
Tras realizarse un concurso arquitectónico, cuyo miembro más destacado del jurado era Iósif Stalin, secretario general del Partido Comunista de la URSS, y demoler la catedral de Cristo Salvador de Moscú para levantar el gigantesco edificio, la construcción del Palacio de los Soviets comenzó en 1937. Sin embargo, debido a la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, la gigantesca estructura nunca se llegó a terminar.
La historia del Palacio de los Soviets comienza en 1922, cuando Sergey Kirov, un líder del partido comunista, propuso en el Congreso de los Sóviets que estableció oficialmente la Unión Soviética, la construcción de un palacio de congresos. Tras la muerte de Vladimir Lenin en 1924 se construyó el Mausoleo de Lenin en la Plaza Roja de Moscú, y se inició una campaña nacional para construir monumentos al líder bolchevique por todo el país.
En febrero de 1931 se estableció un concurso para que arquitectos de todo el país propusieran sus proyectos e ideas para el nuevo Palacio de los Soviets que se iba a construir, sin embargo en mayo se finalizó el concurso sin declarar ningún ganador.

El emplazamiento elegido para ubicar la gigantesca estructura era el lugar que en esos momentos ocupaba la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, quedando por tanto la catedral condenada. El templo se comenzó a demoler el 18 de agosto, y el 5 de diciembre de 1931 la catedral fue finalmente destruida en su totalidad mediante dos explosiones. La retirada de los escombros llevó a los trabajadores más de un año.
Mientras se realizaban las obras de demolición de la catedral, se inició un segundo concurso en julio de 1931, en este caso a nivel internacional, en el que se recibieron un total de 272 conceptos y proyectos para el edificio. En uno de los proyectos, el del arquitecto italiano Armando Brasini, se destacó la idea de colocar una gigantesca estatua de Lenin en lo alto del edificio.

El proyecto original del edificio de Boris Iofan iba a ser coronado con una estatua relativamente pequeña dedicada a los proletarios, sin embargo Stalin intervino personalmente introduciendo varias modificaciones en el proyecto, para que la torre fuera más alta y se colocara una gran estatua de Lenin coronando el edificio.
La idea de Stalin para el edificio del Palacio de los Soviets era construir una estructura colosal que se convertiría en el edificio más grande del mundo de la época. Su altura total sería de 415 metros en una estructura de cien pisos, elevándose hasta casi los 500 metros de altura cuando se coronase el edificio con la gigantesca estatua de Lenin de casi 100 metros de altura y un peso cercano a las seis toneladas. El palacio no solo destacaría por su increíble altura, sino también por su tamaño, ya que mediría 250 metros de ancho y tendría una longitud de medio kilómetro.

Debido a lo ambicioso del proyecto y la gran cantidad de materiales necesarios para su construcción, se instalaron varias nuevas fábricas en Moscú. Tras comenzar las obras de construcción del Palacio en 1937, la base del edificio se completó finalmente en 1939. Los nuevos cimientos tras la demolición de la catedral que ocupaba el lugar, eran una losa de hormigón ligeramente cóncava con anillos verticales concéntricos, destinados a soportar las columnas principales de la sala.
En junio de 1941, se construyó la estructura de acero para los niveles inferiores, sin embargo las obras de construcción tuvieron que detenerse abruptamente por el comienzo ese mismo mes de la Operación Barbarroja, la invasión alemana de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.

Acabada la guerra, el proyecto del Palacio de los Sóviets nunca llegó a retomarse debido a diversos factores, como el enorme coste económico que suponía para el país (muy dañado por el conflicto a pesar de conseguir la victoria) y las constantes inundaciones que había sufrido la base del edificio, filtrándose agua del río Moscova.
Posteriormente, en 1958, los cimientos del Palacio servirían para albergar lo que se convertiría en la piscina al aire libre más grande del mundo, la piscina de Moskva. Décadas después, en 1995, se comenzó la reconstrucción de la Catedral de Cristo Salvador en el mismo lugar que ocupaba originalmente, finalizándose las obras oficialmente en el año 2000 cuando la catedral fue consagrada.
El Palacio de los Soviets fue probablemente el mayor proyecto arquitectónico de la era soviética. Un gigantesco edificio que se hubiera convertido en la estructura más alta del mundo con el que Stalin buscaba no solo levantar un centro de congresos para el partido y homenajear a Lenin, sino también mostrar la grandeza y el poder de la Rusia Soviética.
Curiosamente, a otro histórico dictador, Adolf Hitler, le sucedió algo similar. Su proyecto de construcción de una colosal capital que asombrara al mundo, conocido como "Welthauptstadt Germania", tampoco llegó nunca a finalizarse.
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