
En 1984 los paleontólogos David Raup y Jack Sepkoski publicaron un artículo donde afirmaban que habían detectado una periodicidad en las extinciones masivas que se han producido en el planeta los últimos 250 millones de años. Identificaron doce eventos de extinción durante este período de tiempo que se producían aproximadamente cada 26 millones de años como tiempo promedio. Aunque no pudieron explicar la causa de esta periodicidad, sugirieron que el motivo podía ser no terrestre.
Dos equipos de astrónomos formados por Daniel P. Whitmire y Albert A. Jackson IV; Marc Davis, Piet Hut, y Richard A. Muller, publicaron en 1984 dos hipótesis muy similares en la revista Nature que explicarían este fenómeno. Su hipótesis propone que nuestro Sol pueda tener otra estrella aún sin detectar como compañera, con una órbita muy elíptica que perturba periódicamente los cometas de la Nube de Oort, causando un aumento en el número de cometas que visitan el Sistema Solar interior y los eventos de impactos que se producen en la Tierra. Esta teoría se conoce como la Hipótesis Némesis o la Hipótesis de la Estrella de la Muerte (Death Star hypothesis).

A pesar de que esta hipotética estrella Némesis ha sido buscada en numerosas ocasiones, hasta el momento no se han obtenido resultados positivos. El Observatorio Leuschner de la Universidad de California falló en su intento de encontrar a Némesis en 1986. Tampoco pudo encontrar la estrella durante la década de 1980 el Satélite Astronómico de Infrarrojos (IRAS). Una de las búsquedas más completas se realizó mediante el proyecto 2MASS que hizo un reconocimiento del cielo nocturno entre 1997 y 2001 sin ser capaz de encontrar ninguna nueva estrella en nuestro Sistema Solar.

Sin embargo la hipótesis Némesis cada cierto tiempo vuelve a cobrar fuerza. En enero de 2016, Konstantin Batygin y Mike Brown junto con un grupo de astrónomos del Instituto de Tecnología de California, anunciaron que habían encontrado evidencias de la existencia de un noveno planeta (décimo si se considera también a Plutón como planeta), que sería del tamaño de Neptuno y estaría situado en el borde exterior del Sistema Solar. Tardaría en completar su órbita cerca de 15.000 años y se la ha denominado como Planeta Nueve.
Nuestro Sistema Solar está lleno de maravillas que hemos ido descubriendo poco a poco gracias a las nuevas tecnologías disponibles. Si bien no se ha podido confirmar la existencia de una nueva estrella que cambiaría por completo nuestra idea del Sistema Solar, siendo éste binario, o de un nuevo planeta denominado de varias formas como Planeta X, Hercólubus, Nibiru, Tyche o Planeta Nueve, su hallazgo parece estar más cerca que nunca. El tiempo y la ciencia confirmarán o desmentirán esta Hipótesis Némesis o la existencia de un nuevo planeta en nuestro Sistema Solar hasta ahora desconocido.
Gracias por la expliaciom!!
ResponderEliminarMUY BUENA LA INFO....GRACIAS
ResponderEliminarSoy un fan del espacio, con 11 años, se tanto sobre estos temas, sobre todo el Planeta Nueve, que se supone que es el 5to gigante gaseoso del sistema solar que fue sido expulsado. Saben que, sugiero que los 2 existen, Planeta nueve es el causante de las órbitas de los TNO, y Némesis el de las preturbaciones en la nube de Oort. Pero gracias por el artículo.
ResponderEliminar1.5 años luz puede ser, 1.5 millones de años luz estaría mas allá de la galaxia
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