El Gran Israel, recuperar la Tierra Prometida

El término Gran Israel, del hebreo "Eretz Yisrael HaShlema", que significa literalmente "La Gran Tierra de Israel", ha sido utilizado durante siglos en diferentes contextos históricos, políticos y particularmente religiosos. Aunque su significado puede variar y el concepto ha evolucionado de diversas maneras, en términos generales se refiere a una visión nacionalista y expansionista de las fronteras del actual Estado de Israel, basada principalmente en las descripciones bíblicas de la Tierra Prometida que concibieron los patriarcas judíos. 

Mapa del Gran Israel
El origen del concepto Gran Israel hunde sus raíces en los textos sagrados del judaísmo, particularmente en la Biblia hebrea (Tanaj). Según el Libro del Génesis, Dios prometió a Abraham y a sus descendientes una vasta tierra que se extiende «desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates» (Génesis 15:18). Este territorio incluiría partes de lo que hoy conocemos como Israel, Jordania, Líbano, Siria y Egipto.

Tanto en el Génesis como en otros textos bíblicos, se describen varias delimitaciones geográficas que varían en extensión. Por ejemplo, se menciona la histórica Tierra de Canaán (que correspondería a parte del actual Israel y los Territorios Palestinos), la cual se amplía a un área mucho más vasta que abarcaría desde el río Nilo en Egipto hasta el Éufrates en el actual Irak, abarcando así también parte de Arabia Saudí

Estas descripciones bíblicas han sido interpretadas simbólicamente en algunos casos, mientras que también se ha buscado por otra parte una interpretación más literal, dando lugar así a la idea del Gran Israel en contextos teológicos. Para muchos judíos, estas promesas divinas constituyen la base histórica y espiritual de su conexión con la Tierra de Israel.

El auge del sionismo a finales del siglo XIX lo convirtió en el movimiento político que promovió la creación de un Estado judío en la Tierra de Israel. Liderado por figuras como Theodor Herzl, no se basaba explícitamente en el concepto de un Gran Israel bíblico, sino más bien en la creación de un hogar nacional judío dentro de unos territorios más definidos y viables. 

Vladímir Jabotinsky en una convención sionista en los años 20
Sin embargo, algunos sionistas revisionistas y otros grupos más radicales, como los seguidores de Ze'ev Jabotinsky (Vladímir Jabotinsky), veían el renacimiento del Estado de Israel como un paso hacia la recuperación de un territorio mayor, que incluyera, entre otras, toda la región histórica de Palestina.

Durante los primeros años de la fundación del Estado de Israel en 1948, las fronteras fueron definidas principalmente por las resoluciones de la ONU y los armisticios posteriores a las guerras con los estados árabes vecinos. (Mapa de la partición del territorio por la ONU). Pero a raíz de la Guerra de los Seis Días en 1967, el concepto del Gran Israel cobró una considerable relevancia política cuando Israel ocupó vastos territorios que antes estaban bajo control árabe, como Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y la Península del Sinaí (esta última devuelta a Egipto tras el tratado de paz de 1979).

Tras esta victoria militar en 1967, ciertos sectores dentro de Israel comenzaron a ver la expansión territorial como un cumplimiento de las antiguas promesas bíblicas, lo que impulsó movimientos que abogan por la anexión permanente de estos territorios. Un sentimiento que caló especialmente hondo entre los colonos judíos en Cisjordania (que llaman a esta región "Judea y Samaria" por sus nombres bíblicos). Desde entonces, el movimiento de colonos ha crecido significativamente, y hoy en día existen múltiples asentamientos israelíes en Cisjordania, lo que complica los intentos de paz y la creación de un Estado palestino.

Lo cierto es que la idea del Gran Israel es un concepto que incluso divide a la propia sociedad israelí entre un nacionalismo religioso impulsado por políticos de derechas y la visión del país que tiene la parte más liberal de la sociedad, generalmente de izquierdas.

Algunos grupos nacionalistas y religiosos en Israel ven la anexión de Cisjordania y otros territorios como un deber histórico y religioso. Estos grupos, incluidos partidos políticos como el Likud (aunque con variaciones dentro del mismo), han promovido la construcción de asentamientos y rechazan la idea de un Estado palestino independiente en la región.

