Cerca de la localidad alemana de Ratisbona (Regensburg), en Baviera, se encuentra Walhalla, un peculiar monumento construido a modo de templo cuya apariencia recuerda al legendario Partenón de Atenas.
El edificio es en realidad un monumento conmemorativo conocido oficialmente como "Memorial Walhalla" (Gedenkstätte Walhalla) donde se honra desde 1842, con bustos y placas de mármol, a los héroes germánicos y personalidades más ilustres de "lengua Teutscher" (lengua germana). Una especie de "salón de la fama" para los alemanes, cuyo nombre se inspiró en Valhalla (Walhall), el Salón de los Caídos en la mitología nórdica.
El origen y la historia del monumento se remonta a principios del siglo XIX. En 1806 se disolvía de forma oficial el Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que muchos príncipes alemanes abogaban por la búsqueda de una identidad nacional.
En 1807, Luis I de Baviera (Ludwig I), príncipe heredero de Baviera por entonces, mandó construir una serie de bustos en honor de los antiguos héroes germánicos, utilizando el idioma común como símbolo de unión, decidiendo que se debía construir un monumento para alojarlos lo antes posible. Junto con el historiador suizo Johannes von Müller, quien propuso el nombre de Walhalla para el monumento, se eligieron las personalidades más importantes, desde emperadores de tiempos pasados hasta fallecidos recientemente, o contemporáneos como Goethe y Joseph Haydn.
Los primeros bustos se completaron muy rápidamente, pero la planificación y construcción del edificio se retrasó varias décadas. Solo tras la derrota de Napoléon en 1814 se pudo convocar un concurso para recabar ideas sobre cómo debería ser el monumento. Originalmente, la idea de Ludwig era que el monumento se construyera en el Jardín Inglés en Munich, pero finalmente se decidió que se debía levantar en una montaña en otro lugar de Baviera.
El curioso diseño al estilo del Partenón de Atenas se remonta a los dibujos del arquitecto y antiguo arqueólogo Carl Haller von Hallerstein, quien viajó con una beca de la Corte Real de Baviera en 1810 a Grecia y estudió el templo.
Debido a su temprana muerte en 1817, fue el arquitecto Leo von Klenze quien adquirió los documentos con los estudios de Haller sobre el futuro templo Walhalla y quien se convertiría en el arquitecto oficial, manteniendo el estilo neoclásico. Klenze fue también quien sugirió el lugar donde se construiría el monumento, en una colina sobre el valle del Danubio, en la localidad de Donaustauf, muy cerca de Ratisbona.
La primera piedra del monumento se puso el 18 de octubre de 1830, una fecha clave para la historia de Alemania, ya que cumplía el 17 aniversario de la Batalla de Leipzig, conocida popularmente como la "batalla de las Naciones" y que fue la batalla más importante perdida por Napoleón Bonaparte.
Con el arquitecto Leo von Klenze al mando, se construyó el templo Walhalla entre los años 1831 a 1842, teniendo un coste total de cuatro millones de "Gulden Ludwigs" (alrededor de 82 millones de euros). El 18 de octubre de 1842, el 29 aniversario de la Batalla de las Naciones, Ludwig I inauguró el monumento con un discurso que también se puede leer en una piedra situada frente al edificio:
"¡Walhalla debe ser propicio para el fortalecimiento y la propagación de los sentidos alemanes! Todos los alemanes, sin importar de qué tribu sean, siempre sentirán que tienen una patria común, una patria de la que pueden estar orgullosos, y en la que todos contribuyen tanto como puedan a su glorificación".
El Memorial completo de Walhalla está construido en piedra caliza en lo alto de la colina, con una gran escalinata, dominando el paisaje sobre el Danubio. Tiene un tamaño total de 125 metros de largo y 55 metros de alto. Sobre esta base se asienta el propio templo como monumento.
La forma del templo es la de un clásico templo griego de mármol, en el estilo de un Períptero dórico, siguiendo el modelo del Partenón en Atenas. El techo está soportado por una construcción moderna de hierro. La longitud del templo Walhalla es de 66 metros, un ancho de 31,5 metros, y una altura de 20 metros.
