Con el nombre científico de Megachasma pelagios, el tiburón de boca ancha o tiburón boquiancho es una de las especies de tiburón más raras que existen en el planeta.
Con un tamaño que puede superar los 5 metros de longitud y la tonelada de peso, se trata de un animal de aguas profundas que se alimenta por filtración, nadando con su enorme boca abierta para conseguir comida de forma similar a los tiburones ballena y los tiburones peregrino.
Desde que la especie Megachasma pelagios fue descubierta por primera en 1976 rara vez ha vuelto a ser visto por los humanos, contabilizándose apenas 100 avistamientos y muy pocas capturas de un tiburón de boca ancha vivo.
El aspecto del tiburón de boca ancha es bastante peculiar, si bien aún no se sabe demasiado sobre la especie debido a los pocos ejemplares observados. La parte superior del cuerpo es de color marrón y negro, mientras que la parte inferior es blanca. Son animales robustos y de un gran tamaño, siendo las hembras generalmente bastante más grandes que los machos, reportándose ejemplares adultos de hasta 1.250 kilos de peso.
Como otros tiburones planctívoros, su principal característica es su enorme boca, poblada de una gran cantidad de dientes pequeños. Su método de alimentación es filtrando la comida manteniendo abierta la boca mientras nada, con una especie de "cribadoras" en el interior de sus aberturas branquiales que le sirven para capturar los alimentos, generalmente plancton y pequeñas medusas.
Una de las peculiaridades más llamativas del tiburón de boca ancha es el interior de su labio superior, de un color blanco brillante que lo hace muy visible cuando la boca está abierta, y que los científicos aún no saben en realidad cuál es su función. Inicialmente se pensó que era luminescente y que actúa como cebo para atraer al plancton. Otra teoría al respecto es que le sirve al tiburón para poder identificar rápidamente a otros animales de la misma especie.
El tamaño total de la boca abierta puede alcanzar 1.3 metros de ancho, y cuenta con 50 filas de dientes en la mandíbula superior y 75 filas en la mandíbula inferior.
El primer tiburón boquiancho fue capturado el 15 de noviembre de 1976 cerca de la costa Hawái, cuando se enredó en el ancla marina de un barco de la Armada de los Estados Unidos. Se trataba de un animal que nadie había visto antes y la especie fue identificada como un nuevo género dentro de las especies de tiburones planctívoros.
Este primer ejemplar de tiburón de boca ancha medía 4,5 metros y pesaba 750 kilos. Fue examinado por el biólogo Leighton Taylor quien lo clasificó en 1983 como una nueva especie con el nombre científico de "Megachasma pelagios". Está considerado uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX para la Ictiología (rama de la zoología dedicada al estudio de los peces) tras el hallazgo del celacanto, un pez prehistórico que se creía extinto hasta que se descubrió un ejemplar vivo en 1938.
Una de las capturas más importantes de esta especie se produjo en Dana Point (California) en 1990. El tiburón capturado fue poco después liberado con un pequeño transmisor de radio pegado a su cuerpo, lo que sirvió a los biólogos para conocer algo más sobre este desconocido animal. El tiburón nadaba a una profundidad de entre 120 y 160 metros durante el día, mientras que a medida que anochecía ascendía hasta los 12 metros por debajo de la superficie. Se trataba de un animal que en movimiento de migración, nadando a una velocidad bastante lenta en torno a los 2 km/h de media.
Se sabe que el tiburón de boca ancha está presente en todos los océanos de la tierra, sumergiéndose en ocasiones a grandes profundidades, como un ejemplar capturado en marzo 2009 que se encontraba a una profundidad de 200 metros.
Desde su descubrimiento en 1976 se han reportado aproximadamente 100 avistamientos de este extraño animal, produciéndose muy pocas capturas. Entre los tiburones de boca ancha más grandes destaca un ejemplar hembra capturado en Taiwan en octubre de 2012. Su longitud total era de seis metros y un peso estimado de una tonelada. El animal no pudo ser arrastrado por completo hasta la superficie, rompiéndose la cola durante la captura. Fue comprado para vender su carne y los órganos donados a una universidad para su estudio.
El espécimen más grande registrado hasta el momento es un individuo de sexo desconocido capturado en las aguas frente al este de Taiwán durante junio de 2010, con una longitud de 7 metros y más de 1.200 kilos de peso.
En todo caso se trata de un espécimen excepcional, y aunque aún falta mucho por descubrir sobre esta esquiva especie para el ser humano, el tamaño habitual del Megachasma pelagios se sitúa entre los 4 y los 5 metros de longitud, existiendo también ejemplares adultos mucho más pequeños.