Planes de partición del territorio de Israel y Palestina
En contraposición, otros sectores de la sociedad israelí, especialmente la izquierda política, argumentan que la visión del Gran Israel es insostenible desde el punto de vista político y ético. Consideran que la ocupación de Cisjordania no solo es un obstáculo para la paz, sino que también pone en riesgo la democracia y la viabilidad de un Estado judío, ya que la incorporación de millones de palestinos en un Estado único podría cambiar la demografía y la naturaleza de Israel.

Si nos atenemos al ámbito legal y al derecho internacional, como la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, se establece la retirada de Israel de los territorios ocupados en 1967 como base para una paz duradera, en línea con la creación de un Estado palestino independiente. Como es lógico, los partidarios del Gran Israel se oponen radicalmente a estas resoluciones así como a cualquier concesión territorial.

La situación de Gaza, la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania o los continuos conflictos en las fronteras del país, ha sido interpretada también en muchos casos como un intento de consolidar el control de Israel sobre estos territorios y uno de los primeros pasos para conseguir finalmente el Gran Israel mencionado en los textos bíblicos.

En el complejo contexto actual, la idea de un Gran Israel se encuadra en todo caso en una visión del país defendida casi exclusivamente por los sectores más conservadores y religiosos, pero no representa (al menos hasta la fecha) la política oficial del Estado de Israel en su totalidad. Aún así, muchos políticos israelíes optan por mantener cierta ambigüedad sobre las fronteras que debería tener el Estado, dejando abierta la posibilidad de negociaciones futuras.

El continuo crecimiento de los asentamientos y la ausencia de un proceso de paz efectivo sugieren que el futuro de la idea del Gran Israel dependerá en gran medida de cómo se desarrolle el conflicto israelí-palestino, de las decisiones internas de la sociedad israelí sobre su propia identidad, sus fronteras y de la relación que esperan mantener con el mundo árabe.

Mapa Gran Israel

El Buda histórico: realidad y mito

La figura de Buda, conocido también por el nombre de Siddhartha Gautama, es una de las más influyentes en la historia del pensamiento espiritual y, obviamente, la figura central del budismo. Sin embargo, la realidad histórica de su vida está envuelta en un halo de mito y leyenda, con diversos elementos que han sido probablemente añadidos a lo largo de los siglos por la tradición religiosa.

El verdadero Buda histórico
La cuestión sobre la existencia histórica de Buda sigue siendo una intensa cuestión debate entre historiadores y académicos. De forma similar a la existencia histórica de Jesús de Nazaret, la mayoría de los estudiosos actuales acepta la historicidad de Buda, es decir, que existió como una persona real, aunque los detalles concretos de su vida están envueltos en incertidumbre.

Las principales fuentes sobre la vida de Buda provienen de textos budistas antiguos. Estos escritos, como el Canon Pali y los Sutras Mahayana, se transmitieron inicialmente de manera oral y fueron puestos por escrito varios siglos después de su muerte. Entre las fuentes y referencias históricas más antiguas sobre Buda se destacan:

El Canon Pali: Este conjunto de textos es considerado por la tradición Theravada como la narración más antigua y auténtica de las enseñanzas de Buda. Se compone de tres "cestas" (Pali) o colecciones conocidas como el Tipitaka, que contienen discursos, reglas monásticas y tratados doctrinales.

Las Crónicas de Asoka: El emperador indio Asoka, que gobernó en el siglo III a.C., es una de las primeras figuras históricas que promovió el budismo y, a través de inscripciones en sus edictos, menciona aspectos de la vida y enseñanzas de Buda. Aunque no proporciona detalles concretos sobre la vida de Buda, estas inscripciones son una importante confirmación de la existencia del budismo como movimiento religioso varios siglos después de la supuesta vida de Buda.

Textos chinos y tibetanos: Tradiciones posteriores, como la Mahayana y la Vajrayana, también contribuyeron a la creación de biografías de Buda, aunque a menudo incluyen elementos más míticos.

La vida de Buda: ¿historia o mito?

Según la tradición budista, Siddhartha Gautama nació en una familia noble en Lumbini (actualmente Nepal), en la región de Kapilavastu, al norte de la India, en el siglo VI a.C. Después de experimentar el sufrimiento del mundo, renunció a su vida de lujo y se embarcó en una búsqueda espiritual que lo llevó a la iluminación bajo el árbol Bodhi, donde alcanzó el estado de Buda "el Despierto". Sin embargo, gran parte de la información sobre su vida está entrelazada con relatos míticos y simbolismos religiosos.

