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La leyenda de Wan Hu, el primer astronauta de la historia

Wan Hu es una figura legendaria de la historia china que, según algunos relatos, intentó convertirse en el primer astronauta de la historia en el siglo XVI. Su historia, aunque más un mito que un hecho documentado ya que carece de bases históricas verificables, lo describe como un funcionario chino que sentía un gran interés por la astronomía y la posibilidad de realizar viajes espaciales

Wan Hu, el primer astronauta de la historia
Según cuenta la leyenda, Wan Hu era un oficial de alto rango y un estudioso apasionado por la astronomía, que supuestamente vivió en algún momento del siglo XVI. Su fascinación por el firmamento lo llevó a concebir una idea audaz: si la pólvora podía impulsar proyectiles al cielo, tal vez también podría ser usada para enviar a un hombre más allá de la Tierra. En su mente, esta tecnología, que ya se usaba en los fuegos artificiales y la guerra, podría convertirse en un medio para volar.

Decidido a hacer realidad su sueño, Wan Hu diseñó un rudimentario aparato volador. Según el mito, su invento consistía en una silla de madera a la que ató decenas de cohetes de pólvora cuidadosamente alineados (concretamente 47 cohetes según la historia original). Como medida adicional, algunos relatos afirman que la silla estaba equipada con grandes cometas o velas, con la esperanza de que le proporcionaran estabilidad en el aire.

Una mañana, Wan Hu reunió a sus sirvientes en un campo apartado para llevar a cabo su osado experimento. Se sentó en su silla, con una expresión de determinación en el rostro, y ordenó a sus asistentes que encendieran las mechas de los cohetes. En cuestión de segundos, un estruendo ensordecedor sacudió el lugar. Una gran nube de humo y fuego envolvió a Wan Hu y su artefacto, ocultándolo de la vista de todos.

Cuando el humo se disipó, el silencio cayó sobre el campo. Los sirvientes buscaron ansiosamente a su amo, pero no quedaba rastro alguno de él ni de la silla. Algunas versiones de la historia afirman que Wan Hu pereció en la explosión, víctima de su temerario experimento. Otras, más poéticas, sostienen que simplemente desapareció, elevándose más allá de la Tierra en dirección a las estrellas, convirtiéndose así en el primer astronauta de la historia.

A pesar de ser una bonita leyenda, lo cierto es que el relato de Wan Hu no aparece en los textos chinos antiguos. De hecho, la primera vez que se documentó la historia fue en fuentes occidentales del siglo XX. Se cree que la leyenda se popularizó gracias a escritores e historiadores interesados en la historia de la astronáutica y la pirotecnia china. Una de las fuentes más influyentes en la difusión del mito fue el libro Rockets and Jets (1945) del escritor estadounidense Herbert S. Zim, un divulgador científico y experto en cohetes. En su obra, Ley menciona la historia de Wan Hu, aunque sin proporcionar pruebas documentales.

La ausencia de registros históricos chinos ha llevado a muchos investigadores a considerar que el relato de Wan Hu fue una invención moderna inspirada en el hecho de que China fue pionera en el uso de la pólvora y los cohetes. Durante la dinastía Ming (1368-1644), se realizaron avances significativos en la tecnología de cohetes para uso militar y en los fuegos artificiales, lo que pudo haber servido como base para que se creara la leyenda.

¿Podría haber funcionado el experimento de Wan Hu?

Desde un punto de vista científico, el supuesto intento de llegar al espacio de Wan Hu era inviable. Los cohetes de pólvora de la época carecían del empuje necesario para levantar a una persona y sostener un vuelo controlado. Además, la ignición simultánea de docenas de cohetes habría causado una explosión descontrolada, lo que hace más probable que su “viaje” hubiera terminado en un desastre inmediato.

En la década de 2000, el programa de televisión MythBusters (Cazadores de Mitos) intentó recrear el experimento de Wan Hu utilizando cohetes modernos. Los resultados fueron predecibles: en todos los intentos, el supuesto “vehículo” de Wan Hu explotó o se desintegró antes de despegar.

En todo caso, y aunque la historia de Wan Hu es ficticia, ha sido adoptada como un símbolo del deseo humano de volar y explorar el espacio. Tanto es así que, en 1970, la Unión Astronómica Internacional (IAU) nombró un cráter en la Luna como "Wan-Hoo" en su honor. Este reconocimiento, aunque basado en un mito, lo coloca simbólicamente entre las estrellas que supuestamente quiso alcanzar.

En la cultura popular, la historia de Wan Hu ha aparecido en numerosos libros y documentales sobre la historia de la astronáutica. China, como pionera en la exploración espacial moderna, ha abrazado su leyenda como una referencia histórica romántica, aunque sin llegar a considerar nunca el relato como un hecho real.

Imagen de Wan Hu en antiguas litografías chinas

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