Asociados hoy en día con la sabana africana, en el pasado y durante miles de años, los leones poblaron otras zonas muy diferentes del planeta, como América del Norte o Asia.
Mientras que en el continente americano el león americano (Panthera atrox) se extinguió a finales del Pleistoceno junto a otros impresionantes animales de las cavernas, en lugares como la India han sobrevivido hasta nuestros días unos pocos ejemplares del león asiático (Panthera leo persica), si bien se trata de uno de los felinos más amenazados del mundo.
En el caso de Europa, el león europeo (Panthera leo europaea) habitó también durante miles de años gran parte de Europa, especialmente en el sur del continente, desde la Península Ibérica hasta Grecia. Sin embargo la fecha de su extinción aún sigue siendo un misterio.
Aunque se cree que este felino europeo se extinguió hace entre 7.000 y 5.000 años, otras teorías apuntan a que pudieron sobrevivir más tiempo en algunas regiones europeas, como la actual España, llegando incluso a convivir con los íberos y otros antiguos pueblos de la Península Ibérica.
Como un animal poderoso y un temible depredador, los leones han sido tradicionalmente representados en el arte europeo desde la antigüedad, existiendo numerosas esculturas y relieves de estos felinos en las antiguas cultura griega y romana, siendo además un animal que aparece habitualmente en sus mitos y leyendas.
Sin embargo no fue hasta principios del siglo XIX cuando se hallaron las primeras pruebas fósiles de que los leones habían poblado el continente europeo durante miles de años. El zoólogo y paleontólogo alemán Georg August Goldfuss sería el primero en hallar restos fósiles del león europeo en el sur de Alemania, otorgándole en ese momento el nombre científico de "Felis spelaea".
Los restos del animal hallados por Goldfuss tenían una antigüedad de entre 190.000 y 50.000 años, y poco después se hallarían más restos de estos grandes felinos europeos por el resto del continente, que sugerían que el león europeo habitó en el sur de Europa al menos hasta principios del Holoceno (hace aproximadamente 11.000 años).
Debido a sus características físicas, más grande que los leones actuales y sin melena, algunos investigadores creen que el león europeo puede estar emparentando con algunos felinos prehistóricos como el león cavernario, por lo que se clasificó con el nombre científico de "Panthera spelaea" o "Panthera leo spelaea", si bien no todos los investigadores están de acuerdo con esta clasificación y creen más bien que se trata de una subespecie del león moderno o que incluso podría estar relacionado con el león asiático (Panthera leo persica).
En todo caso, parece claro que el origen de estos felinos (Panthera leo fossilis) surgió en África, desde donde se distribuyeron hace aproximadamente 1,5 millones de años, por Europa, Asia y llegando incluso hasta Alaska. A la subespecie europea se le daría posteriormente el nombre científico de "Panthera leo europaea".
Tampoco hay dudas de que los leones europeos llegaron a convivir con los humanos, como demuestran algunas pinturas rupestres encontradas en Francia y que datan de hace 30.000 años, donde se representan a estos leones cavernarios.
Por las sucesivas investigaciones que se han hecho, se sabe que el león europeo no tenía melena, o si la tenía era muy pequeña. Era considerablemente más grande que los leones actuales (hasta un 12% mayor), con una altura que podía superar fácilmente los 1,2 metros, una longitud de 2,5 metros de largo para los machos adultos más grandes (sin contar la cola), y un peso estimado de entre 250 y 300 kilos.
Las hembras eran algo más pequeñas que los machos, y como un gran depredador de la época junto a enormes osos prehistóricos, lobos o hienas de las cavernas, casi cualquier animal terrestre podía ser su presa. Entre su caza habitual se incluían por tanto los antiguos bisontes europeos, caballos salvajes, alces, ciervos, urus, bueyes o incluso enormes mamuts u otros mamíferos prehistóricos.