Según las leyendas, Buda nació de manera inmaculada del costado de su madre, la reina Maya, mientras ésta se apoyaba en un árbol. Inmediatamente después de su nacimiento, dio siete pasos y proclamó su destino de convertirse en un ser iluminado. Este relato guarda paralelismos con mitos de otras tradiciones espirituales y sin duda está relacionado con la glorificación de su figura, de manera que no puede tomare como una historia literal.

Los relatos tradicionales mencionan que Gautama, en una serie de salidas del palacio, vio un anciano, un enfermo, un cadáver y un asceta, lo que le hizo reflexionar sobre el sufrimiento y el ciclo de la vida. Este episodio, si bien puede estar basado en eventos reales, también está impregnado de simbolismo profundo, representando el despertar de su conciencia ante las realidades del sufrimiento humano.

Por otra parte, el episodio de la iluminación bajo el árbol Bodhi es quizás el evento central en la vida de Buda según la tradición, ya que después de años de búsqueda espiritual, logra la iluminación. La experiencia de la iluminación puede tener un componente místico o simbólico, pero también es ampliamente aceptado que Gautama alcanzó una profunda comprensión espiritual que se transformó en las enseñanzas que conocemos como budismo, así como en una visión del sufrimiento y el fin del sufrimiento por la que el hombre puede alcanzar el Nirvana.

La iluminación de Buda bajo el árbol Bodhi

Evidencias históricas y arqueológicas sobre Buda

Las evidencias históricas y arqueológicas que sustentan la existencia de Siddhartha Gautama, el Buda histórico, son escasas y difíciles de rastrear debido al tiempo transcurrido desde su vida, pero existen indicios que los historiadores y arqueólogos han utilizado para argumentar su historicidad.

Una de las fuentes arqueológicas más importantes relacionadas con la historicidad de Buda proviene del reinado del emperador Ashoka (siglo III a.C.), quien fue un ferviente defensor del budismo tras su conversión. Sus edictos, tallados en rocas y pilares por todo su imperio, son de las primeras menciones históricas directas al budismo y a las enseñanzas de Buda.

En el edicto conocido como "Inscripción de Lumbini", encontrado en un pilar que mandó erigir Ashoka en Lumbini, Nepal, Ashoka menciona explícitamente haber visitado el lugar de nacimiento de Buda. El edicto dice que Ashoka fue allí "en persona" para honrar el lugar sagrado y ordenó la construcción de un templo. Este pilar es de gran importancia, ya que conecta a Ashoka, un personaje históricamente bien documentado, con Buda y su lugar de nacimiento. El texto de la inscripción dice lo siguiente:

«El rey Piyadasi (Ashoka), habiendo sido consagrado veinte años, vino aquí en persona y adoró en este lugar, porque aquí nació el Buda Shakyamuni».

Inscripción en el pilar de Lumbini

Los numerosos edictos que promovían la enseñanza del Dharma (enseñanzas budistas) son otra evidencia indirecta, ya que indican que en la época de Ashoka el budismo ya estaba bien establecido y con seguidores, lo que refuerza la idea de que una figura como Buda debió existir para inspirar este movimiento.

Por otra parte, los primeros textos budistas conocidos, que datan de entre 200 y 300 años después de la vida de Buda, contienen importantes referencias que los estudiosos consideran esenciales para la reconstrucción de la vida del Buda histórico. Si bien estos textos se escribieron mucho tiempo después de su muerte, se basan en una tradición oral que probablemente preservó algunos detalles auténticos de su vida.

Entre todo ellos destaca el Canon Pali (Tipitaka), uno de los textos más antiguos del budismo Theravada que proporcionan detalles biográficos sobre Buda y cuyos hechos coinciden en su mayoría en varias colecciones, lo que sugiere que, a pesar de los adornos mitológicos, hay un núcleo histórico en las narraciones. (Descargar Canon Pali en PDF)

Los Sutras Mahayana por su parte, son textos más tardíos y en general contienen elementos más místicos, pero también mencionan a Siddhartha Gautama de manera similar a los textos Theravada, lo que apunta a una tradición central compartida sobre su vida.

Estos textos también documentan las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Camino Óctuple, doctrinas clave que se remontan a las enseñanzas originales de Buda.

