástrofes que se conocen fue la ocurrida en el siglo XIII, cuando el Kublai Kan (el último gran Kan del Imperio mongol, nieto de Gengis Kan y primer emperador chino de la dinastía Yuan), intentó invadir Japón atravesando el Mar del Diablo. Tras su fallido intento de invadir Japón en 1274, el Kublai Khan lo volvió a intentar nuevamente en 1281 con una gigantesca flota de 1.200 barcos de guerra. Sin embargo un terrible tifón azotó durante dos días las costas de la isla de Kyūshū (al sur de Japón, considerada la cuna de la civilización japonesa) y destruyó la mayor parte de la flota mongola. Únicamente se salvaron 200 barcos, muriendo más de 40.000 hombres. Los japoneses llamaron a este salvador tifón "Viento divino" o "kamikaze" en japonés, dando también el origen a la palabra que sería mundialmente conocida durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el siglo XIX comenzó a hablarse de fenómenos paranormales en la zona del Triángulo. Algunos marineros afirmaban haber visto a una misteriosa mujer pescando en el lugar (probablemente relacionado con la leyenda japonesa de Utsuro bune), también se reportaron informes de barcos fantasma durante las siguientes décadas.
Finalmente, en 1952, el gobierno japonés decidió enviar al buque de investigación Kaio Maru No. 5 para que investigara los misterios del Mar del Diablo. El buque junto con su tripulación de 22 personas y 9 científicos, desapareció sin dejar rastro y Japón declaró el lugar peligroso para la marina y el transporte marítimo.
Todas estas anomalías y desapariciones han inspirado diferentes teorías y líneas de investigación. El escritor e investigador de fenómenos paranormales Charles Berlitz, publicó en 1989 el libro "The Dragon’s Triangle" con los resultados de sus investigaciones en la región. Berlitz afirma que entre 1952 y 1954 cinco buques militares japoneses con más de 700 personas, desparecieron en el Triángulo del Dragón, además de producirse muchos más naufragios registrados posteriormente, desde pequeñas embarcaciones a enormes buques americanos y japoneses de 200.000 toneladas, submarinos nucleares soviéticos o desapariciones de aviones.
En 1995 el piloto e instructor de vuelo Larry Kusche publicó el libro "The Bermuda Triangle Mystery Solved" (El misterio del Triángulo de las Bermudas solucionado), donde trata también el misterio del Mar del Diablo y da una explicación a las teorías de Berlitz.
En su libro, Kusche relata que los buques mencionados por Berlitz eran en realidad pequeños barcos de pesca que se perdieron fuera del Triángulo del Dragón, también explica la desaparición del Kaio Maru No. 5, el cual fue destruido por el volcán submarino Myōjin-shō, el el 24 de septiembre de 1952 (algunos restos del buque fueron recuperados posteriormente por el gobierno japonés). Kusche apunta a que los volcanes, los seísmos y otros fenómenos naturales son en realidad los responsables de la mayor parte de la "actividad paranormal" del Triángulo del Dragón.
Otros de los escépticos es el autor Brian Dunning, que indagó en periódicos, libros y revistas en busca de información sobre sucesos en el Triángulo del Dragón sin apenas obtener resultados hasta 20 años después de la desaparición del Kaio Maru No. 5. Basándose en estas investigaciones, Dunning cree que la leyenda del Triángulo del Diablo en realidad se ha inventado hace unos pocos años.
La mayoría de investigaciones apuntan a que los fenómenos naturales son la causa de las anomalías del Triángulo del Dragón. Una de estas explicaciones es el vasto campo de hidratos de metano presente en el fondo del Océano en este área, que pueden provocar erupciones de gas, produciendo burbujas capaces de afectar a la flotabilidad y hundir fácilmente un barco sin dejar restos. También se alude a la presencia de volcanes submarinos y una fuerte actividad sísmica en la zona, que podrían ser la explicación de muchas de las misteriosas desapariciones.
El Triángulo del Dragón no se señala en ningún mapa por lo que su tamaño exacto y el perímetro del triángulo es desconocido, variando de un autor a otro. Mientras algunos los sitúan desde Japón hasta la Isla de Iwo Jima, otros consideran que su tamaño es mucho mayor, llegando incluso a la isla de Guam.
A pesar de todas las explicaciones científicas, mucha gente cree que hay fuerzas más allá de la ciencia y de las leyes de la naturaleza que están actuando en el Mar del Diablo. Existen teorías de todo tipo, desde que la zona es una puerta de entrada a otra dimensión o a un universo paralelo, a que detrás de estos fenómenos está la tecnología de la Atlántida o de extraterrestes, siendo una zona caliente para avistamientos OVNIS. En todo caso, la mayoría sostienen que la similar ubicación del Triángulo de las Bermudas y del Triángulo del Dragón no puede ser una coincidencia, proponiendo que estas dos misteriosas áreas estaban en polos opuestos en el pasado.
Ya se opte por las explicaciones científicas o por las teorías sobrenaturales, el Triángulo del Dragón del Pacífico sigue siendo actualmente uno de los grandes misterios del planeta.
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