Con un tamaño que puede superar los 5 metros de longitud y la tonelada de peso, se trata de un animal de aguas profundas que se alimenta por filtración, nadando con su enorme boca abierta para conseguir comida de forma similar a los tiburones ballena y los tiburones peregrino.
Desde que la especie Megachasma pelagios fue descubierta por primera en 1976 rara vez ha vuelto a ser visto por los humanos, contabilizándose apenas 100 avistamientos y muy pocas capturas de un tiburón de boca ancha vivo.
El aspecto del tiburón de boca ancha es bastante peculiar, si bien aún no se sabe demasiado sobre la especie debido a los pocos ejemplares observados. La parte superior del cuerpo es de color marrón y negro, mientras que la parte inferior es blanca. Son animales robustos y de un gran tamaño, siendo las hembras generalmente bastante más grandes que los machos, reportándose ejemplares adultos de hasta 1.250 kilos de peso.
Como otros tiburones planctívoros, su principal característica es su enorme boca, poblada de una gran cantidad de dientes pequeños. Su método de alimentación es filtrando la comida manteniendo abierta la boca mientras nada, con una especie de "cribadoras" en el interior de sus aberturas branquiales que le sirven para capturar los alimentos, generalmente plancton y pequeñas medusas.
Una de las peculiaridades más llamativas del tiburón de boca ancha es el interior de su labio superior, de un color blanco brillante que lo hace muy visible cuando la boca está abierta, y que los científicos aún no saben en realidad cuál es su función. Inicialmente se pensó que era luminescente y que actúa como cebo para atraer al plancton. Otra teoría al respecto es que le sirve al tiburón para poder identificar rápidamente a otros animales de la misma especie.
El tamaño total de la boca abierta puede alcanzar 1.3 metros de ancho, y cuenta con 50 filas de dientes en la mandíbula superior y 75 filas en la mandíbula inferior.
El primer tiburón boquiancho fue capturado el 15 de noviembre de 1976 cerca de la costa Hawái, cuando se enredó en el ancla marina de un barco de la Armada de los Estados Unidos. Se trataba de un animal que nadie había visto antes y la especie fue identificada como un nuevo género dentro de las especies de tiburones planctívoros.
Este primer ejemplar de tiburón de boca ancha medía 4,5 metros y pesaba 750 kilos. Fue examinado por el biólogo Leighton Taylor quien lo clasificó en 1983 como una nueva especie con el nombre científico de "Megachasma pelagios". Está considerado uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX para la Ictiología (rama de la zoología dedicada al estudio de los peces) tras el hallazgo del celacanto, un pez prehistórico que se creía extinto hasta que se descubrió un ejemplar vivo en 1938.
Una de las capturas más importantes de esta especie se produjo en Dana Point (California) en 1990. El tiburón capturado fue poco después liberado con un pequeño transmisor de radio pegado a su cuerpo, lo que sirvió a los biólogos para conocer algo más sobre este desconocido animal. El tiburón nadaba a una profundidad de entre 120 y 160 metros durante el día, mientras que a medida que anochecía ascendía hasta los 12 metros por debajo de la superficie. Se trataba de un animal que en movimiento de migración, nadando a una velocidad bastante lenta en torno a los 2 km/h de media.
Se sabe que el tiburón de boca ancha está presente en todos los océanos de la tierra, sumergiéndose en ocasiones a grandes profundidades, como un ejemplar capturado en marzo 2009 que se encontraba a una profundidad de 200 metros.
Desde su descubrimiento en 1976 se han reportado aproximadamente 100 avistamientos de este extraño animal, produciéndose muy pocas capturas. Entre los tiburones de boca ancha más grandes destaca un ejemplar hembra capturado en Taiwan en octubre de 2012. Su longitud total era de seis metros y un peso estimado de una tonelada. El animal no pudo ser arrastrado por completo hasta la superficie, rompiéndose la cola durante la captura. Fue comprado para vender su carne y los órganos donados a una universidad para su estudio.
El espécimen más grande registrado hasta el momento es un individuo de sexo desconocido capturado en las aguas frente al este de Taiwán durante junio de 2010, con una longitud de 7 metros y más de 1.200 kilos de peso.
En todo caso se trata de un espécimen excepcional, y aunque aún falta mucho por descubrir sobre esta esquiva especie para el ser humano, el tamaño habitual del Megachasma pelagios se sitúa entre los 4 y los 5 metros de longitud, existiendo también ejemplares adultos mucho más pequeños.
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