En la fachada principal del templo se encuentra un friso que representa a Arminio en la batalla en el bosque de Teutoburgo, luchando contra las legiones romanas que atacan desde el oeste. Considerado habitualmente como el primer héroe germano, Arminio (Hermann) es el personaje más antiguo que es honrado en el monumento.
El interior del templo es completamente en mármol, albergando más de 130 bustos de personajes ilustres y figuras germánicas relevantes, que incluyen principalmente alemanes, pero también suizos, austriacos o cualquier personaje distinguido de lengua germana. Entre algunos de los bustos se encuentran personalidades como Johannes Gutenberg, Otto von Bismarck, Wolfgang Amadeus Mozart, María Teresa I de Austria, Immanuel Kant, Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, o Albert Einstein.
En 1890 se colocó también en su interior una gran estatua en mármol de Luis I de Baviera, y junto a los bustos existe en la parte superior un apartado de placas conmemorativas situadas en la parte superior del templo, donde se honra a personajes como el propio Arminio, o antiguos reyes como Alarico I o Carlomagno (Karl der Große).
El Walhalla es el ejemplo más antiguo del grupo de edificios monumentales conmemorativos que se comenzaron a construir en Alemania a partir del siglo XIX. Posteriormente se levantarían otros como el Monumento Hermannsdenkmal cerca de Detmold, el Monumento Niederwald cerca de Rüdesheim am Rhein, el Monumento a la Batalla de Leipzig, el Monumento Kyffhäuser, el Deutsches Eck en Koblenz, la Columna de la Victoria de Berlín, o el Monumento al Kaiser Guillermo I en Porta Westfalica.
Como curiosidad, cualquiera puede sugerir que se honre a una persona determinada en el monumento, con el único requisito de que sea de lengua germánica y hayan transcurrido más de 20 desde su muerte. Las solicitudes para ser incorporado al templo son revisada por el Consejo de inistros de Baviera, y si la persona es aceptada, quien lo propone debe hacerse cargo de los gastos y del coste del busto.
El edificio es en realidad un monumento conmemorativo conocido oficialmente como "Memorial Walhalla" (Gedenkstätte Walhalla) donde se honra desde 1842, con bustos y placas de mármol, a los héroes germánicos y personalidades más ilustres de "lengua Teutscher" (lengua germana). Una especie de "salón de la fama" para los alemanes, cuyo nombre se inspiró en Valhalla (Walhall), el Salón de los Caídos en la mitología nórdica.
El origen y la historia del monumento se remonta a principios del siglo XIX. En 1806 se disolvía de forma oficial el Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que muchos príncipes alemanes abogaban por la búsqueda de una identidad nacional.
En 1807, Luis I de Baviera (Ludwig I), príncipe heredero de Baviera por entonces, mandó construir una serie de bustos en honor de los antiguos héroes germánicos, utilizando el idioma común como símbolo de unión, decidiendo que se debía construir un monumento para alojarlos lo antes posible. Junto con el historiador suizo Johannes von Müller, quien propuso el nombre de Walhalla para el monumento, se eligieron las personalidades más importantes, desde emperadores de tiempos pasados hasta fallecidos recientemente, o contemporáneos como Goethe y Joseph Haydn.
Los primeros bustos se completaron muy rápidamente, pero la planificación y construcción del edificio se retrasó varias décadas. Solo tras la derrota de Napoléon en 1814 se pudo convocar un concurso para recabar ideas sobre cómo debería ser el monumento. Originalmente, la idea de Ludwig era que el monumento se construyera en el Jardín Inglés en Munich, pero finalmente se decidió que se debía levantar en una montaña en otro lugar de Baviera.
El curioso diseño al estilo del Partenón de Atenas se remonta a los dibujos del arquitecto y antiguo arqueólogo Carl Haller von Hallerstein, quien viajó con una beca de la Corte Real de Baviera en 1810 a Grecia y estudió el templo.
