Hydrarchos o Hydrargos, según las dos denominaciones principales que ha tenido, es el nombre que recibió el esqueleto de una supuesta serpiente gigante de 35 metros de largo ya extinta, exhibido durante el siglo XIX. Un gigantesco monstruo marino que habría aterrorizado los mares del pasado hace millones de años, de no ser porque nunca existió.
Koch ensambló los huesos fosilizados y el resultado fue un enorme animal con un esqueleto de 35 metros de longitud, la serpiente más grande de la historia y que muchos compararon con el mítico Leviatán. Comenzó a exhibir su impresionante hallazgo en 1845 en el Apollo Saloon de Broadway, Nueva York, cobrando un precio por entrada de 25 centavos.
Ante el éxito y asombro del público en Estados Unidos, Koch llevó el gigantesco esqueleto del Hydrarchos también a Europa, exhibiéndolo en ciudades como Dresde, Berlín o Leipzig. Sin embargo, en Alemania empezaron a dudar de la autenticidad del animal.
El gabinete zoológico de Prusia compró el esqueleto del Hydrarchos en 1848 y lo desmontó por completo para poder estudiarlo y categorizarlo nuevamente. No tardaron en descubrir que la supuesta serpiente gigante era en realidad una amalgama de restos fósiles de varios animales, principalmente cetáceos prehistóricos como el Basilosaurus (Zeuglodon), o animales emparentados directamente como el también género de cetáceos extintos prehistóricos Pontogeneus.
Descubierto el error, la mayoría de los restos fósiles del animal se acabaron vendiendo durante la década de 1850 a diferentes casas de subastas, mientras que algunas partes acabaron en un museo holandés, con el cuidado previo de desvincular toda relación de los fósiles con Albert Koch antes de la venta.Hay ciertas dudas sobre si el esqueleto de Hydrarchos fue un mero error de reconstrucción, o realmente se trataba de una auténtico Hoax o falsificación para atraer al público. El investigador ya había tenido otros conocidos errores similares, como la reconstrucción de un mastodonte al que denominó "Missourium theristocaulodon", y al que había insertado erróneamente los colmillos de otro animal, por lo que caben ambas posibilidades.
Hydrarchos no es la única supuesta serpiente marina gigante que ha sido desacreditada a lo largo de los años. Para la criptozoología, la posibilidad de que los Basilosaurus no se extinguieran totalmente, podrían ser de hecho la explicación detrás del mito de varios animales mitológicos; de muchos avistamientos de serpientes marinas gigantescas durante siglos; o incluso de seres bíblicos como el Leviatán.
En todo caso, a pesar de que el Hydrarchos harlani nunca existió y fue un animal fruto de la imaginación de Albert Koch, otros auténticos monstruos de pesadilla similares están bien documentados. En el pasado existieron animales como la Titanoboa, cuyos 14 metros de largo la convierten en la serpiente más grande que ha existido en el planeta, con un tamaño mucho mayor que los ejemplares más grandes de la actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario