Gigantopithecus blacki y la teoría del Bigfoot

Con el nombre científico de Gigantopithecus blacki se denomina a una gigantesca especie de primates ya extintos que vivió en Asia  y que llegó a coexistir con los primeros seres humanos. Con sus 3 metros de altura y cerca de 600 kilos es considerado el mayor simio que ha existido. Tras su descubrimiento varios científicos, investigadores y antropólogos desarrollaron la teoría del Bigfoot donde consideran que el Gigantopithecus blacki podría ser la especie que está detrás de los mitos del Yeti en Asia o del Bigfoot en Norteamérica.
Gigantopithecus blacki
El paleontólogo alemán Ralph von Koenigswald encontró en 1935 una gigantesca muela en una farmacia de Hong Kong que le llamó la atención. Poco después aparecieron más molares similares en otras tiendas de medicina tradicional china y en varias cuevas de la región de Liuzhou (también en China) además se hallaron huesos de mandíbula. Tras estudiar los restos encontrados Von Koenigswald teorizó con que se trataba de una nueva especie de primate hasta entonces desconocida y que denominó Gigantopithecus blacki.  Años después se siguieron encontrando más restos en lugares como la India o Vietnam y en 1958 se habían recuperado ya 3 mandíbulas casi completas y más de 1.300 dientes.

Tras el análisis de los restos hallados por todo el sudeste asiático se estimó que el Gigantopithecus blacki podía haber vivido durante más de un millón de años (otras estimaciones hablan  de casi 9 millones de años) y su extinción se produjo hace apenas 100.000 años. Este gigantesco homínido habría sido contemporáneo de los antecesores del actual ser humano como el Homo Erectus.

Se cree que un adulto macho de la especie Gigantopithecus blacki plenamente desarrollado podía llegar a medir hasta 3 metros de altura con un peso entre 540 y 600 kg (entre dos o tres veces más pesado que los gorilas actuales), lo que le convierte en el primate más grande y más pesado que se conoce. Su extensión de brazos podía alcanzar los tres metros y medio de longitud en los machos y las hembras serían notablemente más pequeñas, aproximadamente con la mitad de tamaño.
Probablemente era herbívoro y vivía en los bosques de bambú junto con los antepasados extintos de los Osos Panda. Su aspecto físico sería similar al de los actuales gorilas o bien al de los orangutanes que sería su pariente más cercano (aunque cinco veces más grande). Tenía un cerebro enorme, probablemente el mayor cerebro de todos los animales terrestres. Debido a su tamaño y fuerza es probable que no tuviese enemigos aunque hay algunos indicios de que podía haber sido cazado y comido por el Homo Erectus.

Gigantopithecus blacki tamaño comparaciónTras el descubrimiento de este gigantesco mamífero prehistórico, y dado que todos los restos hallados hasta la fecha se localizan en Asia, rápidamente se desarrolló la teoría de que el Gigantopithecus blacki podría ser el auténtico Yeti que estaría tras los numerosos reportes del mítico Migou (nombre tibetano para el abominable hombre de las nieves o simplemente Yeti). Sin embargo esta teoría tenía pocos adeptos ya que la mayoría de investigadores creen que el Gigantopithecus era cuadrúpedo mientras que todos los testimonios que hay sobre el Yeti hablan de un ser bípedo y de un aspecto algo diferente. Por el momento la teoría más aceptada sobre el Yeti es que podría tratarse de un especie de oso albino lanudo.

Tiempo después se desarrolló una nueva teoría por diversos antropólogos e investigadores que tuvo más aceptación y que se sigue debatiendo hoy en día. Se trata de la teoría del Bigfoot (Pies grandes) o Sasquatch, según la cual la especie Gigantopithecus blacki no se habría llegado a extinguir y tras cruzar el estrecho de Bering este animal habría conseguido llegar a los bosques de Norteamérica hasta convertirse en el ser mitológico de aspecto simiesco que sigue siendo uno de los grandes misterios de la criptozoología.
Bigfoot

Ante el mismo problema de si Gigantopithecus blacki podía caminar erguido para ser el auténtico Bigfoot, los defensores de esta teoría postulan que este gigantesco simio habría tenido miles de años de adaptación a través de climas templados y montañosos, facilitando su dispersión por Asia y América del Norte la capacidad para caminar en posición vertical. Los avistamientos de Bigfoots suelen producirse en bosques o zonas remotas arboladas huyendo ante la presencia humana, un comportamiento que podría ser debido a su mala experiencia con los pre-humanos en Asia.

En cuanto al hecho de que no hayan aparecido restos de Gigantopithecus blacki en América, estos investigadores señalan que en realidad han aparecido muy pocos restos también en Asia a pesar de ser una especie que ha vivido durante miles de años y que debería haber dejado millones de esqueletos o huesos y no descartan que pueda aparecer algún resto fósil en el futuro.

Tanto el Yeti como el Bigfoot seguirán formando parte del folclore popular y del mito hasta que no aparezca alguna prueba tangible que demuestre su existencia. Asociarlos al Gigantopithecus blacki es por el momento una simple teoría especulativa sobre un animal que se sabe con certeza que existió pero que se considera extinguido. Quizás la ciencia nos depare alguna nueva sorpresa en el futuro sobre este tema tal como sucedió con el celacanto, un pez que se creía extinguido hace millones de años hasta que en 1938 se capturó en Sudáfrica un ejemplar vivo.

Gigantopithecus blacki tamaño

Gigantopithecus blacki y Homo erectus

3 comentarios:

  1. Lo que me sorprende es que se intente probar que Gigantopithecus continue vivo en los bosques septentrionale de Norte-américa, cuando parece que su habitat natural eran los bosques tropicales. Creo que no es G. sino un genero distinto

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