
Según el calendario chino, este festival de los fantasmas tiene lugar en la noche del decimoquinto día del séptimo mes, normalmente a mediados de agosto. A diferencia del Festival Qingming (en primavera) y el Chung Yeung Festival (en otoño) en los que los descendientes que viven rinden homenaje a sus antepasados fallecidos, durante el "Día del fantasma", se cree que los fallecidos van a visitar a los vivos.
Para los budistas, particularmente para la rama Mahayana, el séptimo mes lunar es un mes de alegría. Según las escrituras, cuando Buda estaba vivo, sus discípulos meditaban en los bosques de la India durante la temporada de lluvias de verano. Tres meses más tarde, el decimoquinto día del séptimo mes, volvían de los bosques para celebrar la finalización de su meditación y reportar su progreso hacia el Buda.

Guarda paralelismos con otras ramas del budismo como el Theravada, cuya festividad más conocida es muy similar, el Camboya Pchum Ben Festival. Durante la dinastía Tang en China, los budistas del antiguo festival Ullambana y el Festival de los fantasmas se mezclaron y comenzaron a celebrarse juntos.
Estos orígenes budistas del festival se remontan a una historia que procede de la India pero que más tarde adquirió connotaciones culturales chinas ya que aparece reflejado en un cuento traducido al chino en el siglo IV. Se trata de un texto muy importante para la rama Mahayana del budismo, una carta conocida como Ullambana Sutra que Gautama Buddha (Buda) envió al monje Maudgalyayana (Mahamaudgalyayana), uno de sus principales discípulos.

Maudgalyāyana alivió el sufrimiento de su madre gracias a las instrucciones que le dio Buda sobre cómo alimentar a los "Pretas". Buda le indicó que debía colocar trozos de comida en un plato limpio, recitando un mantra siete veces para bendecir la comida, chasquear los dedos para llamar a la persona fallecida y finalmente inclinar la comida hacia el suelo limpio.
El sufrimiento del Preta sería aliviado y gracias a ello su madre podría renacer como un perro cuidado por una familia noble. Maudgalyāyana buscó el consejo de Buda para que su madre pudiera renacer en forma humana. Buda estableció que un día después de la retirada del verano (día 14 del séptimo mes del calendario lunar, entre mediados y finales de agosto), Maudgalyāyana debía ofrecer comida y ropa a 500 monjes. Gracias a sus méritos, su madre finalmente se ganó un renacimiento humano.

Estos fantasmas se cree que son los antepasados a los que no se les rindió homenaje tras su muerte o los que no se les dio un ritual adecuado de despedida. Su cuello es muy estrecho debido a que no fueron alimentados por su familia o como castigo para no poder tragar.
Los familiares rezan oraciones a sus familiares fallecidos y les ofrecen comida y bebida, también se queman billetes y papel de incienso en su honor. Algunas personas queman casas de papel, automóviles o televisores para complacer a los fantasmas. Otro de los rituales es encender farolillos con forma de loto que se colocan en los ríos y en el mar para guiar de forma simbólica a las almas perdidas de de sus antepasados olvidados a la otra vida.

Estos espectáculos siempre se hacen de noche con la música a un volumen muy alto ya que se cree que el sonido atrae a los fantasmas y los complace. Durante el día también se hacen procesiones multitudinarias con la gente disfrazada con máscaras tradicionales chinas representando a los fantasmas.
En la parte ritual, los budistas y taoístas siguen celebrando ceremonias para aliviar a los fantasmas de su sufrimiento. Normalmente se realizan durante la tarde o la noche ya que se cree que los espíritus son liberados del infierno cuando se pone el sol. Se construyen altares para los fallecidos donde los monjes y sacerdotes realizan sus rituales en beneficio de los fantasmas. A menudo arrojan arroz u otros alimentos pequeños al aire en todas las direcciones para que sean distribuidos a todos los fantasmas.

Durante el festival, las tiendas permanecen cerradas, ya que hay que dejar las calles abiertas para que los fantasmas circulen libremente. En el centro de cada calle se suele colocar un pequeño altar con incienso y fruta fresca.
Catorce días después de la fiesta para asegurarse que todos los fantasmas hambrientos encuentran su camino de vuelta al infierno, se encienden farolillos de agua en la puerta de las casas. Estos farolillos con forma de flor de loto hace la función de una especie de barco de papel que se lleva a los ríos al mar para dirigir a los fantasmas en su camino. Cuando dejan de verse los farolillos encendidos simboliza que los fantasmas han encontrado su camino de regreso.

El Festival del fantasma es una antigua tradición extendida principalmente en China, pero celebrada con sus pequeñas variaciones en muchos otros países de Asia como Singapur, Malasia, Taiwan, Vietnam o Japón, donde se conoce como "Obon" (Bon). La versión asiática de la Víspera de Todos los Santos de occidente conocida ya popularmente en todo el mundo como la Noche de brujas o Halloween.