Sitios arqueológicos asociados a Buda

Varias excavaciones arqueológicas en sitios asociados con la vida de Buda han arrojado evidencias que respaldan su existencia histórica. Aunque no siempre es fácil asociar estos sitios directamente con la figura histórica de Buda, lo cierto es que estos lugares se han venerado desde hace siglos y tienen una importancia especial en la tradición budista.

Lumbini (Nepal): Este sitio es reconocido tradicionalmente como el lugar de nacimiento de Buda. La inscripción en el pilar de Ashoka mencionado anteriormente es uno de los principales indicios que asocia este lugar con Buda. Las excavaciones en Lumbini también han descubierto restos de un santuario budista primitivo que data de la época de Ashoka, lo que refuerza la idea de que el lugar fue venerado desde tiempos antiguos.

Templos antiguos en Bodh Gaya
Bodh Gaya (India): Este es el sitio donde Buda alcanzó la iluminación bajo el árbol Bodhi. Aunque no existen pruebas arqueológicas directas de que Siddhartha Gautama estuviera aquí, Bodh Gaya ha sido un importante centro de peregrinación desde tiempos antiguos, y las excavaciones han revelado estructuras monásticas que datan del siglo III a.C.

Sarnath (India): Aquí es donde Buda dio su primer sermón tras alcanzar la iluminación, conocido como el Sermón de Benarés. Las diversas excavaciones en este sitio han encontrado vestigios de estupas y monasterios antiguos, algunos de los cuales también se remontan a la época de Ashoka.

Kushinagar (India): Es el sitio donde Buda murió y alcanzó el Parinirvana. Las excavaciones han revelado monumentos antiguos que datan de tiempos anteriores al reinado de Ashoka, lo que sugiere que este lugar ha sido venerado como el lugar de la muerte de Buda durante siglos.

Reliquias de Buda

Por último, es interesante hacer mención a las diversas reliquias asociadas tradicionalmente a la figura de Buda, como fragmentos de huesos o dientes, los cuales se conservan en estupas y templos budistas. Aunque la autenticidad de estas reliquias es realmente difícil de verificar, algunas están acompañadas por inscripciones o leyendas que se remontan a tiempos antiguos.

La más importante de todas ellas sea probablemente la Estupa de Ramagrama en Nepal, considerada una de las ocho estupas originales donde se dice que fueron depositadas las reliquias de Buda después de su cremación. Aunque no ha sido excavada, sigue siendo un importante centro de peregrinación. En menor medida, la Gran Estupa de Sanchi, aunque no contiene reliquias de Buda, fue un sitio construido bajo el patrocinio de Ashoka y es uno de los monumentos budistas más antiguos que existen. Sus relieves ofrecen una rica iconografía de las primeras tradiciones budistas.

La Estupa de Ramagrama en Nepal

¿Existió realmente Buda?

Aunque las evidencias históricas y arqueológicas que corroboran la existencia de Buda son limitadas y están sujetas a interpretaciones, la mayoría de los académicos acepta su historicidad basándose en una combinación de textos antiguos, tradiciones orales y descubrimientos arqueológicos. Los edictos de Ashoka, los sitios sagrados asociados a su vida y las referencias en textos antiguos proporcionan una base razonable para afirmar que Buda fue una figura real que vivió y enseñó en la India y el sur de Nepal alrededor del siglo VI a.C.

Existen también varios testimonios de otras culturas que mencionan a los budistas o al budismo, lo que refuerza la idea de que el movimiento budista se originó en un maestro histórico. Un ejemplo notable es el viaje de los monjes chinos a la India, como Faxian en el siglo IV y Xuanzang en el siglo VII, quienes viajaron para recopilar textos budistas y visitar sitios sagrados. Sus registros detallan la existencia de monasterios y comunidades budistas que veneraban a Buda en varios lugares de la India.

Además, los estudios históricos han tratado de situar su vida en un contexto más realista, sugiriendo que Siddhartha Gautama pudo haber sido uno de los muchos maestros espirituales que surgieron en la India antigua, en un momento en que florecían diversas corrientes filosóficas y religiosas.

Si bien existen razones sólidas para creer en la historicidad de Siddhartha Gautama, la línea entre la realidad y el mito en su vida también es difusa. Los relatos más antiguos combinan elementos que parecen realistas, como su abandono de la vida mundana y su búsqueda espiritual, con narraciones que claramente pertenecen al ámbito del mito, como su nacimiento milagroso y los prodigios asociados a su iluminación.