Debido a su temprana muerte en 1817, fue el arquitecto Leo von Klenze quien adquirió los documentos con los estudios de Haller sobre el futuro templo Walhalla y quien se convertiría en el arquitecto oficial, manteniendo el estilo neoclásico. Klenze fue también quien sugirió el lugar donde se construiría el monumento, en una colina sobre el valle del Danubio, en la localidad de Donaustauf, muy cerca de Ratisbona.
La primera piedra del monumento se puso el 18 de octubre de 1830, una fecha clave para la historia de Alemania, ya que cumplía el 17 aniversario de la Batalla de Leipzig, conocida popularmente como la "batalla de las Naciones" y que fue la batalla más importante perdida por Napoleón Bonaparte.
Con el arquitecto Leo von Klenze al mando, se construyó el templo Walhalla entre los años 1831 a 1842, teniendo un coste total de cuatro millones de "Gulden Ludwigs" (alrededor de 82 millones de euros). El 18 de octubre de 1842, el 29 aniversario de la Batalla de las Naciones, Ludwig I inauguró el monumento con un discurso que también se puede leer en una piedra situada frente al edificio:
"¡Walhalla debe ser propicio para el fortalecimiento y la propagación de los sentidos alemanes! Todos los alemanes, sin importar de qué tribu sean, siempre sentirán que tienen una patria común, una patria de la que pueden estar orgullosos, y en la que todos contribuyen tanto como puedan a su glorificación".
El Memorial completo de Walhalla está construido en piedra caliza en lo alto de la colina, con una gran escalinata, dominando el paisaje sobre el Danubio. Tiene un tamaño total de 125 metros de largo y 55 metros de alto. Sobre esta base se asienta el propio templo como monumento.
La forma del templo es la de un clásico templo griego de mármol, en el estilo de un Períptero dórico, siguiendo el modelo del Partenón en Atenas. El techo está soportado por una construcción moderna de hierro. La longitud del templo Walhalla es de 66 metros, un ancho de 31,5 metros, y una altura de 20 metros.
En la fachada principal del templo se encuentra un friso que representa a Arminio en la batalla en el bosque de Teutoburgo, luchando contra las legiones romanas que atacan desde el oeste. Considerado habitualmente como el primer héroe germano, Arminio (Hermann) es el personaje más antiguo que es honrado en el monumento.
El interior del templo es completamente en mármol, albergando más de 130 bustos de personajes ilustres y figuras germánicas relevantes, que incluyen principalmente alemanes, pero también suizos, austriacos o cualquier personaje distinguido de lengua germana. Entre algunos de los bustos se encuentran personalidades como Johannes Gutenberg, Otto von Bismarck, Wolfgang Amadeus Mozart, María Teresa I de Austria, Immanuel Kant, Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, o Albert Einstein.
En 1890 se colocó también en su interior una gran estatua en mármol de Luis I de Baviera, y junto a los bustos existe en la parte superior un apartado de placas conmemorativas situadas en la parte superior del templo, donde se honra a personajes como el propio Arminio, o antiguos reyes como Alarico I o Carlomagno (Karl der Große).
El Walhalla es el ejemplo más antiguo del grupo de edificios monumentales conmemorativos que se comenzaron a construir en Alemania a partir del siglo XIX. Posteriormente se levantarían otros como el Monumento Hermannsdenkmal cerca de Detmold, el Monumento Niederwald cerca de Rüdesheim am Rhein, el Monumento a la Batalla de Leipzig, el Monumento Kyffhäuser, el Deutsches Eck en Koblenz, la Columna de la Victoria de Berlín, o el Monumento al Kaiser Guillermo I en Porta Westfalica.
Como curiosidad, cualquiera puede sugerir que se honre a una persona determinada en el monumento, con el único requisito de que sea de lengua germánica y hayan transcurrido más de 20 desde su muerte. Las solicitudes para ser incorporado al templo son revisada por el Consejo de inistros de Baviera, y si la persona es aceptada, quien lo propone debe hacerse cargo de los gastos y del coste del busto.
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