El león europeo habitó la Europa Meridional durante miles de años, pero no sabe con certeza la fecha de su extinción. En España, en la región del actual País Vasco, se han encontrado fósiles de leones que datan de hace entre 9.000 y 7.000 años. Conocido como "el león de Arrikrutz", se trata del esqueleto del prehistórico león europeo original (león cavernario) mejor conservado que se ha encontrado en España hasta la fecha. Fue descubierto en 1966 y sus impresionantes restos fósiles se pueden ver en una exposición del museo de San Telmo: The Arrikrutz Lion - San Telmo Museoa
Posteriormente se han encontrado fósiles aún más tempranos de estos animales en Europa, que se remontan a entre 6.000 y 3.000 años de antigüedad, en lugares como Italia, Grecia, Hungría o Ucrania, aunque al parecer muchos de los restos podrían corresponder con leones modernos.
El motivo de esta incertidumbre es que se cree que algunas poblaciones de leones modernos comenzaron a establecerse en el sur de Europa, en la cuenca del Mediterráneo, hace aproximadamente 6.500 años, desplazando a los antiguos leones cavernarios europeos y probablemente llevándoles a la extinción.
Estos leones modernos, ya con su aspecto actual y su característica melena, son los que aparecerían representados constantemente en el arte, los relieves o estatuas, y en las mitologías romana y griega. Además son mencionados en numerosos textos antiguos, como el historiador griego Heródoto o el filósofo Aristóteles, que registraron la presencia de leones en el norte de Grecia entre los siglos IV y V a.C., o durante una expedición de Jerjes I donde se documentó haber avistado leones en la actual Macedonia.
En todo caso, se ha podido confirmar que en Europa siguieron existiendo leones salvajes más tiempo del que se creía inicialmente, y en algunos lugares como la península balcánica, Grecia, la península Itálica, Tesalia o el Peloponeso, sobrevivieron probablemente hasta pasado el siglo I, extinguiéndose paulatinamente debido a que eran un preciado trofeo de caza.
Aún existen muchas dudas sobre la verdadera historia de los leones europeos. Para añadir más misterio al asunto, en octubre de 2020, un agricultor halló casualmente en La Rambla (Córdoba) una espectacular pieza de arte íbero con la figura de una leona devorando a su presa, que según las investigaciones arqueológicas, fue esculpida hace 2.500 años.
Anteriormente ya se habían encontrado otras esculturas íberas de leones como el conocido "León de Nueva Carteya", una figura íbera de un león hallada en Córdoba en 1920 y que fue esculpida en torno al siglo V a.C.
Junto a su importancia histórica y para el arte, todos estos hallazgos indican que los íberos tenían una gran adoración por este gran felino y ha servido a muchos para retomar la teoría de que el león europeo probablemente sobrevivió hasta épocas mucho más tempranas, llegando a convivir en algunos lugares como España con los pueblos íberos u otros pueblos de la Península Ibérica.
Admirados por la imponente presencia de este animal, los pueblos íberos no dudaron en representarlo en su arte, pero aún no está claro si simplemente esculpían figuras de leones como algún símbolo o rito, o realmente era un animal que conocían de primera mano.
Como se ha podido comprobar en posteriores investigaciones, en determinados lugares del sur de Europa, los leones sobrevivieron al menos hasta el siglo I, por lo que es también posible que aún quedara alguna población de leones en la Península Ibérica en la época de los íberos. De ser así, la duda que se mantiene es si los íberos representaron al originario león europeo, como parecen mostrar sus esculturas, o se trataba en realidad de leones modernos que llegaron a Europa posteriormente, cuando el prehistórico león europeo ya se había extinguido.
Lo cierto es que la teoría de un león hispano (panthera leo hispanicus), como una supuesta subespecie del león europeo que habría sobrevivido al resto de leones originarios de Europa, hasta el momento no tiene ningún respaldo científico, aunque quizás con el tiempo y nuevos hallazgos fósiles o descubrimientos sepamos algo más sobre los leones que poblaron España en el pasado.
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