En términos generales, el Buda histórico puede haber sido un maestro espiritual extraordinario que ofreció un camino hacia la liberación del sufrimiento, mientras que las generaciones posteriores adornaron su vida con leyendas y mitos para resaltar su relevancia espiritual y su estatus divino. 

Lo cierto es que, ya sea real o idealizado, la figura de Buda ha tenido un impacto profundo en millones de personas a lo largo de más de dos milenios, llegando incluso a construirse en el siglo XX una ciudad como Larung Gar, dedicada exclusivamente al estudio del budismo y las enseñanzas de Buda que alberga a más de 40.000 personas.

La gran estatua de Buda del templo de Primavera

La desaparición de las lenguas en el planeta

La disminución o desaparición del número de idiomas y las diferentes lenguas que se hablan en el planeta es un fenómeno bien documentado y una tendencia al alza en las últimas décadas. Las razones para esta pérdida de diversidad lingüística son múltiples e incluyen factores como la globalización, la urbanización, la migración o las políticas de estado que favorecen el uso de lenguas dominantes, así como la escasa transmisión de las lenguas indígenas a las nuevas generaciones.

Si bien debemos entender los idiomas como una vía para facilitar la comunicación entre las personas, el crecimiento global de lenguas dominantes como el inglés, el chino mandarín o la expansión del español, con cientos de millones de hablantes nativos en el planeta e impulsados por el comercio, los medios de comunicación y la educación, está causando por otra parte la marginalización de las lenguas menos habladas y su paulatina desaparición. 

Los diferentes estudios y estimaciones sobre la evolución de las lenguas en el mundo indican que, de los aproximadamente 7.000 idiomas hablados hoy en día, la mitad podría desaparecer a lo largo de este siglo. Esto significa que muchas lenguas habladas por comunidades pequeñas están en grave peligro de extinción y probablemente serán sustituidas progresivamente por idiomas globalmente aceptados por la mayor parte de la población. 

Según las conclusiones de muchos investigadores, el futuro lingüístico del planeta estará dominado y se reducirá con el tiempo a unos pocos idiomas, entre los que se incluyen el inglés, el español, el mandarín, el hindú o el árabe.

Idiomas más hablados del mundo en 2024

A efectos prácticos, esta evolución natural del lenguaje pueda parecer una ventaja a la hora de comunicarse globalmente, pero también conlleva otros efectos negativos que ya comienzan a ser visibles. Las lenguas son en definitiva portadoras de la cultura, la historia y la identidad de los pueblos y representan diferentes formas de entender o describir el mundo. La desaparición de una lengua implica la pérdida de un patrimonio cultural invaluable y llevar a una uniformidad en el pensamiento y en la percepción del entorno. Además, muchas lenguas indígenas contienen conocimientos únicos sobre la biodiversidad, la medicina tradicional y la ecología.

Diversos historiadores e investigadores han estudiado en profundidad la evolución y desaparición de las lenguas en el planeta, así como las potenciales consecuencias, publicando varios artículos académicos al respecto con el objetivo de dar a conocer sus conclusiones desde un punto de vista científico y riguroso sobre el tema. Estas obras proporcionan además un análisis detallado del fenómeno y son un buen punto de partida para comprender la dinámica de la desaparición de lenguas en el mundo. 

"Language Death" de David Crystal

Uno de los artículos más citados habitualmente sobre este tema es "Language Death" (Muerte del lenguaje), publicado por el lingüista David Crystal en el año 2000 para la Universidad de Cambridge. En su artículo académico, David Crystal aborda la problemática de la desaparición de idiomas a nivel mundial, explora las razones detrás de este fenómeno, las consecuencias de la pérdida de lenguas y las posibles estrategias para la preservación de las mismas.

Entre sus propuestas y conclusiones, el autor identifica la globalización, la migración, la urbanización y las políticas lingüísticas nacionales como los principales factores que contribuyen a la desaparición de lenguas. También indica como consecuencia directa de este hecho, que la desaparición de un idioma implica la pérdida de una cultura, de conocimientos tradicionales y de una forma única de ver el mundo.

