
Antes de que Estados Unidos entrara en el conflicto en 1941 tras el ataque a Pearl Harbor, Alemania ya había iniciado varios proyectos para desarrollar bombarderos de largo alcance. Con la declaración de guerra de Hitler a Estados Unidos el 11 de diciembre de 1941, Hermann Göring, comandante en jefe de la Luftwaffe, exigió que se acelerara el programa Amerika Bomber y se le presentaran proyectos viables.
Según el plan propuesto originalmente, el bombardero debía ser capaz de partir de una base en las islas portuguesas de las Azores (donde se permitía en esos momentos abastecerse a los submarinos y barcos alemanes), y llegar a Estados Unidos transportando una carga de bomba de 4,5 toneladas. El proyecto se hizo más ambicioso, ya que se buscaba que el avión tuviera la suficiente autonomía para volar desde Alemania hasta Estados Unidos, bombardear la costa este del país, principalmente lugares estratégicos o ciudades costeras como Nueva York, y regresar a Alemania.

Además del Messerschmitt, en la primavera de 1942 el Reichsluftfahrtministerium recibió varias propuestas de los principales fabricantes de aviones alemanes, Junkers, Focke-Wulf y Horten, para cumplir con las demandas de Göring. Entre los aviones propuestos se encontraban el Focke-Wulf Fw 300 y el Focke-Wulf Ta 400, Junkers Ju 390, Heinkel He 277 y Horten H.XVIII.
Un plan de 33 páginas fue descubierto décadas después en Postdam por el historiador alemán Olaf Groehler. Se realizaron varias copias del plan original del Amerika Bomber que se enviaron a diferentes oficinas de la Luftwaffe. En el documento se menciona específicamente el uso de las Azores como aeródromo de tránsito para llegar a los Estados Unidos. Si se utilizaban alguno de los aviones elegidos para el proyecto, el Heinkel He 277, Junkers Ju 390, o el Messerschmitt Me 264, se podrían alcanzar objetivos estadounidenses con una carga útil de 3 toneladas, 5 toneladas y 6,5 toneladas respectivamente.

En mayo de 1942 se solicitó la opinión sobre la viabilidad del proyecto Amerika Bomber al general Eccard Freiherr von Gablenz, quien sentenció que el avión Me 264 no sería útil para una verdadera misión de bombardero transatlántico desde Europa, pero podría ser utilizado para una serie de tareas de patrulla marítima de muy largo alcance en cooperación con los submarinos alemanes (U-boats) frente a la costa este de los Estados Unidos.
Se llegaron a construir tres prototipos del Messerschmitt Me 264, pero fue el bombardero Junkers Ju 390 el que fue seleccionado para pasar a la fase de producción y antes de que se abandonara definitivamente el programa Amerika Bomber por considerarse inviable, se llegaron a construir dos aviones. Algunos historiadores afirman que el segundo de estos Junkers Ju 390 fue probado con éxito y realizó un vuelo transatlántico a principios de 1944 que le llevó a estar a 20 kilómetros de la costa de Estados Unidos.

La primera de ellas era utilizar un avión Heinkel He 177 para transportar un bombardero Dornier Do 217 que sería liberado en el Atlántico. El Dornier debía llegar hasta la costa de Estados Unidos para soltar su carga en un viaje solo de ida, mientras su tripulación sería recogida posteriormente por un submarino alemán. Algunos investigadores mencionan también la posibilidad de que se quisiera dotar al bombardero con bombas atómicas para destruir completamente Nueva York.
Este proyecto se conoció como "Huckepack Projekt", y aunque estuvo sobre la mesa en varias ocasiones, además de la dificultad técnica para llevarlo a cabo, uno de los motivos por los que el proyecto quedó abandonado fue por las diferencias entre la Luftwaffe y la Kriegsmarine.

Adolf Hitler era un apasionado de las denominadas "armas milagrosas" (Wunderwaffe), y el Tercer Reich dedicó una cantidad ingente de tiempo y recursos a este tipo de proyectos. Conseguir llegar a bombardear la costa este de Estados Unidos suponía un viaje de ida y vuelta de 11.600 kilómetros, y el único avión alemán ya construido y probado que podía acercarse fue el Messerschmitt Me 261, con un alcance máximo de 11.025 kilómetros.
El proyecto Amerika Bomber sin embargo no fue uno de los proyectos más favorecidos por el régimen y con la intensificación de los bombardeos aliados a mitad de la guerra se interrumpieron gravemente las líneas de suministro alemanas, condenando al fracaso al proyecto, ya que se tenían que reservar los recursos para la defensa interna de Alemania. Todos los diseños de estas aeronaves fueron considerados proyectos demasiado costosos o ambiciosos y fueron abandonados.
A pesar de ello, los diseños alemanes tuvieron una gran repercusión para los ingenieros aeroespaciales. Aunque fue concebido originalmente como un jet de combate, el Ministerio del Aire británico consideró el desarrollo del Horten H.XVIII como un avión de pasajeros, mientras que el Sänger Silbervogel probaría ser fundamental para los futuros diseños de la era espacial. El Me 264 fue el primer avión del mundo con tanques de combustible integrados en las alas, un estándar para la mayoría de los aviones modernos, y algunos de los conceptos utilizados durante el proyecto Amerika Bomber servirían como base para los futuros transbordadores espaciales.