Crystal sugiere varias estrategias para la preservación de lenguas, incluyendo la documentación detallada de cada idioma, la revitalización de lenguas a través de programas educativos, y el apoyo a comunidades lingüísticas para mantener el uso de sus idiomas nativos. Por último, enfatiza que la diversidad lingüística es tan importante como la biodiversidad, ya que ambas son esenciales para la riqueza cultural y el conocimiento global.

"The Global Language System" de Abram de Swaan

Otro importante estudio al respecto es "Words of the World: The Global Language System" (Palabras del mundo: El sistema global del lenguaje) de Abram de Swaan, publicado en el año 2001 por la editorial académica Polity Press, en el que el autor examina cómo las lenguas del mundo están organizadas en una jerarquía e introduce el concepto del "sistema de lenguas mundiales", en el cual unas pocas lenguas dominan sobre muchas otras.

Abram de Swaan, un reputado sociólogo, ensayista y miembro de la Real Academia de las Artes y las Ciencias de los Países Bajos, describe en su obra cómo las lenguas se estructuran en una jerarquía global, donde unas pocas lenguas, como el inglés, español y mandarín, son lenguas "hipercentrales" que conectan muchas otras lenguas consideradas "periféricas".

De Swan señala que estos idiomas hipercentrales facilitan la comunicación global y actúan como intermediarias entre lenguas menos habladas, pero argumenta que este sistema jerárquico contribuye a la disminución de la diversidad lingüística, ya que las lenguas menos habladas son marginadas y podrían desaparecer con el tiempo.

"The Future of Languages" de David Graddol

Por último, el artículo académico "The future of languages" (El futuro del lenguaje), escrito por David Graddol y publicado en la revista Science en 2004, explora las tendencias futuras de los idiomas globales y predice un aumento en el uso del inglés, español y chino, junto con la desaparición de muchas otras lenguas menos habladas.

Ya en un primer artículo publicado en el año 2000 ("The Future of English"), Graddol predijo que el inglés continuaría siendo una lengua dominante debido a su papel en la economía global y en la tecnología. Sin embargo, en su segundo artículo de 2004, donde analiza en detalle más idiomas, también identifica el crecimiento del español y el chino como las lenguas más importantes en el futuro.

El autor destaca la importancia de la educación en la preservación de lenguas, sugiriendo que los sistemas educativos deben incluir programas de enseñanza en lenguas indígenas y minoritarias. Graddol busca además aportar un punto de vista optimista y positivo. En su artículo explica cómo la globalización y las tecnologías de la información están moldeando el paisaje lingüístico, facilitando la comunicación en lenguas dominantes, pero también señala a su vez que estas herramientas también puede ser utilizadas para la revitalización de idiomas en desuso.

Lenguas en peligro de extinción

Según Ethnologue, una publicación de referencia anual que proporciona estadísticas e información sobre las lenguas vivas del mundo y es el catálogo de idiomas más completo del mundo, actualmente hay 3.710 lenguas en peligro de extinción en el planeta (How many languages are endangered?).

Para llegar a este dato, se considera que un idioma corre peligro cuando sus hablantes comienzan a enseñar y hablar un idioma más dominante a los niños de la comunidad. Debido a su propia naturaleza, las lenguas en peligro de extinción suelen tener pocos hablantes y por ello también puede resultar difícil obtener información fidedigna sobre ellas. También ocurre en ocasiones que el último hablante conocido de un idioma muere sin que quede ningún registro o documento público al respecto. 

Los 25 idiomas más hablados del mundo (con más de 50 millones hablantes nativos) son utilizados a diario por más de la mitad de la población del planeta; mientras que en la mayoría de las lenguas restantes, los hablantes de estas lenguas minoritarias no llegan ni a 10.000.  

Más del 50% de las lenguas en peligro de extinción actualmente en el planeta se encuentran solo en 8 países: India, Brasil, México, Australia, Nigeria, Indonesia, Camerún y Papúa Nueva Guinea. Gran parte de ellas se localizan en comunidades muy pequeñas, formadas por decenas o cientos de individuos o son habladas exclusivamente por indígenas y grupos tribales. Todas las estimaciones de los lingüistas señalan que la mayoría de ellas se convertirán en lenguas muertas durante las próximas décadas.  

En este mapa puedes ver las lenguas en peligro de extinción conocidas en la actualidad, cada una de ellas representada como un círculo rojo en el país principal donde aún se habla.

Mapa de las lenguas en peligro de extinción en el mundo